Pedro Pablo Rubens

Pedro Pablo Rubens, pintor barroco escuela flamenca

Pedro Pablo Rubens, también llamado Pieter Paul, Pieter Pauwel, Petrus Paulus, un hombre notable y destacado artista. Fue un pintor barroco de la escuela flamenca. Su estilo desbordante subraya el dinamismo, la sombra y la sensualidad.

Pedro Pablo Rubens

¿Quién fue Pedro Pablo Rubens?

Pedro Pablo Rubens tuvo que recurrir durante esta etapa de su profesión a la utilización de representaciones para libros y grabados en particular para su compañero Balthasar I Moretus, propietario de la casa distribuidora que estableció, la Officina Plantiniana, para difundir su distinción por toda Europa.

De la misma manera, otra explicación detrás de la utilización de delineaciones en la creación fue que las multiplicaciones no aprobadas de sus composiciones se estaban multiplicando, especialmente en las Provincias Unidas, que no reportaron retornos monetarios y de calidad inferior.

Así que decidió cambiar las crónicas bajo su control inmediato. Asimismo, se aseguró de distribuir beneficios, tanto en los Países Bajos españoles como en las Provincias Unidas, y además en Inglaterra, Francia y España. Así, realizó lanzamientos de calidad y cautela siguiendo reglas básicas ya que cada una de sus inscripciones fue nombrada en mayúsculas.

Por regla general acompañadas de aclaraciones o apartados en latín. En este sentido, realizó el dibujo, dando la impresión al experto, a pesar de que salvo unos pocos grabados, que además terminan siendo especiales en cuanto a estrategia, ya que todas sus distintas inscripciones fueron entregadas con el eficiente buril.

Un Método

Por lo tanto, reclutó grabadores preparados bajo Hendrick Goltzius, a quien entrenó minuciosamente en su estilo abrumador. Sin embargo, él estaba solicitando y los despidió. Incluso fue atendido por lo que se consideró un destacado entre otros grabadores flamencos de su tiempo, Lucas Vorsterman I.

Quien ingresó al taller alrededor de 1617 o 1618 y se convirtió en su grabador principal durante bastante tiempo, pero debido al peso con el que Subyugar terminó provocando un colapso mental, dejando el taller y marchando con su familia a vivir a Londres en 1624.

En cualquier caso, Pedro Pablo Rubens descubrió cómo reclutar a otro grabador fenomenal, Paulus Pontius, para suplantarlo, con quién había un largo y productivo esfuerzo conjunto. Rubens también planificó las últimas xilografías significativas que se realizaron antes de la restauración de este procedimiento en el siglo XIX.

Pedro Pablo Rubens

Biografía

Pedro Pablo Rubens fue concebido en Siegen, Sacro Imperio Romano Germánico, actual Alemania, el 28 de junio de 1577 y pateó el balde, en Amberes, Flandes (Holanda española), actual Bélgica, el 30 de mayo de 1640, a los 63 años. También se llamaba Pieter Paul, Pieter Pauwel, Petrus Paulus y, en español, Pedro Pablo Rubens.

Pensado en un pintor florido de la escuela flamenca, con un estilo abundante que destaca el dinamismo, el matiz y la sensualidad. De igual manera, este pintor tuvo sólidos impactos del oficio de la Antigua Grecia, la Antigua Roma y la pintura renacentista.

Específicamente, fue impulsado por la tradición de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, específicamente a la luz del hecho de que apreciaba la representación de los sistemas de vida. No obstante, lo desvió la corriente de Tiziano.

En quien generalmente pensaba en su educador y con quien consideraba la encarnación de la pintura. Asimismo, su inclinación se enmarca entre los incomparables pintores flamencos del barroco del siglo XVII.

Familia                        

Pedro Pablo Rubens fue concebido en Siegen, Westfalia (Alemania) en una familia calvinista de Brabante. Huyeron de Amberes a Colonia (Renania del Norte-Westfalia) en 1568 debido a rebeliones y estrictos malos tratos. Su padre (consejero legal) era Jan Rubens y su madre María Pypelincks.

