Templo de Zeus en Olimpia

El Templo de Zeus en Olimpia, un templo clásico de orden dórico

El imponente templo de Zeus en Olimpia es una obra clásica de gran valor para la arquitectura griega enclavado en el famoso santuario olímpico. Te invitamos a conocer más de él, de su historia, su arquitectura, de sus componentes y de la espectacular estatua del asombroso dios de dioses Zeus.

Acerca de Olimpia

La ciudad de Olimpia es uno de los santuarios y centros arqueológicos más importantes de Grecia y del mundo, ya que en ella se encuentra edificaciones icónicas del período clásico de la Grecia Antigua, además de servir de lugar de adoración de dioses míticos.

Por otra parte, fue una ciudad célebre desde la Antigüedad pues fue la organizadora y sede, por muchos siglos, de los Juegos Olímpicos, que se llevaban a cabo cada cuatro años.

Templo de Zeus en Olimpia

Alcanzó mayor preponderancia a partir de la época arcaica, por las construcciones dedicadas que se comenzaron a erigir en sus tierras gracias a los innumerables exvotos de los devotos.

Asimismo, es de gran prestigio y renombre en virtud de los grandes templos dedicados a distintos dioses, así como por ser enclave del pritaneo, sede del poder político, del buleuterio, consejo de las personas encargadas de los asuntos ciudadanos, y por una inmensidad de tesoros que se encierran en este santuario olímpico.

Templo de Zeus en Olimpia

Más adelante, ya en el periodo clásico se erigió el templo de Zeus, incluyendo su asombrosa estatuas en oro y marfil, hecha por Fidias, que engrandeció el prestigio de la ciudad.

Se halla en un entorno natural envidiable al pie del monte Cronio  en la península de Peloponeso, sitio en el que se alberga el impresionante templo de Zeus.

Todos estos motivos hicieron que la ciudad fuera reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Templo de Zeus en Olimpia

Historia del templo de Zeus en Olimpia

El magnífico templo de Zeus en Olimpia fue construido entre los años 470 y 456 a. C. y constituyó un prototipo de los templos clásicos griegos en el que se plasmó el orden dórico.

Fue el edificio más importante en el santuario de Olimpia, en el que se encuentran las edificaciones dedicadas a las divinidades panhelénicas locales. Específicamente el templo de Zeus fue la edificación fundamental del Altis, espacio consagrado a este dios, por su doble dimensión: arquitectónica y religiosa.

Por otra parte, fue el mayor templo de toda la península del Peloponeso, construido por el arquitecto Libón de Élide en el siglo V a.C., en cuya construcción se utilizó el botín obtenido de los Eleos en la guerra contra Pisa y Trifilia.

Templo de Zeus en Olimpia

¿Cuándo fue construido?

El templo de Zeus en Olimpia fue una de las obras arquitectónicas más representativas de la arte clásico griego,  el cual se caracterizaba primordialmente por ser de evidente dominio del orden dórico en cada una de sus piezas.

Fue una edificación en la que se aprovechó el maravilloso entorno en el que fue erigido, como lo fue la arboleda de carácter sagrado llamada Altis, lo que permitió la conjugación perfecta entre el palacio de piedra y la naturaleza circundante.

Templo de Zeus en Olimpia

Arquitectura del templo de Zeus en Olimpia

La superficie que ocupaba el estilóbato o plataforma superior tenía de 64,12 m de largo por 27,68 m de ancho. Sobre el estilóbato se construyeron las 78 columnas que medían 10,42 m de alto en un claro estilo dórico.

El templo tenía seis columnas en la parte frontal y 13 a los lados. Las columnas laterales tenían un diámetro inferior de 2,21 m por 2,25 de las frontales.

Templo de Zeus en Olimpia

Esta configuración de la galería de columnas, que se denomina peristilo, lo que le imprime una gran fortaleza para soportar la superestructura de más de cuatro metros que serviría de techo y que incluía los frontones, frisos, metopas y triglifos.

Como material de construcción se empleó piedra caliza conchífera o conchas calcáreas del país, que es áspera y porosa.

Para darle una apariencia tipo mármol, se aplicó a la piedra una capa protectora y vistosa preparada con estuco y así darle una apariencia lustrosa, ya que para el momento de la construcción en Olimpia no había canteras de mármol.

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Techo del templo

Se recubrió el techo central con tejas planas de mármol, pero del tipo Paros, que fueron luego substituidas por otras de mármol Pentélico.

Como soporte del techo se empleó madera en su parte externa, en la que se previó una canaleta para recoger el agua de lluvia y llevarla a unas gárgolas en las que se recolectaba y la vertía en el exterior.

