A Simone de Beauvoir se le considera la pionera del movimiento feminista. Ciertamente fue una mujer apasionada y estricta, quien ideológica y políticamente se comprometió con su tiempo. Al igual que su pareja, el también filósofo, Jean-Paul Sartre, fue simpatizante de la izquierda, existencialista, y dedicó su existencia a la creación intelectual.

Simone de beauvoir

¿Quién fue Simone de Beauvoir?

De Beauvoir fue la primera intelectual de su talla en colocar a la mujer como centro de sus planteamientos filosóficos. La temática de lo femenino ya había sido anteriormente abordada, pero únicamente se le trató como un elemento marginal de otras teorías.

Todos los patrones implantados acerca de la mujer, fueron rotos en su exitoso libro de 1949 “El Segundo Sexo”. Además de establecer un hito, las ideas allí expuestas por De Beauvoir, se constituyeron en una exposición razonada sobre la condición femenina tanto a nivel ideológico como histórico, sociológico y hasta científico.

¿Qué es una mujer? ¿Tiene libertad para escoger su lugar en la sociedad? ¿Protagoniza ella su vida o está condenada a cumplir un rol establecido? A lo largo de las páginas de su libro, De Beauvoir analiza en profundidad dichas interrogantes, al igual que otras temáticas esenciales como la sexualidad femenina, el matrimonio y la maternidad.

A pesar de que las condiciones sociales no son las mismas, y las costumbres y mentalidades han evolucionado de forma significativa, “El Segundo Sexo” se ha mantenido como un libro de referencia que convoca a meditar sobre el papel de la mujer en la sociedad y cultura actual.

La teoría de De Beauvoir aborda la problemática de la mujer desde tres perspectivas:

  • Ontológico: ¿Qué es una Mujer?
  • Existencialista: ¿Cuál es el Significado de la Mujer?
  • Fenomenológico: ¿De qué se Trata Vivir la Experiencia de ser Mujer?

Simone de beauvoir

Se considera a “El Segundo Sexo” como la obra que dio un impulso definitivo a las, para la fecha relegadas, teorías de sexo y de género. En el texto se establecen los cimientos de la filosofía feminista, y creó tanta controversia que fue incluido en la lista de libros prohibidos del Vaticano.

Se dice que la argumentación del libro es comparable a la de la Biblia, ya que, así como en el Génesis, principia con una “caída” en el conocimiento. Al respecto De Beauvoir relata cómo su tía, al visitarla al hospital el día de su nacimiento, observó que su cuna estaba etiquetada con las palabras “¡Es una niña!”, mientras que la etiqueta de la cuna de al lado decía “¡Yo soy un niño!”.

Tal diferenciación entre mujer-objeto y hombre-sujeto es evidencia de la ausencia de reciprocidad entre ambos géneros. Lo relatado por De Beauvoir es utilizado por ella como introducción a su feminismo existencialista.

Biografía

Simone De Beauvoir llega al mundo en París un 9 de enero de 1908, siendo sus progenitores Georges Bertrand de Beauvoir y Françoise Brasseur, ambos pertenecientes a la burguesía católica cuya moral cristiana era muy rigurosa.

Simone y su hermana menor Hélène, se criaron muy unidas y ambas estudiaron en colegios católicos. Contando apenas veintiún años se diploma como licenciada en Filosofía, carrera que realizó en la Universidad de París (la Sorbona).

Fue allí donde, en 1929, conoció a Jean-Paul Sartre, mientras ambos ejercían como catedráticos de Filosofía. Haberlo conocido fue determinante para ella, según De Beauvoir, “el acontecimiento trascendental de mi existencia”. Su unión, más que sentimental, fue intelectual y se mantuvo hasta la muerte de Sartre en 1980. Juntos desarrollaron teorías basadas en sus conceptos de la mujer y de la pareja.

Simone de beauvoir

Sartre y De Beauvoir, a pesar de que nunca se separaron, jamás se casaron ni vivieron bajo el mismo techo. Su relación fue de tipo abierta, en la que el lazo creado entre ellos les bastaba para sentirse felices. De hecho, De Beauvoir era bisexual, y su comportamiento a nivel personal, en ocasiones, ensombreció su notable reputación académica.

Impartió clases de filosofía hasta 1943, fecha a partir de la cual fue suspendida de toda actividad educativa, tras ser acusada de seducir a una de sus alumnas de 17 años. Tras ser demandada por los padres de la liceísta, su licencia para enseñar fue revocada. Más adelante se desempeñó como redactora en la revista “Tempes modernes”, la cual era dirigida por Sartre.

