Las representaciones en el arte de Laocoonte, el célebre personaje mítico, nos proporcionan una visión de la majestuosidad y expresividad mostradas tanto en el arte escultórico como pictórico que imprimían los artistas de tiempos ancestrales a sus obras. Conoce las dos representaciones artísticas inspiradas en Laocoonte y sus características.

Representaciones en el arte de Laocoonte

¿Quién fue Laocoonte?

Laocoonte fue un personaje descollante de la mitología griega y la romana, así como del Ciclo épico, conformado por los poemas recitados en la Grecia arcaica que transmitían todas las leyendas mitológicas griegas.

Fue vidente y sacerdote del templo del dios Apolo Timbreo en Troya y era hijo de Agenor de Troya y, según algunos, hermano de Anquises, el padre del héroe Eneas. Estaba casado con Antiopa con quien procreó dos hijos gemelos, Antífrasis y Timbrao.

Aun cuando el famoso poeta griego Homero no hace referencia a él en sus poemas, la leyenda de Laocoonte fue el argumento de una tragedia, hoy perdida, hecha por Sófocles.

Igualmente fue referido por otros escritores griegos, aunque los acontecimientos en torno al ataque despiadado que sufrió Laocoonte por unas serpientes varían considerablemente.

Por un lado, la mitología cuenta que Laocoonte ofendió a Apolo rompiendo su juramento de celibato y engendrando hijos o manteniendo relaciones sexuales con su esposa en el santuario de Apolo. Conoce también la historia del interesante filósofo griego Heráclito de Éfeso.

Representaciones en el arte de Laocoonte

Apolo

Asimismo se alega una razón mucho más conocida para su castigo refiriéndose a que había advertido a los troyanos de que no aceptaran en la ciudad el caballo de madera dejado por los griegos.

El relato mitológico revela que Laocoonte se preparaba para sacrificar un toro en el altar del dios Poseidón, tarea que le había tocado en suerte, en el momento de la llegada del caballo de madera a Troya.

Después de que los sitiadores aqueos hubieran simulado una retirada, los troyanos encontraron el caballo que habían dejado en las puertas de Ilión.

Es el momento en que Laocoonte proclama la conocida frase Timeo Danaos et dona ferentes, que significa “Desconfío de los dánaos (griegos), incluso si traen regalos”.

Con ello quería alertar a los troyanos de que el caballo podría ser una trampa, porque dentro del mismo podía haber soldados aqueos y propuso que lo quemaran, pero los troyanos no le hicieron caso.

Representaciones en el arte de Laocoonte

Producto de esto empezó a arrojar lanzas en llamas para quemar el caballo, cuando aparecen Caribea y Porce, dos enormes serpientes marinas enviadas por Atenea que emergen de las aguas y atacan a sus hijos.

Angustiado, Laocoonte se enfrenta a las serpientes para defenderlos, sin embargo, la leyenda cuenta que Laocoonte fue aplastado, estrangulado y devorado junto con sus hijos por las dos serpientes.

Así se desprende de la tradición de contada por Virgilio que expresa que este castigo fue enviado por los dioses debido a la profanación que supone el tratar de destruir un regalo que estaba destinado a la deidad, razón por la cual nadie le creyó y permitieron que entrara el caballo a la ciudad.

Una historia también interesante es la del filósofo y teólogo San Agustin.

Este mito de Laocoonte fue referido en la Eneida de Virgilio y dramatizado mediante la estatua de Laocoonte que forma una de las representaciones en el arte de Laocoonte, el cual se ha denominado en Conjunto escultórico helenístico.

Representaciones en el arte de Laocoonte

Otro mito refiere que Laocoonte fue castigado por profanar la imagen de Febo, cuando se unió en himeneo o copulación delante de la misma. Febo era un apodo o epíteto de Apolo en la mitología clásica.

Conjunto escultórico helenístico

Una de las más aclamadas representaciones en el arte de Laocoonte es la referida al denominado Grupo o Conjunto escultórico helenístico.

Esta es la representación de la muerte de Laocoonte y sus dos hijos, cuando es condenado por los dioses a morir estrangulado por las serpientes junto a sus hijos.

La fecha de creación de la obra ha generado cierta controversia, aunque suele considerarse como datación más aceptada la del siglo I a. C., entre los años 40 y 30 antes del nacimiento de Cristo.

El conjunto escultórico es atribuido, de acuerdo con lo relatado por el escritor y militar romano del siglo I, Plinio el Viejo, a tres escultores rodios, Agesandro, Polidoro y Atenodoro, quienes correspondían a la Escuela de Rodas durante el periodo helenístico.

Este grupo escultórico era conocido por descripciones antiguas, pero se creía perdido.

Representaciones en el arte de Laocoonte

La obra fue descubierta el 14 de enero de 1506 en un viñedo próximo a Santa María la Mayor, ​terreno propiedad de Felice de Fredis.