Dichas gárgolas fueron hechas de mármol y fueron talladas emulando una cabeza de león. Se estiman que había unas 102 gárgolas, de las cuales aún se conservan en buen estado más de treinta.

Las que se rompían o se deterioraban por el paso del tiempo eran reemplazadas por otras labradas en épocas posteriores.

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En su conjunto la configuración arquitectónica tenía una apariencia elegante, pero las figuras que conformaban los dos frontones, al igual que las de las metopas del interior, constituían un ornamento de mucha mayor majestuosidad.

Además, la aplicación de la capa de estuco hecha con cal, arena y agua que recubría la estructura básica proporcionaba un aspecto artístico, delicado y de gran colorido en diversas partes especialmente visibles. Con este aditamento cromático se logró una apariencia más agradable y uniforme.

Los bordes inferiores de los capiteles se pintaron de rojo, mientras que los triglifos fueron coloreados de azul oscuro, alternando los paneles en azul y oro.

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Éstos presentaban unos bordes y demarcaciones hechos con filos en los que se podían observar los canalones de mármol, que eran de fondo azul claro que compaginaban muy bien con los azul pálido, lo que estaba compensado por los meandros en dorados.

Entrada del templo y fachada frontal

Al templo se entraba por el lado este llegando a la gran nave. Se dispuso una rampa de mediana pendiente en la entrada que ayudaba en gran medida en los rituales religiosos, evitando tropiezos con los escalones.

El frontón de la fachada fue hecho de mármol y en el mismo se representaba la famosa carrera de carros que se libró entre Pélope y Enómao, la cual constituyó el gran mito peloponésico en el que se presagiaba el terrible final del soberano de Pisa.

En la parte central del frontón se muestra a Zeus en toda su majestuosidad con su haz de rayos en la mano derecha y en la parte superior se colocó una estatua dorada de una Niké, o diosa con alas, representando la victoria.

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En los extremos se podían ver dos calderas doradas con trípodes, que significaban el botín que obtuvieron del enemigo tras la victoria.

Debajo de la Niké se veía un escudo de oro con la Gorgona Medusa, o monstruo femenino que tenía una inscripción señalando que éste había sido ofrecido a Zeus por los lacedonios y sus aliados al ganar la Batalla de Tanagra como parte del despojo a los atenienses, jonios y angivos. Esta monstruo en el escudo significaba que se estaba protegiendo al templo y todos sus tesoros.

Se exhibía en el friso exterior que descansaba sobre las columnas, veintiún escudos de oro, que fueron ofrenda del general romano Mumio, conquistador de Corinto.

Los Frontones del Templo de Zeus en Olimpia

Estos dos grupos escultórico resaltan en tamaño y en belleza y se hallan ubicados en los lados este y oeste.

No hay un consenso en cuanto a quien fue el autor de los mismos, tampoco sobre el significado de la disposición de las figuras, ni sobre la fecha de construcción, aunque se estima fueron creados alrededor del año 456 a. C.

Estos frontones junto a los que adornaban al Partenón representan la máxima expresión de la plasticidad del arte griego.

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Frontón oriental

En este frontón del lado este quedó plasmada la célebre leyenda de la mitología griega que relata la nefasta lucha de una carrera de carros que disputaron Enómao, de Pisa, y Pélope, de Eleo.

Se muestra en el conjunto escultórico el tenso momento del sacrificio ofrecido a Zeus antes comenzar la carrera.

Se puede percibir de las figuras la intensa concentración que conlleva una angustia implícita antes de la contienda, mientras la figura del dios aparece parado en medio, arbitrando a los dos bandos, rodeado de héroes y heroínas, además de figuras en las recostadas en las esquinas,.

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Se aprecia a Hipodamía, uno de los contendientes, y su criada en el lado izquierdo de Zeus y Pélope a su derecha. Erróneamente el historiador Pausanias, asoció la autoría de este frontón a Peonio al momento de hacer el recuento de obras del escultor a fines del siglo II a. C.

Muchas de las quince figuras que pertenecieron a este frontón se han ido descubriendo paulatinamente por las excavaciones que todavía se llevan a cabo, pero aún los expertos discuten en cuanto a la disposición e interrelación de las seis figuras que aparecen sentadas o arrodilladas, así como sus identidades.

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Frontón occidental

Se escenifica en el frontón la Centauromaquia, o lucha que se suscitó durante la boda de Pirítoo, rey de los lápitas, entre éstos y los centauros, quienes habían transgredido la xenia, que eran las normas sagradas de hospitalidad entre jefes o caudillos y reyes.

Aparece Apolo​ de pie en el centro, rodeado por Pirítoo y Teseo.​ Se muestra a los lápitas, que eran seres hermosos, representando el orden olímpico civilizado y a los centauros, seres monstruosos, mitad hombre y mitad caballo de naturaleza primitiva, tosca y, de cierta manera, abusiva.