Tanto su filosofía existencialista como su compromiso político de izquierdas enfrentaron una etapa crítica al desatarse la Segunda Guerra Mundial. De Beauvoir, al igual que Sartre, fueron objeto de numerosas críticas al no comprometerse con los movimientos de resistencia franceses ante la ocupación alemana.

La responsabilidad individual y los dilemas existencialistas de la libertad son algunas de las temáticas tratadas en su novela inicial “La Invitada”, las cuales se mantendrán presentes en novelas subsiguientes como “La Sangre de los Otros” y “Los Mandarines”, por la que obtuvo el Premio Goncourt.

“Memorias de una Joven Formal” y “Final de Cuentas” son dos de sus libros autobiográficos en los que también expone sus teorías existencialistas. La alienación femenina es examinada desde el punto de vista histórico, social y filosófico en su ensayo “El Segundo Sexo”, obra que ha sido considerada como la piedra angular del feminismo.

Al alcanzar los 40 años de edad, Simone De Beauvoir comienza a reflexionar acerca de cómo había experimentado “el hecho de ser mujer”. En comparación con otras mujeres que sienten haber vivido como “seres relativos”, ella reconoce “no haberse sentido jamás inferior a otra persona, ni que la feminidad hubiese sido una carga mental”.

Tales inquietudes dieron origen a “El Segundo Sexo”, que consta de dos volúmenes: “Los Hechos y los Mitos” y “La Experiencia Vivida”. Consideró que su trabajo era la “única forma de garantizar a la mujer la posibilidad de ser libre”, ya que gracias a él la mujer puede acortar “sustancialmente la distancia que le separa del hombre”.

En 1970 publicó su libro “La Vejez”, en el cual aborda la temática del envejecimiento, y en 1981 publicaría “La Ceremonia del Adiós”, obra en la que, desde una perspectiva controversial, habla de sus relaciones con el también filósofo y escritor Jean-Paul Sartre. De Beauvoir muere en París el 14 abril de 1986 a causa de una neumonía.

Obras

No es solo a través de sus ensayos filosóficos que puede entenderse el feminismo de Simone De Beauvoir, ya que su visión feminista en defensa de la posición social de la mujer también puede conocerse leyendo algunos de sus trabajos en otros campos.

Novela

  • La Invitada (1943).
  • La Sangre de los Otros (1945).
  • Todos los Hombres son Mortales (1946).
  • Los Mandarines (1954).
  • Las Bellas Imágenes (1966).
  • La Mujer Rota (1967).
  • Cuando Predomina lo Espiritual (1979).

Ensayo

  • Para qué la Acción (1944).
  • Para una Moral de la Ambigüedad (1947.)
  • El Existencialismo y la Sabiduría de los Pueblos (1948).
  • El Segundo Sexo (1949).
  • El Pensamiento Político de la Derecha (1955).
  • La Larga Marcha (Ensayo sobre China) (1957.)
  • La Vejez (1970).

Memorias y Diarios

  • Norteamérica al Desnudo (1947).
  • Memorias de una Joven Formal (1958).
  • La Plenitud de la Vida (1960).
  • La Fuerza de las Cosas (1963).
  • Una Muerte muy Dulce (1964).
  • Final de Cuentas (1972).
  • La Ceremonia del Adiós (1981).
  • Diario de Guerra: Septiembre de 1939 – Enero de 1941 (1990).
  • Cahiers de Jeunesse, (1926-1930).

Teatro

  • Las Bocas Inútiles (1945).

La Filosofía Feminista de Simone de Beauvoir

Su obra cumbre “El Segundo Sexo”, que fue considerada todo un escándalo en su tiempo, marcó un hito en la historia de la filosofía feminista, ya que fue fuente de inspiración de muchos de los cambios sociales que ocurrieron a mediados del siglo XX.

La filosofía feminista de Simone De Beauvoir es existencialista, para ella el ser humano no tiene una esencia fija, es únicamente “existencia”. Y mientras el ser humano es solo existencia, es “proyecto”, “trascendencia”, “libertad”. Por lo que, no permitir que un humano desarrolle sus potencialidades, se considera un acto de violencia.

A las mujeres, se les ha despojado de un conjunto de derechos a través de la historia por la mera circunstancia de ser mujeres. Por ende, el dominio masculino sobre las mujeres, por la simple diferencia sexual, es por donde se le vea una injusticia.