El terreno estaba localizado en la colina del Esquilino, cerca de Roma, que en tiempos antiguos había sido parte de la Domus Aurea, que significaCasa de Oro“, que fue el fabuloso palacio del emperador Nerón, y luego pasó al del emperador Tito.​

El papa Julio II envió al arquitecto Giuliano de Sangallo, quien, junto a Miguel Ángel Buonarroti, identificó la escultura como la descrita por el autor romano Plinio el Viejo en su obra enciclopédica Naturalis Historia.

Cuando se adquirió la escultura por orden del papa Julio II, a ésta le faltaba el brazo derecho, por lo que se requirió crearle un nuevo brazo en posición extendida. Al respecto, Miguel Ángel advirtió que el brazo debía estar doblado.

Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XX, cuando en 1957 se descubrió el brazo original, el cual estaba flexionado, precisamente en la posición que Miguel Ángel había propuesto para la reconstrucción.

Materiales

Esta obra creada por los escultores Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas, que fue una réplica romana, fue tallada en un solo bloque de mármol blanco. La obra original, por su parte, fue fundida en cobre.

Representaciones en el arte de Laocoonte

La obra mide 2,42 m de altura y, tal como se señaló, estaba destinada a decorar la Domus Aurea de Nerón. Tiene una estructura oblicua de bulto redondo, en la que se aprecian de inmediato la falta serenidad y el equilibrio clásicos.

Técnicas

Esta obra da cuenta específicamente de las características del canon helenístico de la época.

En primer lugar, se aplicó la técnica del esculpido o talla en piedra, mientras que en la obra original se utilizó el método de la cera perdida.

Se puede apreciar la exageración en la posición y forma de los cuerpos, como se puede ver en la postura del cuello de Laocoonte al ser atacado por la serpiente y la de sus brazos intentando evitarla.

Contrario al estilo clásico que sustentaba las obras en la inexpresividad facial, esta estatua muestra una exaltada expresividad, sobre todo en el rostro de Laocoonte, que evidencia su desespero por aferrarse a la vida y su paso de la vida a la muerte.

El grupo escultórico presenta una captura del movimiento en forma de triángulo. Además, se utiliza el escorzo para dar profundidad a la figura.

La escultura es una expresión de un momento crítico, inspirada directamente en el mito y muestra de manera clara cómo las diferentes piezas encajan en armonía y fluidez.

Escuela de Rodas y las representaciones en el arte de Laocoonte

Fue una escuela de escultores que se desarrolló según el estilo pergaminense, originario de la ciudad griega Pérgamo, de abundantes expresiones y dramatismo impregnados a las obras, el cual se puede llamar “barroco helenístico”.

Se destacó en el ámbito artístico del área del archipiélago del Egeo, porque sus obras de manifestaciones exageradas en angustia, dolor y terror.

Esa escuela fue el lugar de origen del conjunto escultórico helenístico de Agesandro y sus colaboradores, que nos acerca a la idea escultórica que difundió Escopas, el famoso escultor y a su vez destacado arquitecto clásico griego del siglo IV a. C.

Fue el grupo más famoso de esta escuela y, como se señaló, el original fue hallado en 1957, pero la obra se conocía desde tiempo atrás por sus réplicas, una de ellas es la que está en el Museo del Vaticano.

¿Dónde se encuentra la obra?

Esta maravillosa obra esta ubicada en los Museos que pertenecen al Vaticano de Roma, en el Museo Pío-Clementino para ser exacto y junto a ella la fracción de un desnudo inmortalizado en estatua del escultor ateniense Apolonio, es el único original griego del Antiquarium o sala de antigüedades.

El cuadro del Greco

Este cuadro Laocoonte fue una de las obras cumbre del artista Doménikos Theotokópoulos, mejor conocido como el Greco, realizada entre 1610 y 1614. durante la última etapa de su vida.

Representaciones en el arte de Laocoonte

Es un óleo sobre lienzo en el que se representa en primer plano la violenta escena de la muerte de Laocoonte y sus hijos, y en la lejanía, un caballo dirigiéndose a la ciudad de Troya, para la que se sirve del paisaje urbano de Toledo.

Los estudiosos de la vida y obra del Greco señalan que hay tres diferentes “Laocoontes” en su haber, pero solo se ha conservado el que se encuentra en Washington.

Es el mito troyano de Laocoonte desde la perspectiva del Greco, quien ubica la dramática escena de forma casi surrealista en Toledo, España.

Esta obra mitológica de este pintor religioso fue inspirada en virtud del hallazgo en Roma del conjunto escultórico de Laocoonte en el año 1506.

Fue una obra que el Greco dejó inconclusa por su muerte en abril de 1614 y se dice que en ella intervino Jorge Manuel, hijo del pintor.