En esa ciudad, el juez anterior Jan Rubens fue nombrado guía legítimo de la esposa posterior de Guillermo de Orange, Ana de Sajonia, de quien también se convirtió en una novia. Después de unos años, Orange descubrió la infidelidad y Jan Rubens fue detenido en Castle Dillenburg. Fue liberado después de dos años de servidumbre.

Necesitaba pagar la fianza y tenía que vivir en Siegen, una comunidad sin pretensiones a cincuenta millas de Colonia. Fue allí donde, luego de ser perdonados por su pareja, tuvieron a su sexto hijo: Peter Paul. En 1578, tras el fallecimiento de la princesa Ana de Sajonia, se le permitió volver a vivir en Colonia, donde posiblemente Pedro Pablo Rubens inició su preparación estética.

Pedro Pablo Rubens

Dos años después del fallecimiento de Jan (1589), la madre de Rubens, en ese momento una creyente del catolicismo, regresó con su hijo a Amberes, donde procedió con su preparación. Contempló latín, alemán, español y francés con Rombaut Verdonck.

Las dificultades económicas de la familia le obligaron a abandonar sus investigaciones y entró en la administración de la condesa Margaretha de Ligne-Arenberg, viuda de Felipe II de Lalaing, en Oudenaarde. Hacia 1592 comienza su obra de arte concentrada con Tobias Verhaecht, una escena convencional pintor.

Una Composición

No se sabe con precisión en qué fechas se concentró con otros dos ases de la composición: Adam van Noort, que luego fue también educador de Jordaens, y Otto van Veen (Otto Vaenius) . Sin embargo, no parece que dejará un efecto imaginativo aplicable en su estudiante. Columnata de la casa de Rubens en Amberes, la Rubenshuis.

Con la que el pintor Pedro Pablo Rubens hablaría en una parte de sus obras, por ejemplo, El jardín del amor (Prado). Se piensa muy poco en las obras iniciales del pintor realizado en Amberes, a pesar de que hay pruebas de que realizó duplicados de obras de arte de Hans Holbein, Albrecht Dürer y Tobias Stimmer.

El testamento de su mamá decía que entregó sus representaciones a sus hijos sin embargo que “la amplia gama de diversas composiciones, que son hermosas, tiene cabida con Pedro Pablo Rubens, que las ha pintado”.  De sus obras enérgicas hay una de un hombre de medio cuerpo que tiene en su mano derecha una escuadra y un compás.

En la mano izquierda otro instrumento no identificado, sostenido por una cadena. Se le conoce por diferentes títulos: Retrato de un joven sabio, El relojero y El hombre de veintiséis años. Es un óleo sobre una pequeña placa de cobre. Se encuentra en un surtido privado en Nueva York.

En el dorso lleva el grabado “Petrus Paulus Rubens”, y en el anverso la fecha: “MDLXXXXVII” y la edad del modelo: “Aetatis XXVI”. Rubens consiguió el nivel de as en la sociedad de San Lucas. 20 Adicionalmente existe una autentificación de “buenas costumbres y gran bienestar” que data del 8 de mayo de 1600, el artesano lo mencionó para tener la opción de realizar una excursión a Italia.

Pedro Pablo Rubens

Juventud 

Joven se dirige a Venecia Pedro Pablo Rubens. En esta línea, su cargo lo obligaba a ejecutar las representaciones del duque y su familia, duplicar las obras de arte de increíbles especialistas que el duque quería y ocuparse de la mejora de sus residencias reales.

El gusto y el amor por las expresiones de la experiencia humana colgaban en Los Gonzagas, por lo que Rubens encontró una enorme cantidad de obras significativas de increíbles jefes italianos, por ejemplo, Tiziano, Paolo Veronese y Tintoretto, así como lo que antes Annibale Carracci y Caravaggio veían como en el estilo florido.

Pedro Pablo Rubens se trasladó a Roma a petición de su benefactor, para conseguir objetos pasados ​​de moda y hacer duplicados de diferentes pintores, con una carta de sugerencia fechada el 18 de julio de 1601.

