El curioso y aleccionador cuento ¿A qué sabe la luna? nos brinda de forma sencilla y muy ilustrativa una valiosa enseñanza. Conoce en este post de qué se trata. También encontrarás un resumen de este simpático cuento infantil, información sobre sus personajes, los valores exaltados y la biografía de su autor y sus otras obras.
Resumen de ¿A qué sabe la luna?
El cuento ¿A qué sabe la luna? nos relata la aventura de los animales, que por mucho tiempo habían estado anhelando saber qué sabor tenía la luna. Y era tal su curiosidad de saber si era dulce o salada, que se conformaban solo con probar un pedacito de ella.
Así, todas las noches miraban extasiados el cielo esperando a que apareciera la luna y, tan pronto la veían, alzaban sus brazos estirándolos lo más que podían con mucha ansiedad intentando tocarla.
Algunos saltaban para agarrarla, otros alargaban sus cuellos, o se empinaban y estiraban las piernas buscando arrancarle un trocito para saciar su deseo, pero todos estos esfuerzos eran en vano.
No obstante, no cejaban en su intento de algún día poder satisfacer ese gusto de darle un pequeño mordisco a la luna.
Luego de muchas noches pensando qué podían hacer, de pronto, la tortuga tuvo una gran idea. Les propuso montarse un animal sobre otro formando una columna para conseguir llegar hasta la luna.
Los instó a irse hasta la montaña más alta y estando allí le pidió al elefante que se trepara sobre su espalda y tratara de tocarla. Aunque el elefante se esforzó y estiró lo más que pudo, no alcanzó llegar a ella.
Y así poco a poco, cada animal se fue posicionando encima del otro formando una especie de escalera cada vez más alta en su afán de tomar un pedazo de astro lunar.
El final del cuento resulta sumamente sorprendente y emotivo por el aprendizaje que deja a cada animal. En definitiva es un cuento para soñar.
¿A qué sabe la luna? fue un cuento creado por el escritor e ilustrador polaco Michael Grejniec, quien gracias a este simpático relato, se fue ganando la estima y popularidad en el mundo de los cuentistas infantiles y del público en general, sobre todo de los pequeñines.
¿A qué sabe la luna? es una historia apropiada para todo el grupo familiar, pues de manera divertida atrapa rápidamente la atención y el gusto de los niños más pequeños y de los más grandes con la participación de los adultos en la lectura.
Se trata de una historia con un contenido muy fácil de leer y de entender y con unas ilustraciones que agradan a los niños.
Esta estupenda historia se le ha clasificado como un clásico contemporáneo, que discurre entre fábula y leyenda y que lleva implícito un mensaje de solidaridad y compañerismo, así como de generosidad. Un relato también interesante es el de Cara de pan.
También nos da cuenta de lo que son los sueños compartidos con una moraleja muy clara, contundente y hermosa.
El mensaje nos revela valores como el promover la cooperación que permite conseguir sueños difíciles de lograr e incluso imposibles de obtener a través del trabajo en equipo.
La historia presentada no solo es para leer, sino también es adecuada para preparar y hacer actividades con los niños.
Con el texto del cuento es posible armar pequeñas escenas dramatizadas por los pequeños y aprovechar para aprender sobre los distintos animales que intervienen en la trama, su forma física, sus características y enfatizar en sus diferencias.
Este tema de los sueños compartidos referido en el cuento resulta propicio para efectuar varias rutinas de aprendizaje en cuanto a cómo compartir las tareas para alcanzar metas. Te recomendamos la lectura de Mentira, una historia también de mucho aprendizaje.
Dichas rutinas se pueden llevar a cabo en clase, en la casa o incluso al aire libre y así, basándose en lo que a los animales del cuento hicieron para saber el sabor de la luna, se pueden plantear objetivos sencillos para los niños, quienes deben procurar conseguirlos.
Tal como lo hicieron los animales protagonistas del cuento, es posible hacer planes particulares con cada niño sobre cómo haría para alcanzar algún objetivo específico o algo con lo cual sueñan.
El mismo plan que urdieron los animales protagonistas, todos guiados y enfocados en el mismo objetivo, puede ser utilizado para delinear un plan similar con los pequeños.
Se propone llevar a cabo actividades con los niños para emular a los animales del relato, que comenzaron a trazarse estrategias para lograr su sueño.
