El templo de Hera en Paestum es uno de los vestigios que dejó la cultura griega en territorio italiano. Fue el templo más antiguo de la región y recinto de adoración constante de los fieles a esta mítica diosa. Conoce aquí su historia, su arquitectura y algunos detalles interesantes del templo en la actualidad.
Acerca de Paestum
La ciudad de Paestum es uno de los yacimientos de la Antigua Grecia que aún persiste en suelo italiano, no en balde a veces se le llama la Magna Grecia.
Se sitúa en la región de Campania, cerca de la ciudad de Nápoles al sur de Italia y fue el lugar en el que los antiguos griegos provenientes de Sybaris, ciudad griega de Calabria, fundaron inmediatamente al llegar en el siglo VI a. C. la ciudad que llamaron Poseidonia, en homenaje al dios griego del mar, Poseidón.
En ella se concentrarían todas las características, tradiciones y creencias de los pueblos del Mediterráneo, convirtiéndola en una colonia griega muy particular.
Digno de resaltar es el hecho de que en un breve período, se construyeron diversas edificaciones, entre ellas majestuosos templos, de los cuales el más antiguo es el templo de Hera, aún hoy el mejor conservado.
A menudo se le denomina el templo de Hera en Paestum I, en virtud de que en el mismo lugar se levantó otro templo dedicado a Poseidón, el cual curiosamente se conoce como Hera II.
Es un sitio arqueológico de gran relevancia por las reliquias históricas que allí se conservan de esta antigua ciudad grecorromana, por los valores culturales allí representados y por el excelente estado de conservación de los bienes gracias a los muros que construyeron los griegos y reforzados por los romanos, motivo por el cual ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Historia del templo de Hera en Paestum
El templo de Hera en Paestum fue construido en el siglo VI a. C. aproximadamente en el año 530 a. C. Fue erigido por lo colonos griegos que se instalaron en esa región del sur de Italia y fundaron la ciudad grecorromana Poseidonia. Lo consagraron a su diosa Hera, esposa de Zeus.
Por su robusta construcción el templo de Hera es el templo más antiguo de las construcciones realizadas en ese entonces y que persiste en nuestros días.
Era un edificio de mucha sobriedad y de estructura maciza por sus gruesas columnas con grandes ábacos y equinos. Fue confundido por los arqueólogos del siglo XVIII con una edificación romana y, por ello, la llamaron “la Basílica”, que en esa época romana este tipo de construcción se destinaban solo a servicios civiles, no religiosos.
Luego de los estudios hechos a las inscripciones halladas en el templo, se reveló que allí se adoraba a la diosa Hera.
Se descubrió, asimismo, que había un altar al aire libre en la parte delantera del templo, que era el sitio habitual donde los antiguos griegos colocaban los altares para facilitar a los feligreses acudir a los ritos y sacrificios, sin tener que entrar al cela o salón principal del templo.
Estos hallazgos quedaron corroborados aun más cuando se descubrieron, en el santuario ubicado al sur de las murallas de la ciudad, en la actual localidad de Santa Venera, pequeñas efigies tipo ofrenda hechas con terracota de desnudos femeninos que llevaban el polos o tocado distintivo de las diosas de Anatolia y Siria, que se remontan a la primera mitad del VI a. C.
Luego durante las excavaciones de la década de los años 80 se encontraron otras parecidas en otros santuarios de Paestum, aun cuando se hace la acotación que estas figuras son muy poco habituales en el Mediterráneo occidental.
El témenos al aire libre, que era un terreno circunscrito y consagrado al culto de un dios, en el que se hallan diversos santuarios y altares, fue establecido desde el mismo principio de la ocupación griega, luego de lo cual no se construyó ningún otro templo hasta principios del V a. C.
La región de Poseidonia fue ocupada sucesivamente por los Lucanos de las regiones vecinas, hasta que en el año 273 a. C. los romanos la tomaron y le cambiaron el nombre por el de Paestum. Ya en la Edad Media la ciudad fue decayendo en la miseria, siendo definitivamente abandonada en el siglo IX.
¿Cuándo fue construido?
El templo de Hera, considerando el estilo que se observa en la estructura arquitectónica de las ruinas que hoy en día se conserva, corresponde al período arcaico tardío, también referido como de transición al período clásico dentro de la arquitectura griega.
Los estudios arqueológicos que se han realizado, así como las excavaciones que periódicamente se llevan a cabo han aportados datos que reflejan estas características arquitectónicas.
Arquitectura del Templo de Hera en Paestum
Es un templo construido sobre una plataforma de 24 x 54 m, siguiendo el modelo griego, de un claro estilo dórico, tipo períptero, rodeado de muchas columnas y eneástilo, lo que lo identifica como una edificación que pertenece a la arquitectura de la época arcaica.
Esa plataforma o estereóbato está conformada por tres escalones y sobre el último de ellos, llamado estilóbato, están las columnas sin basa y acanaladas finalizadas en ángulos vivos.
Tiene una disposición rectangular con nueve columnas en sus lados cortos y dieciocho en los largos. En total, la perístasis, o pórtico columnado alrededor de la cela, presenta 50 columnas.
Se destacan las nueve columnas, lo cual no es habitual, indicando que se trata de un edificio modelo arcaico, para el que se requiere una columnata axial en la cela.
Esta columnata consta de ocho columnas, de las cuales, las de los extremos se unen a las paredes interiores del naos.