A partir de ahora en Roma realizó tres obras de arte, enviadas por el Príncipe Alberto de Austria, funcionario de los Países Bajos, para la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén en Roma que fueron esenciales para una pintura de tres paneles, titulada como Santa Elena con el Cruz verdadera, coronación de espinas y levantamiento de la cruz.

Últimos tiempos 

Pedro Pablo Rubens pasó su última década en Amberes y sus alrededores. Durante estos años investigó caminos estéticos más cercanos al hogar, a través de obras de arte que gran parte del tiempo realizaba sin ánimo de venderlas y que se guardaba para sí hasta su fallecimiento, a pesar de que además siguió realizando importantes obras cargadas.

Particularmente para clientes desconocidos, por ejemplo, los lienzos que Carlos I de Inglaterra le mencionó para alegrar el techo de la Banqueting House del Palacio de Whitehall en Londres, y en particular las composiciones autorizadas por Felipe IV de España para adornar la Torre de la Parada.

En las afueras de Madrid, que se componía de un lote de 52 creaciones artísticas con escenas del folclore tradicional, a pesar de algunas historias morales y dos creaciones artísticas de viejos pensadores, Heráclito, el racionalista sollozante y Demócrito, el lógico burlón, que debería estar en un encuentro con Esopo y Menipo de Velázquez, que incluye un total de 61 o 62 obras.

En 1630, cuatro años después del fallecimiento de su primera esposa, se casó con Hélène Fourment, niña de un acomodado cargador de seda y obras de arte bordadas, Daniël Fourment, con quien Rubens era queridos compañeros, y la hermana de Isabella Brant, Clara. Ella era, por tanto, su sobrina.

La pareja estaba separada 37 años, ya que ella tenía dieciséis y él 53. Con ella tuvo cinco hijos, Clara Johanna (1632), Frans (1633), Isabella Hélène (1635), Peter Paul (1637) y Constancia Albertina, la última después de la muerte, desde que fue concebida en 1641, ocho meses después del fallecimiento del pintor.

Una Motivación

La encantadora jovencita fue su principal fuente de motivación en la década más reciente de su vida, ya que, además de realizar algunas fotografías de ella, dependía de sus reflejos para hacer las figuras femeninas curvilíneas que aparecen en un número significativo de sus obras. De este período, tanto sobre un tema fantasioso.

Por ejemplo, La fiesta de Venus (Kunsthistorisches Museum, Viena), Las tres gracias o El juicio de París -en el que le habló en la imagen de Venus- (las dos últimas en el Prado), y sobre un tema estricto, por ejemplo, La Coronación de Santa Catalina (Museo de Arte de Toledo, Toledo, Ohio.

En 1635 obtuvo un castillo situado en un entorno provincial, Het Steen (La Roca en holandés), en la ciudad de Elewijt. Estaba extremadamente apegado al campo abierto y desde finales de la década de 1610 pintó escenas casi a menudo, en las que muestra una naturaleza extravagante y cambiante, pero la adquisición de la mansión.

En la que invirtió bastante de su energía en ese señalar hacia adelante Fue en la última etapa de su vida cuando se comprometió más firmemente con esta característica. Obras de Pedro Pablo Rubens, por ejemplo, Vista de Het Steen al amanecer (Galería Nacional, Londres) o El regreso de los campesinos del campo (Galería Palatina en el Palacio Pitti, Florencia).

Muestran el estilo más cercano al hogar de un gran número de sus últimas escenas. Rubens pateó el balde de un colapso cardiovascular, provocado por la gota persistente que padeció, el 30 de mayo de 1640 en Amberes, a los 62 años, y se cubrió en la Iglesia de Santiago (Sint-Jacobskerk) de la ciudad.

