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Funes el memorioso, es un relato de fantasía del Jorge Luis Borges (1899-1986). Fue publicado por primera vez en edición de La Nación de junio de 1942, y fue incluido en la antología de 1944 Ficciones.
Funes el memorioso, es la historia de un tal Ireneo Funes, quien, después de caerse de su caballo y recibir una mala lesión en la cabeza, adquirió el asombroso talento -o maldición- de recordar absolutamente todo.
Resumen de Funes el memorioso
El narrador, una versión del propio Borges, se encuentra con Ireneo Funes, un adolescente que vive en Fray Bentos, Uruguay, en 1884. El primo de Borges le pregunta al niño por el momento, y Funes responde al instante, sin la ayuda de un reloj y precisa el minuto. Borges también es el autor de El Aleph.
Borges regresa a Buenos Aires, luego en 1887 regresa a Fray Bentos, con la intención de relajarse y estudiar algo de latín. Se entera de que Ireneo Funes ha sufrido un accidente de equitación y ahora está irremediablemente lisiado.
Muy pronto, Borges recibe una nota de Funes, solicitando que el visitante le preste algunos de sus libros en latín y un diccionario. Borges, desconcertado, le envía a Funes lo que él considera las obras más difíciles “para desilusionarlo por completo”.
Días más tarde, Borges recibe un telegrama de Buenos Aires que pide su regreso debido a la mala salud de su padre. Mientras empaca, recuerda los libros y va a la casa de Funes.
La madre de Funes lo acompaña a un patio donde el joven generalmente pasa sus horas oscuras. Cuando entra, Borges es recibido por la voz de Funes que habla el latín perfecto, recitando el primer párrafo del capítulo veinticuatro del séptimo libro de Historia Naturalis” escrito por Plinio el Viejo.
Funes enumera a Borges los casos de memoria citados en la Historia Naturalis , y agrega que se maravilla de que se los considere maravillosos. Él revela que, desde su caída del caballo, percibe todo con todo detalle y lo recuerda todo. Otro libro de este autor es El hacedor de Borges.
Recuerda, por ejemplo, la forma de las nubes en todos los momentos dados, así como las percepciones asociadas (musculares, térmicas, etc.) de cada momento. Funes tiene una intuición inmediata de la melena de un caballo o la forma de una llama en constante cambio que es comparable a nuestra intuición (de personas normales) de una forma geométrica simple, como un triángulo o un cuadrado.
Para pasar el tiempo, Funes se ha involucrado en proyectos como la reconstrucción de recuerdos pasados de un día completo (un esfuerzo que, según encuentra, le lleva otro día completo), y la construcción de un “sistema de enumeración” que le da a cada número un nombre diferente, arbitrario.
Borges correctamente le señala que esto es precisamente lo opuesto a un sistema de enumeración, pero Funes es incapaz de tal comprensión. Un joven pobre e ignorante en las afueras de un pueblo pequeño, está irremediablemente limitado en sus posibilidades, pero (dice Borges) sus absurdos proyectos revelan “cierta tartamudez y grandeza”.
Funes, se nos dice, es incapaz de ideas platónicas, de generalidades, de abstracción; su mundo es uno de los detalles intolerables incontables. Le resulta muy difícil dormir, ya que recuerda “cada grieta y cada moldura de las diversas casas que lo rodean”.
Borges pasa toda la noche hablando con Funes en la oscuridad. Cuando el alba revela la cara de Funes, de solo 19 años, Borges lo ve “tan grande como el bronce, más antiguo que Egipto, antiguo a las profecías y las pirámides”. Más tarde, Borges descubre que Funes murió por “congestión de los pulmones”.
Análisis de Funes el memorioso
Borges explora una variedad de temas en el texto, como la necesidad de generalización y abstracción al pensamiento y la ciencia. te recomendamos también El libro de Arena de esta escritor.
Funes se puede comparar con un sabio autista, ya que ha adquirido una capacidad extraordinaria, la memoria, sin la necesidad obvia de estudio o práctica. La historia plantea la cuestión no resuelta de cuánto potencial no cumplido realmente contiene el cerebro humano.
La temprana muerte de Funes se hace eco de la idea del potencial no cumplido, el milagro perdido de un hombre de las praderas con habilidades fenomenales que vive y muere en la oscuridad. La maravilla desatendida es un tema común en la escritura de Borges.
El narrador menciona que Locke postuló y luego rechazó una expresión imposible “en la que cada cosa individual, cada piedra, cada pájaro y cada rama tendría su propio nombre.
Funes una vez proyectó un lenguaje análogo, pero lo descartó porque le parecía demasiado general, demasiado ambiguo ya que no tomó tiempo en cuenta: dado que los objetos físicos están cambiando constantemente de manera sutil, Funes insistió en que para hacer referencia inequívoca a un objeto uno debe especificar un tiempo.
Debido a que Funes puede distinguir cada objeto físico en cada momento de visualización, no tiene ninguna necesidad clara de generalización (o supresión de detalles) para la gestión de impresiones de los sentidos.
El narrador afirma que esto evita el pensamiento abstracto, dado que la inducción y la deducción se basan en esta capacidad. Esto se afirma en la línea pensar es olvidar una diferencia, generalizar, abstraer. En el mundo excesivamente repleto de Funes, no había nada más que detalles.
Funes se sienta en una habitación oscura y repasa los sucesos de su pasado. Como narrativa esto puede verse como una versión extendida del insomnio. Es una presentación fantástica de una queja humana común. El propio Borges afirma que el cuento es una metáfora de esto en el prólogo de Artificios.
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Comentarios a Funes el memorioso
Se comenta que en la vida real existió un caso como el de Funes el memorioso. Daniel Tammet (nacido en 1979), un sabio británico autista, tiene cierta similitud con el ficticio Ireneo Funes.
Tuvo ataques epilépticos que pueden tener parte en sus talentos inusuales; su memoria para los números es prodigiosa y finalmente, explicó que tiene sinestesia, lo que le permite “ver” los números como formas, algunos de los cuales son más agradables que otros. Puedes leer también Las ruinas circulares.
En este mismo orden Solomon Shereshevskii, un artista de la memoria escénica con una condición conocida como “hipermnesia”, es descrito por el neuropsicólogo ruso Alexander Luria en su libro, La Mente de un Mnemonista, que algunos especulan fue la inspiración para la historia de Borges.
Alexander Luria discute explícitamente algunas de las concesiones -indicadas por Borges- que vienen con un poder de memoria supernormal. El neurólogo y escritor británico-estadounidense Oliver Sacks cita el libro de Luria como la inspiración para su propio libro, Amaneceres, que está dedicado a Luria.
Jill Price, junto con otras 10 personas, pueden recordar con gran precisión la mayoría de los días de sus vidas a partir de la edad promedio de 11. El término científico para su condición única es “síndrome hipertimétrico”, más recientemente conocido como memoria autobiográfica altamente superior (HSAM). Price ha declarado que ella, como Funes, ve su memoria como una maldición.
Actualizado el 6 mayo, 2024