La Arquitectura del Barroco fue un movimiento dentro de la historia de la arquitectura que se generó en la ciudad de Roma, Italia durante el siglo XVII y que vino luego del movimiento renacentista. En el artículo de hoy exploraremos todo lo referente a este estilo arquitectónico, sus características, escuelas, edificaciones importantes y más.
Características de la arquitectura del Barroco
Antes de profundizar acerca de la historia y los tipos de escuelas de la arquitectura del barroco, primero se debe conocer las características principales o generales del mismo. En este sentido, este estilo arquitectónico está caracterizado por:
- Todas las obras realizadas bajo este estilo están cargadas de detalles y complejas. No se deja de lado la presencia de las formas clásicas (columnas, arcos, frontones, frisos), pero se les agrega un toque de fantasía. En algunas ocasiones, los edificios dan la ilusión de ser una gran escultura.
- Se adopta una gran variedad de formas, principalmente la ovalada. Las paredes de las obras son cóncavas y convexas, es decir siempre onduladas. Por lo que en lo general, no existe la presencia de líneas rectas o de superficies planas.
- Las plantas están diseñadas de tal manera que brinda una sensación de movimiento (espacios dinámicos), en la más estática de las artes. De una misma manera, la arquitectura del Barroco tiende a dejar a relucir el ”infinito”, es decir, sus interiores en las construcciones parecen no tener un fin.
- Con el fin de proporcionar diferentes perspectivas, el estilo arquitectónico del Barroco emplea juegos de luces, siendo el punto más importante y característico del mismo. En un mismo sentido, se podría alegar que posee un gusto por lo dramático, escenográfico y teatral.
- En lo que respecta a la decoración, la arquitectura del Barroco se caracteriza por ser exuberante tanto en los espacios interiores como al exterior, aunque más recatado.
Historia de la arquitectura del Barroco
Los orígenes de la arquitectura del Barroco surgen en Italia con importantes arquitectos de la época que dan el primer paso a la introducción de este estilo, entre los cuales podemos mencionar a Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.
No obstante, el estilo arquitectónico no se quedó allí, poco a poco fue avanzando hasta llegar a España en donde la afición por el Barroco tuvo sus inicios por la desornamentación y la sobriedad que había introducido el estilo herreriano, con obras destacadas en las cuales hay una predominancia de un estilo mesurado y casi clásico.
A raíz de la conquista española en América, el estilo del Barroco se introdujo de forma importante enriqueciéndose con la mano de obra y los conceptos propios de la arquitectura y arte precolombinos. Como por ejemplo la aplicación extendida de los colores brillantes, destacando especialmente un estilo barroco mexicano, peruano y cubano.
Por otro lado, en Alemania y Austria la inspiración italiana aliándose con la francesa dio como resultado la creación de construcciones con decoraciones extravagantes, haciendo énfasis en los interiores, con una luminosidad brusca que dieron entrada al estilo Rococó (el cual se define por el gusto hacia los colores luminosos, suaves y claros).
Escuelas Barrocas
Puesto que el estilo de la arquitectura del Barroco surgió durante el siglo XVII y se difundió a gran parte de Europa, era de esperarse que este tipo de arte se dividiera en diferentes escuelas dependiendo del país. A continuación exploraremos las escuelas barrocas más reconocidas.
Barroco Católico
El Barroco Católico tuvo sus inicios en Italia y España como una representación del poder absolutista así como del poder de la Iglesia, lo cual fue aumentando a partir del desarrollo del movimiento de la Contrarreforma, el cual tenía como objetivo principal el exaltar la fe y la jerarquía. Las nuevas órdenes religiosas pasaron a convertirse en los portavoces de estas ideas, las cuales se centraban en poder conectar con los creyentes y poder conmoverlos de forma cruda y dramática.
Barroco Absolutista
El Barroco Absolutista o también denominado Aristocrático en Francia, ponía en manifiesto que el arte y su unión con el absolutismo eran medios necesarios para la propaganda de la reafirmación del poder y prestigio nacional, así como mecanismos útiles para reforzar la gloria de la corte, impresionar a los dignatarios visitantes y estimular la exportación. De esta manera, la introducción de este estilo artístico se veía como un medio de culto para el rey.
