El Templo de Júpiter Capitolino, uno de los más importantes de Roma

El Templo de Júpiter Capitolino también es conocido como el Templo de Júpiter Óptimo Máximo, el mismo fue construido con el fin de rendirle culto al Dios romano Júpiter Óptimo Máximo, así como otros dioses. En el artículo de hoy nos dedicaremos a realizar un recorrido acerca de esta importante edificación de Roma.

templo de Júpiter Capitolino

Historia del Templo de Júpiter Capitolino

El Templo de Júpiter Capitolino fue construido en Roma con el fin de transformar a la ciudad en un centro de culto, esto se debe a que antes de su edificación los cultos se realizaban en las montañas de Alba Longa. Una vez que fue levantado se logró el cometido de la supremacía del Templo de Júpiter Capitolino, todos los años las personas de la ciudad de roma se reunían con el objetivo de realizar sacrificios y dar ofrendas a la triada capitolina. Se sabe que 30 de los 47 pueblos que venían al templo eran latinos.

Lucio Tarquinio Prisco fue el quinto rey de Roma y el responsable de iniciar con el levantamiento del Templo de Júpiter Capitolino, no obstante, de acuerdo a los estudios de distintos historiadores la culminación de esta obra se le otorga a Marco Horacio Pulvilo en el año 509 antes de Cristo.

En este templo se contaban los años que pasaban al colocar un clavo en el lado derecho del altar de la triada capitolina, cada mes de septiembre, ya que el mismo fue el mes de inauguración de la construcción por lo que se celebra su aniversario.

El quinto de rey de la ciudad de Roma pudo financiar el Templo de Júpiter Capitolino a través de los tesoros de conquista de guerra sobre la región de Apiolae. Esta ambiciosa edificación estaba constituida por dos santuarios pre existente que les rendían culto a los dioses Terminus y Iuventas. Adicional a esto, el rey trajo consigo a unos habitantes primitivos que le rendían tributo al dios Aventino hijo de Hércules y Rea, que eran los dioses de Alba Longa.

En las puertas de este templo eran donde se llevaban a cabo los sacrificios ceremoniales, bajo prácticas de adivinación que se daban por augures que empleaban altares portátiles. La parte interna del templo sólo era utilizado para guardar los utensilios de los sacrificios, los libros sibilinos y el ánfora capitolina.

El sacerdote o líder religioso realizaba el culto al dios ”Júpiter Optimus Maximus” (conocido en la mitología griega como el Dios Zeus) que traducido significa: ”Júpiter el mejor y más grande dios”, al cual en aquel entonces los romanos le atribuían los poderes del trueno y el relámpago, el más grande de la triada capitolina.

De esta manera, la construcción de este templo para la época fue el lugar de atención del Poder de Roma. Frente al Templo de Júpiter Capitolino se encontraba la plaza capitolina con pequeños Templos que le rendían culto a otras divinidades de menor rango o poder.

¿Cuándo fue construido?

La construcción del templo se realizó alrededor de los años 250 a. C. El primer edificio del mismo es considerado como uno de los más antiguos en la ciudad de Roma, del cual se presume que posee una arquitectura etrusca. A pesar de que la construcción empezó en el 250 a. C. la culminación de la obra se dio en el año 509, puesto que la edificación fue incendiada.

templo de Júpiter Capitolino

Arquitectura del Templo de Júpiter Capitolino

Como ya se mencionó anteriormente, el primer edificio del templo es considerado como uno de los más viejos en la ciudad de Roma y posee una arquitectura etrusca. Su culminación en el año 509 se debió a dos incendios ocurridos en donde su arquitectura adoptó un estilo más griego.

Para la construcción del primer templos los especialistas etruscos fueron llevados para tratar varios aspectos de la edificación del templo, entre ellas se puede mencionar la formulación y la pintura de los amplios elementos de terracota del templo de Zeus o partes superiores, tales como antefijas.

No obste, para la construcción del segundo edificio se llamaron a especialista de Grecia, por lo que el mismo adopta un estilo más de esta cultura, a pesar de esto, al igual que cualquier otra edificación romana conservó detalles con forma etrusca. Por otro lado, los otros dos edificios adicionales posee un estilo romano contemporáneo, a pesar de su tamaño excepcional.

El Templo de Júpiter Capitolino se posiciona sobre un podio elevado con una escalinata de entrada en la parte frontal, en tres de sus partes poseía un pórtico a excepción de la parte trasera. En un mismo sentido poseía dos filas de pilares colocados en línea en la fachada para formar un profundo pronao que ocupaba las tres cellae que iban de lado a lado a la manera etrusca, siendo la central, frente a la escalinata, dedicada a Júpiter. La de la izquierda estaba dedicada a Minerva (diosa de la sabiduría) y la de la derecha, a Juno (esposa de Júpiter).

templo de Júpiter Capitolino

Los restos de los cimientos y del podio se conservan en el Palazzo Caffarelli, y se encuentran constituidos por enormes secciones paralelas de muros hechos de bloques cuadrados de tosca gris (cappellaccio) que dejan al descubierto el tamaño total de la zona superficial de la base del templo que constituía alrededor de 53×62 m.