Este frontal consta de veintiún figuras que representaban esta vieja leyenda de la región de Tesalia, pero de trascendencia panhelénica. También hay confusión con este frontón en cuanto a la ubicación de las figuras en este grupo escultórico.

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Las metopas

Este ornamento escultórico se ubica en el espacio entre los triglifos del friso dórico, el cual sostiene la cornisa. Estaban labradas con un estilo artístico muy delicado, lo que proporcionaba a la pronaos y el opistodomos una atractiva apariencia.

Se incluyeron allí seis metopas en cada extremo, que muestran las doce tareas de Heracles, en las que vence a diversos monstruos y criaturas.

Se buscaba resaltar la fortaleza anímica que exhibía este guerrero griego como dando ejemplo para todos ante cualquier circunstancia desfavorable del destino.​ Se intuye que se quiso exaltar a Heracles por la gran popularidad que éste se había ganado en Olimpia.

Templo de Zeus en Olimpia

Las metopas tenían una altura de 1,60 m, de allí que las figuras tuvieran un tamaño natural. Se calcula que se realizaron alrededor del año 546 a. C.

En la decoración se emplearon de manera alternada los colores azul y rojo como fondo o como elemento para resaltar los cuerpos de las figuras.

El estado actual de las metopas es muy precario y las que existen se halla una pequeña cantidad en los Museos de Olimpia y el resto en el Museo del Louvre.

Estatua de Zeus en el Templo de Zeus en Olimpia

La fascinante estatua de Zeus que se resguardaba en la cela del templo estaba hecha de material crisoelefantino; es decir de oro y marfil.

Como se ha señalado, medía doce metros, sin contar la base, la cual fue terminada por su escultor Fidias, en el año 432 a.C. y fue considerada una de las siete maravillas del Mundo Antiguo.

La cela o sala en que se encontraba medía casi 13 m de largo por 29 de ancho, y se hallaba dividida en tres partes por dos filas de siete columnas cada una, encima de las cuales se levantaba una segunda fila de columnas.

Fidias necesitó estar ocho años en Olimpia para realizar el trabajo con la ayuda de numerosos tallistas y subalternos.

La escultura representa a Zeus sentado en su trono. La imagen en su conjunto ocupaba una superficie de 6,50 por 10 m y una altura de doce m. En su cabeza lleva una corona imitación de ramas de olivo.

Tiene en su mano derecha, en lugar del tradicional rayo, Niké, o la diosa alada de la victoria, hecha también en marfil y oro con corona en la cabeza y una cinta.

En la mano izquierda del dios hay un cetro adornado con varios metales y sobre éste aparece un águila. El gran manto y las sandalias del dios también son de oro. En el manto aparecen diversos animales y lirios.

El trono fue adornado con diversas piedras preciosas de variados colores y con oro. Incluye, además incrustaciones de ébano y marfil. El trono también tiene pintados animales y figuras grabadas.

En las patas del trono aparecen cuatro Nikes bailando y dos de pie delante de cada una. En las dos patas delanteras se pueden ver unos niños tebanos que son robados por las esfinges, debajo de las cuales están Apolo y Artemisa disparando flechas a los hijos de Niobe.

Para una mejor contemplación de la estatua, la cela se construyeron dos pisos comunicados por una escalera de caracol, por la que los visitantes podían llegar a una pasarela y, así, ver muy de cerca la potente cabeza del dios y detallar los rasgos de su rostro.

La armazón interior de la estatua se supone fue de madera recubierta con la superficie de oro y marfil, que fue una innovación de Fidias, en la que usaba el oro para las vestiduras y el marfil para las partes desnudas; es decir: brazos, cabeza, cintura, pecho, intentando lograr una combinación de naturalismo y una dosis de idealismo.

Fidias representó a Zeus con cabellos dorados, diferente a como lo representó Homero en La Ilíada en la que se narra que tenía el pelo negro.

Para el mantenimiento de la escultura se requería realizar una intensa limpieza con aceite y así protegerla de la humedad del Altis. Se colocó mármol negro delante de la imagen con un borde de mármol de Paros para recoger el aceite y evitar derramara por todo el piso.

Destrucción y restauración del Templo de Zeus en Olimpia

En el año 393 d. C., en tiempos del imperio romano, se celebraron las 293 Olimpiadas, que fueron las últimas después de casi doce siglos de competencia desde sus comienzos. La suspensión se debió a la prohibición que ordenó el emperador romano Teodesio I.

El santuario fue cerrado y despojado de la estatua de Zeus, que llevada a Constantinopla, de donde nunca volvió, hasta que finalmente desapareció en el devastador incendio del año 475 d. C.