En 1642 su viuda hizo poner en la lápida, dentro de un contorno de mármol, la obra La Virgen y el Niño rodeados por santos, del propio Pedro Pablo Rubens, que se acepta como una representación de familia a la vez: el pintor habría hablado con Hélène en la figura de Magdalena y él mismo en el de San Jorge                           

Principales obras de Pedro Pablo Rubens

Pedro Pablo Rubens con su pincel fue contundente y elegante; trata de captar un momento dentro de una ocasión, completó este encargo con tal entusiasmo que desde el primer punto de partida de su vocación tuvo el reconocimiento de los primeros maestros pictóricos flamencos, la honorabilidad y el gobierno de la época.

El Descendimiento de la Cruz

En la obra descendimiento de la cruz Pedro Pablo Rubens representa una extraordinaria etapa de la historia. Es extraordinaria en comparación con otras obras conocidas del artesano flamenco Pedro Pablo Rubens, en realidad no se trata de una obra separada sino que se presenta como el tablero focal de una pintura de tres paneles resguardada en la Catedral.

De Amberes, el conjunto se completa con las tablas de la Visitación de la Virgen y la Presentación de Jesús en el Templo. Todas las obras se realizaron en óleo a bordo en algún lugar entre 1612 y 1614. En la obra de Pedro Pablo Rubens, solo queda la agonía de la madre cuando obtiene el cuerpo de su hijo, el aguante se refleja en las esencias de los personajes.

El grupo dormido de Jesucristo cae de la cruz junto a una sábana blanca. Este es el eje de la obra y en torno a él, se agita un encuentro de individuos: su mamá que a pesar de la agonía ayuda a hacer descender el cuerpo de su hijo ahora inerte, a los pies de María Magdalena y uno de los devotos.

La Escena

Terminando la escena están las figuras de Nicodemo, José de Arimatea y diferentes ayudantes. La escena transcurre en un espacio reducido, las figuras parecen abusadas y sus cuerpos son excesivamente volumétricos. La musculatura de las figuras es fuerte, otorgándoles una enorme carga volumétrica.

En ellas se puede valorar el impacto de los modelos elaborados por Miguel Ángel o helenísticos, por ejemplo, el Laocoonte. Pedro Pablo Rubens une consumadamente la línea con el sombreado, aparece protagonizado en la figura de Jesucristo que contrasta la hoja mientras los matices cuelgan en la parte focal, el blanco de la hoja y el rojo del manto de María.

El ambiente está cargado y el florido virtuoso ha descubierto cómo captar de manera consumada el clima existente aparte de todo lo demás debido al elevado punto de vista. El increíble claroscuro resalta el espectáculo de la escena y la gratitud a la mezcla con el desarrollo de estructuras y líneas, la obra adquiere una extraordinaria autenticidad y conmoción.                                      

El Juicio de Paris    

El legendario Juicio de París, otra obra de Pedro Pablo Rubens. Tiene su raíz en la boda de Thetis y Peleus, donde Eris, diosa del desacuerdo, probó a la diosa más excelente presente para recoger una manzana brillante que había arrojado entre los presentes.

Juno, Minerva y Venus empezaron una pregunta y Júpiter optó por darle la manzana a Mercurio y él se la ofreció a Paris, quien podría actuar como juez. El juicio es descrito por el artista romano Ovidio en su obra Heroidas (XVI, 65-88), donde París finalmente eligió a Venus como vencedora.

En consecuencia, la diosa le dio la mano de Helena de Troya, liberando la Guerra de Troya. El tema del Juicio de París fue utilizado por Rubens en algunos eventos, lo que le permitió disfrutar del ideal de la magnificencia femenina y, además, pensar en los resultados de la adoración y la energía.

Esta versión depende de un plan para una jarra planificado por el artesano. En el dibujo, la escena es más larga y con más figuras tanto en el privilegio como en la izquierda. En la composición, eligió concentrarse más en las tres mujeres desnudas, cuyos cuerpos están construidos utilizando líneas torcidas, haciendo posturas tergiversadas.

Un Método

La pintura se aplica en pinceladas que regularmente no se mezclan entre sí, atrayendo la consideración de ellas por separado. Este tipo de pintura es habitual en las últimas obras del artesano, consecuencia de su aprecio por el método veneciano. La obra de Pedro Pablo Rubens fue un encargo individual del rey Felipe IV a Rubens entre 1638-1639.