Representación

Para lograr las expresiones de violencia, el pintor se vale de los escorzos, que es un recurso de la pintura, del dibujo y de la fotografía para dar la sensación de profundidad en la imagen.

Asimismo empleó una luz fantasmal para expresar el dramatismo de la situación.

En el fondo del cuadro se observa un paisaje nublado de la ciudad de Toledo, no de Troya, lo cual se ha asociado con una tradición que decía que Toledo había sido fundada por dos cónsules romanos, Telemón y Bruto, de quienes se dice eran descendientes de troyanos.

Se observa asimismo en el cuadro el detalle del caballo galopando hacia Toledo.

En primer plano, se puede ver a Laocoonte y sus dos hijos, desnudos, siendo atacados por las serpientes.

Uno de los hijos aparece muerto mientras el otro hijo y el sacerdote pelean aún, pero están a punto de ser mordidos y vencidos.

A la derecha, se ven otros dos personajes desnudos, como levitando y contemplando la escena. Uno de ellos levanta la mano realizando un gesto con los dedos.

Se han propuesto varias identidades para estos dos personajes. Unos dicen que representan a Apolo, o Artemisa o Atenea.

Pero otros plantean que se trata de Poseídon o Epitemeo, o Pandora e incluso Adán y Eva, entre otros. ​

En los personajes de esta obra, es posible identificar ciertos rasgos que aparecen en otros cuadros, por ejemplo:

  • El rostro de Laocoonte es el mismo que el San Pedro, que se encuentra en el Escorial.
  • El personaje que está de espaldas observando la situación es el mismo que aparece en El martirio de San Mauricio.
  • El hijo de Laocoonte muerto en el suelo guarda relación con el esclavo de Tintoretto en San Marcos liberando al esclavo.

Varias son las interpretaciones que se han hecho en cuanto al significado que quiso expresar el Greco en este cuadro.

Una asevera que el artista quiso poner de manifiesto mediante el mito de Laocoonte la lucha del hombre contra el mal.

Otra versión señala que el Greco estaba expresando, a través de una metáfora, la condena de la que fue objeto el arzobispo Bartolomé de Carranza por la inquisición.

Asimismo, se ha planteado que el pintor tenía como objetivo buscar superar la escultura a través de su pintura.

El Greco y las representaciones en el arte de Laocoonte

Doménikos Theotokópoulos o el Greco fue un artista griego cuya pintura y escultura ayudó a definir el Renacimiento español e influyó en varios movimientos posteriores, desarrollando un estilo muy personal en sus trabajos realizados en la madurez.

Nació en 1541 en Candía, isla de Creta, que entonces formaba parte de la República de Venecia. Fue un maestro apreciado de iconos en el estilo posbizantino vigente en la isla.

A los 26 años viajó a Italia donde residió diez años, primero en Venecia. Allí se relacionó con pintores renacentistas y estudió con Tiziano, convirtiéndose en el pintor más reconocido de su época.

Luego se trasladó a Roma donde se involucró con el manierismo de Miguel Ángel, el cual adoptó como su estilo vital, interpretado de una forma autónoma. ​

Seguidamente, viajó a Madrid, donde intentó conseguir el patrocinio real del rey Felipe II, pero sin éxito, por lo cual se marchó a Toledo, donde finalmente comenzó a encontrar el estilo y el éxito el que sería recordado y donde pintaría sus obras maestras.

En 1957 ya establecido en Toledo, el Greco conoció a Diego de Castilla, decano de la Catedral de Toledo, quien le encargó un grupo de obras para el altar de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo, entre ellas La Trinidad y La Asunción de la Virgen, ambas de 1579.

Castilla también facilitó el encargo de El despojo de Cristo (1579). Estos cuadros se convertirían en algunas de las obras maestras mejores logradas por el pintor.

El despojo de Cristo

Desgraciadamente, el precio que el Greco exigió por este cuadro dio lugar a una disputa, y nunca volvió a recibir un encargo similar de parte de Castilla.

Sus obras de esta época se consideran precursoras del expresionismo y el cubismo.

En sus primeros grandes trabajos en España es posible notar la influencia de sus maestros italianos. No obstante, pronto desarrollaría su estilo particular caracterizado por sus figuras manieristas.

Se le recuerda sobre todo por sus expresivas figuras alargadas, torturadas, delgadas, fantasmales en ambientes indefinidos y una gama de colores buscando los contrastes, a menudo de carácter religioso, cuyo estilo desconcertó a sus contemporáneos, pero contribuyó a consolidar su reputación en los años siguientes.

Actualmente está considerado uno de los artistas más grandes de la civilización occidental y este cuadro Laocoonte se destaca entre las representaciones en el arte de Laocoonte.

¿Dónde se encuentra la obra?

Este cuadro, reconocido entre las más importantes representaciones en el arte de Laocoonte se conserva en la Galería Nacional de Arte de Washington.

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