En el año 395 el santuario fue objeto de múltiples saqueos perpetrados por hordas de godos de la región de Alarico, que cargaron con todas sus riquezas y tesoros, así como de esculturas y objetos valiosos,

Años más tarde en 408 el emperador Teodesio II ordenó la demolición de todos los templos paganos, entre ellos los del santuario de Olimpia.

Luego en el 426 sufrió un voraz incendio que azotó lo que quedaba del templo, el cual, a pesar de todo, aún mantuvo en pie la estructura remanente.

En los años 522 y 551 se produjeron dos terremotos que terminaron por derribar las columnas del edificio del Altis.

Las tragedias para el templo continuaron y es así que, debido a las periódicas crecidas de los ríos Cladeo y Alfeo, densas capas de arena y lodo fueron cubriendo las ruinas del santuario.

Restauración

En el año 1766 un trabajo arqueológico efectuado en el santuario, que había sido olvidado bajo derrumbes e inundaciones de barro pegajoso, pudo ser identificado el templo.

Un grupo de franceses se interesaron en rescatar parte del material del Templo de Zeus, de manera tal que en 1829 excavaron y recopilaron varios fragmentos de los frontones que fueron llevado al Museo del Louvre para su evaluación y restauración.

Se inició, entonces, en 1875 un proceso de excavaciones sistemáticas, supervisado por el Instituto Arqueológico Alemán. Aun cuando se han presentado algunas dificultades, las excavaciones prosiguen actualmente.

En años posteriores, se han llevado a diversos trabajos para tratar de recuperar y restaurar las edificaciones del santuario, en especial al del templo de Zeus.

Así, podemos destacar entre ellos, las excavaciones hechas entre 1889 y 1896 por Francis Penrose, perteneciente a la  Escuela Británica de Atenas, quien, además, realizó una importante labor cuando se efectuó la restauración del Partenón.

Asimismo, están labores adelantadas por el arqueólogo alemán Gabriel Welter y las realizadas en la década de los años 60 por grupos de arqueólogos griegos liderados por Ioannes Travlos.

Al respecto de estos trabajos, se instituyó al templo, al igual que a otras ruinas adyacentes de otras edificaciones antiguas, en un distrito histórico, el cual fue adscrito al Eforato de Antigüedades del Ministerio del Interior griego, que lo administra.

En el año 2007 se llevó a cabo un evento interesante. Se trata del Rito Ellinais, cuya primera ceremonia se celebró específicamente el 22 de enero de 2007 realizado por este grupo Ellinais de neopaganos de Grecia, el cual efectuó unos ceremoniales en homenaje al dios en terrenos del templo de Zeus en Olimpia, que ya cuenta con 1.800 años de antigüedad.

Dicho evento fue organizado por Ellinais, institución que en otoño de 2006 habría obtenido el reconocimiento de las prácticas religiosas griegas antiguas, luego de una larga batalla jurídica.

Este evento, el primero en este sitio después de que fueran prohibidos en ese lugar por el imperio romano a finales del siglo IV, duró 90 minutos durante los cuales se cantaron himnos, actuaron bailarines y portadores de antorchas.

Asimismo, se presentaron los adoradores del dios, ataviados con trajes antiguos, quienes declamaban y entonaban himnos antiguos invocando a Zeus con palabras como “Rey de los Dioses y el motor de las cosas“, con la finalidad de traer paz a la tierra.

Los sacerdotes, por su parte, celebraron las nupcias de Zeus y Hera, bajo las imponentes columnas de estilo corintio en el centro de la ciudad y recordatorio del templo de Zeus en Olimpia.

Se presentó también un heraldo que portaba un bastón de metal, que tenía dos cabezas de serpiente. Éste hizo la proclamación al comienzo del rito antes de la intervención de los sacerdotes, quienes con túnicas azules y rojas y chitones, soltaron dos palomas blancas, como símbolos de paz.

Se hizo libación de vino por parte de un sacerdote y quemaba incienso en un trípode de cobre pequeño, al son del canto de coro de hombres y mujeres que entonaban cánticos antiguos siendo observados por supuestos guardias, trajeados como antiguos soldados griegos.

¿Sabías que…

A pesar de que se han caído casi todas las columnas del templo, se conservan intactas las esculturas de sus doce metopas y sus dos frontones, que fueron esculpidas en mármol?

Las doce metopas del templo representan los doce trabajos que hacía Héracles?

La magnífica estatua crisoelefantina de Zeus Olímpico de doce metros de altura ocupa la totalidad de la cela?

El visitante debe cruzar la pronaos para poder ingresar a la cela donde está la estatua de Zeus?

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