Mientras que el artesano se ocupaba de varios encargos del gobernante. El hermano del gobernante, Cardenal-Infante Wear Fernando de Austria, líder legislativo del sur de los Países Bajos en ese entonces, conocía la comisión como se refleja en la correspondencia con su hermano. Pensó en esto como quizás el mejor trabajo de Rubens.

A pesar de que dudaban de la realidad de la desnudez y sensualidad exagerada de las tres damas y esta obra expuesta por Pedro Pablo Rubens. La obra fue enviada a Madrid en 1639 e iluminó el Palacio del Buen Retiro, lugar para el que estaba habilitada. Allí aparece abastecido en 1666.

La Caída de Faetón              

Esta obra de Pedro Pablo Rubens fue pintada en Roma, hacia el inicio de la vocación del artesano. Representa un período del folclore griego en el que Faetón le pide a su padre, Apolo, que le permita conducir los carros de fuego. En el momento en que Apolo, después de muchas vacilaciones, consintió en ceder el control de los carros a su hijo.

Probablemente se afirmó el mayor temor, que Faetón no tenía la determinación y la calidad importantes para mantener el rumbo de los carros, lo que liberó la confusión en la Tierra atmósfera, mientras que algunos puntos se solidificaron, otros se encendieron con el calor. Hacia el comienzo de su profesión.

Era en ese momento un especialista y admirador de los estándares filosóficos tradicionales, en sus excursiones a las principales comunidades urbanas italianas a mediados del siglo XVII, profundizó en su visión del mundo anticuado, la pintura renacentista y los últimos creadores. Cerca del modelo tradicional, entre ellos, Rafael, Da Vinci y Miguel Ángel.

La Masacre de los Inocentes           

Esta es la escena bíblica pintada por Pedro Pablo Rubens, fue conocida como la “matanza de los inocentes”, presente en el Evangelio según San Mateo, versículo  2. Cuando el rey romano Herodes, a la hora de la presentación de Jesús, solicita matar a todos los niños judíos infantes, para tratar de demoler al hipotético salvador del que se le había advertido.

A pesar de esta ocasión, el padre de Jesús, José, entra en destierro en Egipto hasta que pase el peligro. Según el registro, el público judío fue aniquilado hasta lo escandaloso, asesinando a todos los jóvenes varones de hasta 2 años de edad.

La ejecución de la obra es inmaculada, las estructuras de vida, el desarrollo y la carga entusiasta de los personajes están a un nivel significativo, considerada magnífica y una de las mejores obras de arte de la historia, esta última articulación se sustenta en el valor que adquirió en la obra de Pedro Pablo Rubens.

Particularmente, la masacre de los inocentes es una de las obras con las escenas más violentas de Pedro Pablo Rubens. Además del más costoso hasta la fecha para un cuadro de la época del impresionismo. Según sus últimos cálculos data de 49,5 millones de libras reales y fue vendido en Sotheby’s en Londres donde reposa actualmente.                       

Las Tres Gracias

La convención delegada de las tres gracias de Pedro Pablo Rubens se remonta, tanto en la escritura como en las expresiones plásticas, al vestigio griego y romano. Las niñas de Júpiter y Eurynome, Aglae, Eufrosina y Talía, representan varias ideas desde tiempos antiguos. Hesíodo los relacionó en la Ilíada con la diosa Afrodita.

Convirtiéndose así en una imagen de magnificencia, amor, madurez y sexualidad. En cualquier caso, también se identificaron con la generosidad y el compañerismo al recibir y dar bendiciones. Rubens los sitúa en una fase, donde vemos un Cupido sosteniendo un cuerno de la abundancia del que brota agua y una corona de flores, que va de un lado a otro como escenografía.

Fuera de la vista hay una escena con ciervos. Al enfocar las figuras en una vista más cercana, no hay nada que desviar de su examen y sus cuerpos poseen básicamente toda la superficie. Esta obra, fechada entre 1630-1635, muestra las características y particularidades del último Rubens.