Cuando se trata de reivindicar la igualdad de derechos de las mujeres, De Beauvoir hace uso de los conceptos de su filosofía existencialista. Se estima que fue en la época de la Ilustración que comenzó esta tarea, tiempo en el que pudo aprovecharse la onda optimista de la época.

Al avanzar el tiempo, y luego de una prolongada y agobiante lucha, fue que se aprobó el derecho al voto femenino y posteriormente, el derecho a la educación universitaria. Es una lucha permanente, y el camino por recorrer es aún largo, ya que son muchos los derechos negados, ya que el machismo todavía predomina en la sociedad, aunque generalmente se oculta bajo una máscara de igualdad.

La mujer ha sido oprimida, dominada y explotada a lo largo de la historia, situación que fue analizada ingeniosamente por De Beauvoir, aun así, no se percató de la suya propia, donde su existencia era ensombrecida por su pareja Jean Paul Sartre, quien era igualmente un filósofo existencialista.

Feminismo Existencialista e Influencias de Jean-Paul Sartre

Los planteamientos de Simone de Beauvoir con respecto al feminismo existencialista se basaban en conceptos ya existentes como la noción de “otredad” de Hegel, que señalaba que la existencia antecede a la esencia, entre otros. De acuerdo a la corriente existencialista el ser humano es capaz de construir y decidir su destino, por lo tanto, no es un ser predeterminado.

De acuerdo a esta argumentación, De Beauvoir plantea cuestionar el concepto de mujer. Una de sus propuestas es que la diferenciación ontológica existencial entre el ser del hombre y el ser de la mujer puede estar determinada, mas no limitada a lo fáctico del sexo. Expone el siguiente razonamiento, si el ser mujer no puede estar definido por el sexo, entonces, ¿Qué lo define?

La intelectual se ha servido de la biología, el psicoanálisis, el materialismo, la historia, la literatura y la antropología para analizar los hechos y los mitos en torno a la elaboración del concepto de mujer.

En base a dicha interrogante propone que la noción de lo “femenino”, que sirve para identificar a la mujer, es una construcción social, y, por ende, no está supeditada a su “esencia”. En línea con este contexto argumentativo desarrolla su frase más célebre: “No se nace mujer, se llega a serlo”.

Los fundamentos filosóficos del feminismo existencialista de De Beauvoir se basan en el desarrollo del existencialismo de Jean-Paul Sartre. Pero, tal vez, a ella se le conoce más por su controversial relación abierta con este último. En sus distintas autobiografías se hace referencia a su relación con Sartre y sus vivencias como mujer bisexual en una relación abierta.

Algo que llamó mucho la atención de Annie Cohen-Solal, la biógrafa de Sartre, en una conferencia que dictó conjuntamente con De Beauvoir en Harvard, fue que todo lo que se preguntaba sobre Sartre estaba relacionado con su filosofía, al tanto que todas las preguntas concernientes a De Beauvoir se referían a su vida personal.

Influencia y Críticas

Aunque indirectamente, no se puede negar la influencia que la obra de De Beauvoir ha ejercido en los cambios políticos y sociales que el feminismo ha logrado en el mundo, (derecho al trabajo, al placer, a la independencia, al voto, a la igualdad de remuneración, etc.), su más importante aportación ha sido el cambio en la identidad colectiva, algo que el movimiento feminista necesitaba.

En base a sus teorías se ha propuesto que los conceptos de género y sexo se separen o, como mínimo, se cuestionen, lo cual ha sido de gran utilidad para las teorías de género actualmente en boga.

Simone De Beauvoir también fue una de las primeras en manifestar, con cierta ingenuidad, una actitud ambigua en relación con la feminidad que expone la complejidad que implica el ser mujer, la cual también ha hecho suya la comunidad LGBT (Lesbianas, Gais, ​ Bisexuales y Trans).

Sus planteamientos han contribuido a poner término a la soledad de millones de mujeres y hombres, quienes creían que eran los únicos en sentirse temerosos o que violaban la ley, y que experimentaban fantasías y deseos que acrecentaban su ambigüedad ante lo femenino, o que se trataba de una aberración.

Judith Thurman, en su introducción a una de las ediciones del libro “El Segundo Sexo” de De Beauvoir, apunta que los estudios más recientes de las ciencias sociales y la biología respaldan el argumento de que ciertas diferencias de sexo nacen con el individuo, por lo tanto, no son circunstanciales (y no únicamente las más evidentes).

A De Beauvoir se la ha atribuido ofrecer una perspectiva negativa sobre la fertilidad y la tentativa de homogeneizar a la humanidad, lo cual ha sido rechazado por muchos.