Las columnas tienen una altura de 4,68 m y una éntasis o parte de la columna de mayor diámetro muy definida, en tanto que el ábaco se aprecia que es muy alargado y el equino, muy aplastado.
Ello redunda en un aspecto mucho más robusto que los templos del período clásico. El entablamento consta de un arquitrabe liso con friso conformado por triglifos y metopas.
Se aprecia la cornisa sobre la que se apoyaría el frontón triangular, presentando una apariencia maciza y pesada.
El templo dispone de tres partes bien definidas: una cela o naos, un pronaos, que termina en pilastras y dos columnas in antis o pilares laterales, y un opistodomos.
A pesar de que el templo se encuentra en ruinas, es posible distinguir con toda propiedad a un templo dórico, levantado usando mármol travertino, recubierto con una capa de estuco y policromada, e implantado con un sistema de construcción arquitrabado o adintelado.
Se estima que probablemente hubiese otros elementos decorativos como acróteras en los vértices del frontón con decorados como grifos o componentes mitológicos.
La arquitectura que nos ofrece este templo es un caso particular del estilo dórico, si consideramos que los elementos decorativos del collarino del capitel están dispuestos con hojas y vainas en la parte del equino y rodeado por flores de loto y rosetas.
Se trata de una decoración derivada de modelos micénicos, en los que, además, se aprecia que la coronación del templo fue hecha en terracota, en la que se dibujaron falsos canalones con cabeza de león y terminaba con antefijas en forma de palmeta.
En ocasiones, se ha podido comprobar que los arquitectos y artistas se toman ciertas libertades al hacer sus creaciones para imprimir detalles distintivos propios.
El templo de Hera es uno de esos casos en los que se observa una libre interpretación de parte del artista en cuanto a los órdenes griegos en una época muy temprana de la arquitectura griega.
Función del Templo
Los griegos que idearon e implantaron el templo de Hera lo hicieron con un significado concreto para que cumpliera con una función eminentemente religiosa, pues ese edificio sería la morada de un dios.
Es por ello, que la naos o cela estaba especialmente dispuesta para albergar la estatua de ese dios o diosa que se iba a adorar. No obstante, los rituales y ceremonias religiosas eran celebrados en la parte externa y es por ello se disponía de un altar al aire libre.
Además, cualquier otra actividad ofrenda como las procesiones se celebraba en la parte externa. Así también el templo funcionaría como reservorio y salvaguarda de ofrendas, obras y objetos sagrados ofrendados al dios en cuestión.
El Templo de Hera en Paestum en la actualidad
Visitar hoy en día la ciudad de Paestum es hacer un viaje a la Grecia Antigua, en la que los templos eran edificios muy concurridos por los adoradores de los míticos dioses del Olimpo.
Resulta pues una visita imperdible por recorrer todos esos espacios columnados llenos de historia y mitología. Paestum ofrece la vista de esas reminiscencias testigos de tiempos legendarios por las múltiples atracciones arqueológicas en suelo italiano pero con construcciones grecorromanas.
La historia se percibe al deambular por los distintos templos que conforman el yacimiento arqueológico de Paestum. El recorrido lleva a la imaginación a rememorar las luchas entre griegos, lucanos y romanos.
Inmersos en la fabulosa y apacible naturaleza de la región de Campania, el paseo a través de los templos invita a revivir esos intensos momentos de tiempos ancestrales.
El templo cobró vida nuevamente, tras varios siglos en la decadencia y abandonado por diversas causas: clima inclemente, caída del imperio romano, incursiones musulmanas del siglo IX, propagación de pestes, pantanos cercanos, etc., en el año 1748 los templos fueron descubiertos por una compañía italiana de construcción de carreteras que trabajaba en la zona.
Luego de intensas excavaciones, hicieron del lugar el complejo de templos griegos mejor conservados del área mediterránea y un centro arqueológico maravilloso.
De los trabajos en este centro se recuperaron los tres grandes templos,que son:
- Templo de Poseidón. El más grande, también llamado Neptuno por el dios del mar romano, que data del 450 a. C. y se considera una joya de la arquitectura dórica.
- Templo de Ceres. Es el más pequeño, el cual fue erigido en honor a la diosa de la sabiduría, Atenea.
- Templo de Hera. Dedicado a la diosa griega de la fertilidad, Hera, el cual hoy, por una equivocación, se le conoce como la Basílica. Destaca por ser el que más se ha conservado, manteniendo gran parte de sus cincuenta columnas, su entablamento, su altar en el que se llevaban a cabo los sacrificios y el pozo de sacrificios. Se ubica junto al templo de Poseidón.
En la actualidad, constituye un gran atractivo turístico, testigo histórico de la evolución de la arquitectura, arte y de luchas. Además, es escenarios de curiosas e interesantes anécdotas, como por ejemplo, el de parejas sin hijos que visitan el templo de Hera por ser la diosa de la fertilidad para copular en horas nocturnas, en virtud de la creencia que se ha propagado de que hacer el amor en ese santuario avivará su influencia fertilizante, concretando el ansiado embarazo.
Las dedicaciones iniciales del templo a las deidades femeninas indican que el lugar era originalmente sagrado para los cultos prehistóricos de diosas de la tierra antes de su usurpación por el sacerdocio patriarcal de Poseidón.
Así, se han señalado casos de psíquicos y profetas que acuden a Paestum porque según su visión el área de las ruinas es apropiada para activar y expandir la capacidad de la creatividad artística.
El templo de Hera y el de Poseidón
Actualizado el 6 mayo, 2024