Barroco Burgués
EL Barroco Protestante-burgués se originó Flandes y en Holanda. En Flandes el estilo de arte eran las esculturas y pinturas aristocráticas y religiosas, por otro lado el barroco que predomina en Holanda era un estilo centrado en la burguesía, en donde se destacaban temas como paisaje, retratos y vida cotidiana.
Al igual que en la arquitectura, la luz es un factor clave en la pintura barroca, por medio de esta se pueden dibujar o difuminar los contornos, el ambiente también es definido por ella, la atmósfera del cuadro, y matiza los colores.
Componentes de la arquitectura del Barroco
Para realizar los diseños con un estilo de la arquitectura del Barroco se debe tener en cuenta la utilización de ciertos componentes esenciales y característicos de este estilo. En los siguientes apartados se realizará una exposición breve de los dos componentes principales del arte Barroco.
Abovedamientos cupuliformes
Los abovedamientos cupuliformes hacen referencia a la utilización de bóvedas o cúpulas como cubiertas de los techos de las edificaciones. No obstante, por lo general la forma que poseían estas cúpulas eran ovaladas, esto se debe a que la predominancia del estilo Barroco eran las formas curvas.
Columnas torcidas
Para aquel momento, existía una tendencia a dar movimiento a los edificios a través de la utilización de líneas curvas. La alternancia de líneas cóncavas-convexas, dan como resultado las fachadas alabeadas. La arquitectura de este tipo se puede decir que busca mostrar un contraste entre lo recto y lo curvo, claro y oscuro, cerca y lejos en cuanto a las perspectivas.
Es por esta razón que las columnas torcidas o mejor dicho, ligeramente desalineadas con un punto importante dentro del estilo Barroco. Hasta los días actuales se pueden observar ciertas edificaciones con frontones quebrados, entablamentos quebrados, columnas clásicas, pero no adosadas, con volumen pleno y columnas torcidas.
Principales construcciones
Las construcciones que se realizaron bajo la arquitectura del Barroco están divididas en dos tipos: religiosas en donde las obras eras las iglesias o catedrales y las civiles en donde lo principal era la edificación de palacios con bellos jardines. En las siguientes secciones del artículo exploraremos con mayor detalle las construcciones principales que se llevaron a cabo en cada uno de los tipos mencionados.
Religiosas
Las iglesias que se diseñaron por medio de este estilo arquitectónico están constituidas por una planta longitudinal centralizada o planta central alargada, las cuales estaban provistas por un eje longitudinal y de un elemento central, es decir, una cúpula.
En lo que respecta a los arquitectos manieristas, estos modificaron toda la composición de las fachadas renacentistas integrandoles temas y decoraciones caracterizadas por un intelectualismo refinado, pero sin alterar la estructura principal de la fachada de los edificios. Por otro lado, los arquitectos barrocos alteraron tanto la composición en planta como en fachada, lo que trajo consigo una concepción nueva del espacio.
Las fachadas de las iglesias dejaron de lado la lógica de la sección interna y pasaron a convertirse en organismos plásticos que marcaban la transición entre el espacio exterior y el interior. En la parte interna de las iglesias del Barroco se podían contemplar las figuras complejas basadas en elipses y líneas curvas, definiéndose por los elementos espaciales y siendo totalmente diferentes a la concepción renacentista que generaba una sucesión uniforme de elementos dispuestos de forma simétrica entre ellos.
Civil
Por otro lado, al centrarnos en la edificación de obras en el aspecto civil, se puede observar que la misma se dividía en dos tipos de construcciones nobles: el palacio, ubicado generalmente en el interior de la ciudad, y la villa del campo.
El palacio italiano y sus derivados europeos permaneció fiel al tipo de diseño desarrollado durante el movimiento del Renacimiento, teniendo un cuerpo edificado cerrado en torno a un patio interno. Adicional a esto, sus fachadas estaban cargadas de decorados mediante el uso de órdenes gigantes, que ya habían sido anticipados. Los ejes que le brindaban simetría fueron extendidos hacia el interior del edificio, donde se abrían el vestíbulo y el patio interno.
En un mismo sentido, la construcción de este palacio fue un punto clave del desarrollo de la tipología residencial palaciega italiana. La planta fue diseñada con forma de H, y la entrada se producía mediante un profundo atrio que se volvía cada vez más estrecho conforme se avanzaba hasta que se llegaba a una sala elíptica que era el centro del palacio.