En tal sentido, ¿A qué sabe la luna? ha resultado ser un material didáctico muy útil, que se ha venido empleando exitosamente en guarderías y colegios. A través de esta historia de animales se enseña de un modo sencillo a compartir y a trabajar en forma conjunta.
Este peculiar libro de cuentos fue publicado por primera vez en 1993 y del mismo se han hecho dos ediciones más para actualizar su presentación.
Personajes
Los personajes que participan en este interesante cuento son:
• Un elefante
• Una cebra
• Una jirafa
• Una tortuga
• Un león
• Un zorro
• Un monito
• Un ratón.
Con cada uno de los nombres de los animales el cuento resulta una herramienta muy eficaz para trabajar con los niños en la enseñanza de las distintas especies de animales y animarlos a conocer a cada uno de ellos y sus características.
También pueden hacer dibujos de cada uno, ejercitar con los colores de sus pelambres e incluso se puede aprovechar para aprender los nombres en inglés de los animales protagonistas.
El instructor escolar o los padres en casa se pueden valer de muñecos de peluches que se tengan de cada animal o también dibujarlos en cartulinas, que los niños puedan colorear o hacer sus figuras con material de foami.
Igualmente, es posible hacer juegos de adivinanzas tocando los muñecos teniendo los ojos cerrados y tratando de adivinar qué animal es e identificar las partes de su cuerpo.
De mismo modo, es un buen ejercicio muy divertido imitar sus sonidos típicos y averiguar qué animal es, qué comen, qué saben hacer unos y otros no, por ejemplo saltar, correr, aullar, nadar.
Se puede también preparar actividades con los sabores a propósito del sabor de la luna, que es la intriga que tienen los animales del cuento.
El planteamiento en cuanto a si la luna es dulce o salada, ácida o amarga es apropiado para establecer las diferencias entre uno y otro sabor.
Asimismo, está la alternativa de plantear sabores de frutas como fresa, durazno o incluso puré de papas, o cualquier sabor que se les ocurra a los niños.
Al respecto una rutina que gusta a los niños es la competencia en la que se emplea una cesta con diversos alimentos, que los niños deben palpar con los ojos cerrados, seleccionar uno, probarlo e identificarlo, señalando su sabor; es decir, si es dulce, salado, amargo o ácido.
Gana el niño que primero adivine qué fruta o alimento es. Aquí también se puede aprovechar y señalar los nombres de los alimentos o frutas en inglés.
¿A qué sabe la luna? resulta igualmente apropiado para referirse a los grados comparativos y superlativos gramaticales. Estos son una parte importante de la gramática básica de cualquier idioma.
Se puede, entonces, trabajar con ellos comparando un animal con otro, señalando cuál es más grande, el más feroz, el tranquilo, etc., que serían los adjetivos superlativos.
En cuanto a los comparativos, se pueden practicar, por ejemplo, indicando entre dos animales cuál es el más fuerte entre uno y otro, o el más rápido o el que salta más alto, o comparando el tamaño, el peso o el grosor con objetos cotidianos que encontremos en casa, en la calle, en el parque.
Finalmente, con este fabuloso cuento se puede hacer una puesta en escena mediante una representación de la trama recitando o leyendo las frases del texto. Incluso existe la posibilidad para los más osados de hacer alguna acrobacia y subirse uno encima del otro, sin caerse.
Enseñanzas de ¿A qué sabe la luna?
Este caprichoso cuento infantil pone de manifiesto de una manera muy instructiva y amena la cooperación y el trabajo compartido entre un grupo de animales en su intento de llegar a la luna.
Mediante una sencilla y divertida trama cargada de sorpresas, el autor logra plasmar valores indispensables para una sana y productiva convivencia, tales como la perseverancia y el trabajo en equipo con la meta final de conseguir objetivos conjuntamente trazados.
Igualmente, el relato exalta de manera muy particular, clara y contundente el compañerismo y la ayuda al otro.
Gracias a los breves y puntuales diálogos y a las hermosas acuarelas que marcan la historia inspiradas en fábulas y leyendas clásicas, se muestra también la importancia de la generosidad, la solidaridad y la bondad entre familiares y amigos.
Con el cuento A qué sabe la luna, Grejniec se esfuerza por mostrar a los niños que no importa cuan inalcanzables parezcan estar los sueños, ellos se pueden alcanzar con tesón y perseverancia.
Mejor aún si se trata de de un sueño común, pues con el esfuerzo de todos, el trabajo en equipo se hace más llevadero ayudándose unos a otros sin tener en cuenta diferencia alguna, se llega a la meta soñada, al menos de forma más fácil.