Por otro lado, el tejado estaba hecho de acrótera en donde había una cuadriga de terracota pintada, realizada por el artista etrusco Vulca de Veyes en el siglo VI a. C., la cual fue mandada a hacer por Tarquinio el Soberbio, pero fue reemplazada en el año 296 a. C. por una de bronce, a expensas de los ediles romanos de ese año.

De una misma manera, la imagen del culto también fue llevada a cabo por Vulca hecha de terracota y en los días festivos, su cara era pintada de color rojizo.​ En la parte de abajo de calle se encontraban las avisarme o pasajes subterráneos, en donde se guardaban las viejas estatuas que habían caído desde el tejado y varias ofrendas dedicadas.

El material esencial para la construcción de este templo fue el mármol por Sila, luego de que un incendio lo destruyera por completo en el año 83 a. C., en el momento de que la imagen del culto se perdió así como los Libros Sibilinos guardados en un cofre de piedra. El segundo incendio ocurrió en el año 69 d. C., cuando el Capitolio fue asaltado por los partidarios de Vitelio.

De esta forma, la imagen del culto al ser destruida por el el fuego fue reemplazada en el año 65 a. C., por una estatua crisoelefantina, una obra realizada por Apolonio de Atenas, la cual se asume que estuvo inspirada en el Zeus de Olimpia, y también probable autor del conocido Torso Belvedere, firmado como ”Apolonio hijo de Néstor”.

Asimismo, existe la posibilidad que dicha estatua tuviera otras réplicas que hayan sido enviadas a los municipios de las ciudades italianas colonizados por Roma. En este sentido, la mejor copia se considera que es la de Júpiter de Otricoli, que hoy en día se encuentra en los Museos Vaticanos​.

A consecuencia del otro incendio, se tuvo que volver a realizar la reconstrucción en el año 26 a. C. por el emperador Augusto y en el año 75 por el emperador Vespasiano. Posteriormente del incendio del año 80 se realizó la reconstrucción total del edificio en el año 83 por el emperador Domiciano el cual lo revistió de mármol, probablemente empleando las columnas del templo de Zeus Olímpico de Atenas, lo cual lo salvó de incendios posteriores.

A pesar de esto el templo de Júpiter Capitolino fue demolido en el siglo V, cuando Estilicón (general romano) robó las puertas doradas y Narsés retiró muchas de las estatuas en el año 571. Con respecto a las monedas y los relieves históricos de la era imperial, este templo es considerado como una representación del tetrástilo. En la gran plaza frente al templo (la Plaza Capitolina) había otros templos que le rendían homenajes a dioses menores, así como edificios religiosos, estatuas y trofeos.

Templo de Júpiter Capitolino en la actualidad

En líneas generales, la culminación de este templo se realizó por el emperador Domiciano de la cual se piensa que ha sido la más duradera, ya que estuvo intacta durante más de trescientos años, hasta que la mayoría de los templos paganos fueron cerradas por el emperador Teodosio I en el año 392 durante la persecución de los paganos en el Imperio Romano tardío.

Por otro lado, el templo sufrió daños severos en el siglo quinto a manos de Estilicón y Genserico los cuales saquearon las puertas del templo en el año 455, despojandolo además de las tejas del techo que estaban hechas de oro y bronce.

De una misma manera, en el año 571, otro vándalo conocido como Narses robó algunas decoraciones que se encontraban en la parte interna del templo. Las ruinas de este lugar se conservaron hasta el año 1447, por el humanista del siglo XV Poggio Bracciolini visitó Roma. Mientras que el resto de las ruinas fueron construidas en el siglo XVI, cuando Giovanni Pietro Caffarelli construyó un palacio (Palazzo Caffarelli) y empleó los materiales restantes del templo.

En la actualidad solo se conservan algunas ruinas de este edificio, siendo solamente tres ángulos y parte del muro que servía de base o fundación. De este muro sólo se mantienen 19 hiladas de bloques de cappellaccio en la parte de atrás del Templo.

Estas ruinas se conservan en el lugar donde se construyó el Templo de Júpiter Capitolino que son la base y el pedestal, con bloques paralelos con una altura de 3286 metros cuadrados. De esta manera, cerca del lugar de este templo actualmente se encuentra edificado el Museo Capitolino en donde se exponen algunos de los restos de esta obra histórica.

 

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran utilidad. Le hacemos la invitación a leer también: Origen de la pedagogía y pedagogía

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