Sin embargo, en Francia el palacio de la nobleza, también llamado hotel, recuperó el diseño de los castillos medievales. El duro clima que había en aquel entonces era un factor que exigía una optimización del soleamiento en las principales estancias, lo que generó que las fachadas se hicieran escalonadas y la construcción de salas en los laterales.
La parte principal se encontraba atrasada respecto a la calle y precedido de la cour d’honneur, un lugar abierto para la transición hacia el exterior que al mismo tiempo alejaba el palacio de la ciudad. Un ejemplo de este esquema es el parisino Palacio del Luxemburgo, edificado a partir del año 1615 por Salomon de Brosse. En este, a diferencia de otras obras realizadas para la época, los pabellones angulares no fueron destinados a locales de servicio, sino que cada planta tenía su sala principal.
El desarrollo del Barroco francés fue muy notorio en las áreas rurales, con la construcción de los llamados châteaux, extensos complejos que poseían distintas salas principales en su interior. Entre este tipo de construcciones se puede mencionar el Palacio de Vaux-le-Vicomte (1656-1659), diseñado por Louis Le Vau, y el Palacio de Versalles, destacado símbolo del absolutismo francés.
Edificios más importantes
Una vez expuestos los tipos de construcciones realizadas bajo la arquitectura del Barroco, nos resulta importante hacer mención de los edificios más destacados por este estilo arquitectónicos. A continuación expondremos de forma detallada las obras más importantes del movimiento artístico del Barroco.
Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane
Esta iglesia fue dedicada a San Carlos Borromeo y a la Santísima Trinidad, la construcción de esta obra fue el primer mandato del rey Borromini. Los trabajos de edificación fueron largos, y gran parte de ella fue finalizada tras la muerte de Borromini.
La iglesia fue encargada por la orden trinitaria española de monjes descalzos, esta orden tuvo la labor de recolectar dinero para el rescate de cristianos cautivos. Borromini había diseñado el monasterio adyacente cuatro años antes de los trabajos iniciales de la Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane.
El nombre que posee la misma es atribuido por el lugar en donde se encuentra posicionada con cuatro fuentes, una en cada esquina. La fuente preexistente, que se instala en la esquina de la iglesia, es una representación del dios Neptuno (conocido como Poseidón en la mitología Griega).
La fachada principal posee tres bahías, una de ellas se encuentra frente a la calle. La segunda fachada posee su bahía en una torre. Ambas fachadas fueron diseñadas años mas tardes, luego de que se realizara por completo el interior de la iglesia. La fachada está dividida en dos niveles. Tal como parece, la fachada había alcanzado el nivel de la cornisa principal cuando falleció el rey Borromini.
El piso inferior posee tres bahías, dos de las cuales son cóncavas exteriores y un centro convexo, mientras que el piso superior tiene bahías cóncavas. Teniendo en cuenta que las bahías interiores están unidas por el entablamento continuo, las bahías superiores poseen un entablamento en secciones, el central está impuesto con el medallón ovalado balanceándose hacia adelante.
Basílica de San Pedro
La basílica ocupa aproximadamente 22,000 metros cuadrados de área total, teniendo 42 metros de diámetro de la cúpula (realizada por Miguel Ángel), la altura total de la obra es de 136 metros y posee 330 escalones que terminan en la cúpula en donde se tiene un buena vista de la plaza, así como de toda roma.
En un mismo sentido, en la Basílica de San Pedro están las estatuas de Cristo y los doce apóstoles que se posicionan en la entrada que dan acceso al interior de la Basílica por medio de cinco puertas puestas en la fachada.
La cúpula de la Basílica de San Pedro es considerada como la más grande de todo el mundo teniendo unas medidas de 42 m de diámetro y 138 m de alto. En la parte interna de la construcción se pueden encontrar 45 altares. La fachada principal consta de 114 metros de ancho y 47 metros de alto, teniendo además una superficie de 21.477 metros cuadrados cubiertos.
La Basílica de San Pedro posee una capacidad de 20.000 personas. Siendo de 190 metros de largo, el grosor de las tres naves es de 58 metros, la nave principal tiene 45,50 metros de altura, hasta la sección más alta de la bóveda. Por otro lado, la cúpula alcanza unos 136 metros de altura que llega hasta la cruz.