Esta es una bonita enseñanza que los niños pueden alcanzar a comprender e interpretar.
También es propicio decir que es una enseñanza para los mayores que ansiamos todo lo que vemos, y cuanto más lejos e imposible sea, más si cabe.
Estamos sumergidos en una acelerada vida, viviendo todo deprisa, pues todo lo queremos ya, e inventamos mil argucias con tal de obtener lo que queremos.
Pero cuando más nos cuesta y más se aleja, nuestra ansiedad aumenta, el ritmo cardíaco se nos acelera. Un aura color fuego nos envuelve y quema, arrasando todo lo que se nos ponga por delante, pisando sin compasión a qué o quién haga falta con tal de llegar hasta la “luna”.
También como enseñanza podemos señalar lo que dejan los objetivos cumplidos:
- El despertar el interés del niño por la lectura.
- El deseo de querer aprender a leer.
- Fomentar la fantasía y curiosidad de los pequeños, al tratarse de una historia imaginaria.
- Respetar las normas propuestas para la actividad.
- Escuchar con atención la narración del cuento.
- Aprender a crear el ambiente propicio para la lectura.
- Favorecer la expresión libre de opiniones e intereses.
Editorial
La versión en español del cuento ¿A qué sabe la luna? fue publicada por Kalandraka Editora creada el 2 de abril de 1998, justo el día en el que se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Se especializa en libros ilustrados de alta gama para edades de 0 a 6 años.
Desde el inicio de este interesante proyecto, se planteó como objetivo ofrecer obras de la mejor calidad estética y literaria y adoptó por lema “Libros para soñar”.
Este cuento A qué sabe la luna pertenece precisamente a esta colección de “Libros para soñar” y fue editado por esta editorial en 1999, resurgiendo luego de algunos años de haber sido escrito, siendo un éxito entre los niños y convirtiéndose en todo un clásico.
Esta editorial comenzó publicando en lengua galega o gallega con el compromiso de la normalización lingüística de este idioma y se presentó como un proyecto plurilingüe que actualmente edita en castellano, gallego, Catalá, euskara, portugués, italiano e inglés.
Entre los numerosos y múltiples trabajos y álbumes ilustrados que lleva a cabo la editorial, en su gran mayoría son de creación propia.
Asimismo, trabajan con adaptaciones de cuentos tradicionales, recuperación de clásicos de la literatura infantil y juvenil, libros para pre-lectores, libros de fácil lectura, libro-discos, poesía y arte son las principales líneas de trabajo que conforman un catálogo vivo y diverso.
Uno de los trabajos más exitosos de la editorial ha sido este cuento ¿A qué sabe la luna?.
Kalandraka ha ampliado su espectro al incorporar al sello Faktoría K de Libros, que ofrece libros de ficción literaria, ensayos, textos de divulgación científica y publicaciones singulares.
A Kalandraka Editora por sus espléndidos trabajos fruto del esfuerzo colectivo, le han sido concedidos diversos reconocimientos, entre ellos el 1º Premio Nacional de Ilustración 1999 y el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2012, otorgado por el Ministerio de Cultura de España.
La editorial nació con el estímulo para continuar haciendo libros que estimulen el placer por la lectura, pero también que diviertan y permanezcan vigentes por mucho tiempo, teniendo presente el compromiso con la multiculturalidad y el respeto al medio, así como con los proyectos de animación a la imaginación y la curiosidad.
Michael Grejniec
Michael Grejniec se especializó en la escritura e ilustraciones de libros infantiles. Vivió durante un tiempo en Nueva York y en Tokio, Japón, lugares que le sirvieron de inspiración para algunas de obras.
Su trabajo se ha convertido en referente actual de la literatura infantil.
El libro más conocido de Grejniec es precisamente ¿A qué sabe la luna?, el cual se ha convertido en un clásico de la literatura infantil y juvenil contemporánea. De hecho, figura como uno de los más vendidos. En él se pueden apreciar ilustraciones que resaltan por su sencillez y colorido.
Biografía
Michael Grejniec nació en Polonia en 1955. En su juventud creó carteles para el teatro y películas de animación antes de convertirse en ilustrador y autor de libros infantiles. En 1985 se trasladó a Estados Unidos en donde profundizó en el arte de la escritura.
En 1996 ganó el prestigioso galardón Japan Picture Book Award for Translation. Estando en Tokio produjo varias obras todas muy aclamadas por la audiencia japonesa.