De una misma manera, la parte interna de la construcción posee decoraciones de mosaico, lo que constituye el precioso joyero que resguarda algunas de las más célebres obras de arte del mundo, como el Baldaquino de Bernini y la estatua de la Piedad de Miguel Ángel.
El Gesú
Con respecto a las iglesias, se piensa que el punto de partida de la arquitectura del Barroco comienza con la construcción de la Iglesia del Gesù de Roma, hecha en el año 1568 según el proyecto de Jacopo Vignola.
Asimismo, la edificación de esta obra es entendida como una combinación renacentista, manierista y barroca, lo cual satisface las nuevas exigencias que surgieron tras la Contrarreforma. La disposición longitudinal de la planta permitió que en su interior se alejaran la mayor cantidad de personas, mientras que la planta de cruz latina con numerosas capillas laterales era vista como una regresión a la tradición del Concilio de Trento.
Por otro lado, la presencia de una cúpula ponía en manifiesta la centralidad del espacio hacia el fondo de la nave, y daba el inicio de la búsqueda de una integración entre el esquema longitudinal y el centralizado. En una misma línea de ideas, la construcción de la fachada según el proyecto de Giacomo della Porta, ponía en relieve los elementos fundamentales del estilo barroco, comparables a los de los alzados de Santa Susana y San Andrés del Valle.
Palacio de Versalles
El Palacio de Versalles ubicado en la ciudad de París, Francia es uno de los más grandes jamás construidos, el mismo representa el mejor ejemplo de la arquitectura del Barroco secular. La construcción de este palacio fue mandada hacer como orden del rey Luis XIV (1643-1715) en la década de 1660, gran parte del palacio, incluido su espectacular Salón de los Espejos, fue llevado a cabo por el arquitecto Jules Hardouin-Mansart.
Los sucesores del Rey Sol realizaron ciertas modificaciones, pero sin alterarlo por completo. Sus jardines y salas siguen siendo tan impresionantes como lo fueron durante el reinado de Luis XIV. Desde 1837, el Palacio de Versalles se encuentra abierto al público como museo.
Palacio de Schönbrunn, Viena
Durante sus momentos de mayor esplendor fue una residencia de verano de los reyes de Habsburgo, llevado a cabo con un estilo barroco tardío. Al igual que La iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche), la versión austriaca del palacio de Versalles fue diseñado por el arquitecto Johann Bernhard Fischer von Erlach, no obstante, años más tarde algunos de sus aspectos fueron modificados.
Principales arquitectos del Barroco
Para finalizar el artículo acerca de la arquitectura del Barroco, nos parece pertinente concluir con la mención y descripción de algunos de los arquitectos especialistas en este estilo que incentivaron su propagación por gran parte de Europa y por consecuencia parte del mundo también.
Gian Lorenzo Bernini
Gian Lorenzo Bernini llevó a cabo la construcción del magnífico baldaquino (1624-1633), puesto sobre el altar mayor de la basílica de San Pedro, mandada a hacer por el papa Urbano VIII, primero de los siete pontífices para los que trabajó. La construcción de este proyecto fue el inicio de una serie de obras monumentales para la basílica de San Pedro.
Dentro de las obras arquitectónicas no religiosas de Bernini se pueden mencionar de proyectos diseñados para distintos palacios, tales como: el palacio Ludovisi (hoy en día se le conoce como palacio Montecitorio, 1650) y el palacio Chigi de Roma (1664). También se le conoce por realizar diseños para el Louvre pero que no llegaron a realizarse en físico y que presentó al rey Luis XIV en el año 1665, durante una estancia de cinco meses en París.
Bernini realizó además tres iglesias: la de Castelgandolfo (1658-1661) levantada sobre planta de cruz griega, y la de Ariccia (1662-1664) con planta circular. Por otro lado, su tercera iglesia se le atribuye como el logro más destacado, pues resulta ser el templo de San Andrés del Quirinal (1658-1670) de Roma realizado sobre planta oval con un porche ovoide que se extiende por delante de la fachada. La inigualable Plaza de San Pedro (diseñada en 1667), que da paso a la entrada de la basílica dentro de un espacio oval dinámico constituido por dos columnatas semicirculares.