Michael Grejniec vive ahora en Francia.
Su bibliografía incluye numerosos títulos que llevan sus ilustraciones.
Técnicas narrativas
En su trayectoria como escritor, Grejniec ha podido desarrollar algunas técnicas narrativas, que ha aplicado a muchos de sus libros infantiles. Una de ellas es la repetición de una misma frase para que quede en la memoria del lector como una especie de rima.
Esto es normal en sus cuentos infantiles, como lo vemos en ¿A qué sabe la luna? con la repetición de la frase: si te subes a mi espalda, tal vez…; si te subes a mi espalda, a lo mejor...; si te subes a mi espalda, es probable…
Asimismo, aplica lo que se ha llamado la sucesión acumulativa de personajes, con lo cual va presentando poco a poco los personajes que intervienen en la trama.
Es una técnica sencilla que permite a los niños a los que está dirigido el cuento, de aproximadamente cuatro años de edad, ir construyendo la historia a medida que se les lee el cuento.
Aunado a ello, esta técnica les ayuda a anticipar lo que va a ocurrir con lo cual se enganchan más a la trama del cuento.
Además, como parte de sus técnicas, no hay que dejar de señalar que sus ilustraciones son un recurso muy valioso que magistralmente emplea el autor para que ayuden al niño a interactuar con el libro y su historia.
Desde el punto de vista estético, las ilustraciones de A qué sabe la luna son nítidas, sencillas, pero muy expresivas y tiernas, que transmiten calidez. Ello se debe al soporte en el cual fueron hechas.
Por lo general, son texturizadas y preparadas en papel cuché o papel estucado, que dan la impresión de ser casi tridimensionales, proporcionando una simulación de relieve y volumen al paisaje y a los personajes en el entorno de una pequeña selva en su camino hacia el espacio.
Están distribuidas en todo el texto sobre el fondo blanco, logrando un equilibrio que potencia el efecto artístico del libro.
Contrastan con los fondos y sus colores. Así, con el fondo negro azulado que simula la noche cuando aparece la luna. Brindan el escenario perfecto para hacer resaltar los animales y su colorido, y el fondo blanco cuando interviene un nuevo personaje animal.
Como aditivo de este cuento, el libro viene con un póster que se puede pegar a la pared, el cual trae unas medidas, para que los más pequeños puedan medirse hasta alcanzar un respetable metro y medio.
La trama de A qué sabe la luna prepara a los niños en su imaginación para casi todo, incluso para llegar a ser lo que sueñan con ser grandes astronautas o chefs intergalácticos, que bien podrían incluir unas gotas de luna en sus recetas más fascinantes.
Es un relato que motiva a contarlo con lo cual se consigue una gran interacción entre narrador y receptores.
Otras obras
Grejniec ha sido un prolífico autor de libros y entre ellos podemos mencionar los siguientes:
• Good Morning, Good Night, publicado por primera vez en 1993. Se han hecho seis ediciones.
• What Do You Like? Se presentó por primera vez en 1945 y existen seis ediciones.
• Look. Fue publicado por primera vez en 1993 y cuenta con cinco ediciones.
• Albert’s Nap. Se publicó por primera vez en 1945 y se han hecho cuatro ediciones.
• Good Morning, Good Night / Buenos días, buenas noches. Se publicó por primera vez en 2007 y hay dos ediciones del libro.
• Who is my neighbor? Publicado por primera vez en 1994. Solo hay una edición.
• Where is the muffin? Se publicó por primera vez en 2000 y cuenta con una edición.
• Boris the Bear. Publicado por primera vez en 2002 y solo tiene una edición.
• When I open my eyes. Se presentó por primera vez en 1990. Sol hay una edición.
• Ayin tadi nasil? Publicado por primera vez en 1997 con una edición.
• Michael’s Picture (Little Celebration). Se publicó por primera vez en 1997. Solo existe una edición.
Otros libros del autor son:
• Yue liang hao chi ma? Publicado por primera vez en 1995 con una sola edición.
• Tedi ohisama pikapika. Publicado por primera vez en 2002. Solo hay una edición.
• I can see. Se presentó por primera vez en 2000. Hay una sola edición.
• Flores del arco iris (Niji-iro no hana) .
• Fiabo: El brillante pez de colores que amaba las historias. (Fiabo: Ohanashi no suki na makka na sakana).
• Nueve pequeños gatos (Koneko kyū-hiki gūgū).
Actualizado el 6 mayo, 2024