Francesco Borromini
Fue uno de los arquitectos italianos más reconocidos durante el siglo XVII, junto con otras grandes figuras de aquel entonces, como el ya mencionado Gian Lorenzo Bernini y Pietro da Cortona. Su reconocimiento se debe a la edificación de iglesias por medio de las cuales modificó a Roma en una ciudad barroca.
No obstante, al contrario de Bernini y Cortona, Borromini solo estuvo centrado en campo de la arquitectura, llegando incluso hasta el punto de obsesión de encontrar nuevas formas especiales para integrarlas a sus nuevos proyectos.
En este sentido, todos los diseños de sus construcciones el vacío y el lleno se unifican de manera armónica con el fin de dar búsqueda barroca de espacios dramáticos. Su edificación más importante es la ya hablada iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane.
Domenico Fontana
Domenico Fontana fue un arquitecto destacado durante el movimiento artístico del Renacimiento tardío con un estilo arquitectónico estricto basado en la escuela de Vignola. Entre sus trabajos importantes se puede hacer mención del Palacio de Letrán, comenzado en el año 1586.
Igualmente, Fontana también diseñó los brazos transversales que separan los patios de la Ciudad del Vaticano. Durante el año 1586 creó el obelisco de 327 toneladas en la plaza de San Pedro. La construcción de esta obra constó de al menos 900 hombres, 75 caballos, innumerables poleas y centenares de metros de cuerda.
Fontana empleó además los conocimiento que tenía acerca de la estática lo cual lo volvió famoso para su época. El uso de este conocimiento fue implementado para el levantamiento de otros tres antiguos obeliscos, en la Piazza del Popolo, Plaza de Santa María la mayor y Plaza de San Juan de Letrán, respectivamente.
En lo que respecta a la arquitectura religiosa, reelaboró el Complejo de Jesús y María, diseñó la ermita de los Camaldulenses, la iglesia de Santa Maria de la Estrella, la decoración escultórica de la Catedral y la cúpula de la Basílica de la Santísima Anunciada Mayor.
Al finalizar el siglo XVI, mientras transcurrían las obras de construcción del canal entre el río Sarno y Torre del Greco, encontró una basta cantidad de restos de época romana. Sin saberlo, había encontrado partes del corazón del pueblo de Pompeya, ciento cincuenta años antes de las primeras excavaciones.
Jules Hardouin Mansart
El arquitecto Mansart poseía un estilo Barroco que se asemejaba a un estilo italiano, por lo que se podían ver en sus diseños plantas menos complicadas, fachadas más sobrias y detalles tradicionales de los órdenes arquitectónicos. Entre sus obras más reconocidas, destaca sobre todas las demás el Palacio de Versalles con Luis Le Vau.
José Benito de Churriguera
Churriguera era un arquitecto barroco español y artista de retablos, el cual formaba parte de una familia de artistas en donde se reconocía que era el más talentoso. Tanto era su talento que su trabajo combinado con el de sus hermanos Alberto y Joaquín, dieron con el inicio de un nuevo estilo arquitectónico llamado estilo churrigueresco, en el que se caracterizaba por la abundancia y el protagonismo de la decoración.
Filippo Juvara
Juvara fue el arquitecto italiano más destacado en la época del barroco tardío. Sus obras se caracterizaban por la búsqueda de espacios en donde se pudiera reflejar una mayor cantidad de luminosidad y la sofisticación grandilocuentes, dejando de lado el estilo dramático al que estaban atados sus antiguos predecesores en el Barroco Clásico.
La mayoría de sus edificaciones más importantes se localizan en Turín, una ciudad en donde realizó sus trabajos por más de veinte años, coincidiendo con su etapa más productiva. En ella llevó a cabo varias iglesias, palacios, casas de campo y pabellones de caza, además de trabajar como diseñador de muebles y otros objetos decorativos.
En un mismo sentido, las obras por las cuales se le reconoce a este arquitecto son la iglesia-monasterio de Superga (1717-1731), ubicada cerca de la ciudad de Turín, y el palacio real de Stupinigi (1729-1733).
Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Teorías Pedagógicas y Pedagogía Progresista
Actualizado el 6 mayo, 2024