La pincelada de Pedro Pablo Rubens  en esta obra es libre, trabajando las sutilezas a través del sombreado, particularmente en la sustancia donde vemos el nivel de autoridad. La piel de las diosas se pone de acuerdo y se hunde en contacto unas con otras, mostrando así mismo una gran extensión de información y pasar un buen rato el cuerpo femenino.

Curiosamente, la escena se pierde de vista y el ciervo aparece retratado, diferente, por ejemplo, al detalle de las gemas. La luz incide sobre los cuerpos expuestos para presentarlos, deshaciéndose de una autenticidad lumínica al dejar que la luz atraviese los árboles, ambos de cerca término como base, utilizando pinceladas libres.

Diferente perspectiva

Pedro Pablo Rubens, elaborado a la antigua costumbre desde las dos perspectivas, pinta este tema en cualquier caso doce eventos, rodeados de varios escenarios. Increíble conocedor de las diversas implicaciones que obtienen estas tres damas, terminamos ante un canto a la excelencia y carácter erótico de las obras que retrataron su última etapa.

A raíz de haber enganchado a la joven Helena Fourment en 1630. Dentro del mismísimo artesano Circunstancia única propia, el Tres Gracias personifica el ideal de carácter erótico, esencialidad y euforia que satura las últimas obras de su profesión. El tablero no fue un encargo, sino un esfuerzo individual, lo que nos acerca a la perspectiva del pintor tras su posterior matrimonio.

Los atributos de la diosa de la izquierda se han relacionado con su propio cónyuge romántico, lo que acentúa aún más la asociación individual con la obra de Pedro Pablo Rubens. La obra entró en el ilustre surtido a través de la oferta de la propiedad del artesano después de su fallecimiento en junio de 1640.

Cuando su familia puso sus propiedades y composiciones a la venta, atrayendo compradores de todas partes de Europa. Felipe IV tenía la puerta abierta ideal no exclusivamente para construir el surtido español de obras de arte de Rubens, sino también para adquirir obras de otros artesanos flamencos, por ejemplo, Van Dyck, que el artesano apreciaba en su surtido.

Un Objetivo

El recién nacido cardenal Don Fernando, hermano del gobernante y jefe legislativo de Flandes por entonces, mantuvo una correspondencia con su hermano en la que habló sobre el objetivo del gobernante de ganar trabajos en este trueque. De ahí que en septiembre de 1640 compuso los que tiene Pedro Pablo Rubens en su casa son numerosos y pavorosos.

Todos juntos para no fallar y mejor especulación del gusto de VM, les envío este informe de cada uno de ellos, para que me envíen lo que se sirve, no hay peligro de esperar la reacción de la VM ya que necesitan imprimir esta memoria y enviarla a toda Europa. El valet Francisco de Rojas fue el responsable de la compra.     

No obstante, esta obra de Pedro Pablo Rubens no figura en el resumen realizado en 1645 de las 25 creaciones artísticas ofrecidas a Felipe IV. A pesar de ello, la obra se archivó con la misma fecha que 1666 en el Alcázar de Madrid. Aparece con el número 92 del stock del trato, las tres gracias expuestas.

Es concebible que se haya excluido de la lista principal, sin embargo, se ganó en la venta. Una vez en Madrid, una de las salas conocidas como “Bóvedas del Ticiano” o “salas bajas de verano”, situadas bajo la nueva sala del soberano. Se colocó en el escaparate inferior que recae sobre la guardería de los emperadores.

Sansón y Dalila     

Pedro Pablo Rubens pintó este óleo a bordo en 1609, cuando tenía 31 años. Además, hoy en día el trabajo es esencial para la variedad de obras de arte floridas en la National Gallery de Londres. La imagen nos ilumina con respecto a la escena bíblica en la que Sansón, temido guerrero israelí por su enorme calidad, es aplastado por el excelente filisteo Dalila.

Quien comenzó a mirarlo con ojos de estrellas y descubrió cómo darse cuenta de que su calidad habitaba en su cabello que lo cortaron y lo debilitaron. Indiscutiblemente, una imagen de la deficiencia que puede provocar el enamoramiento irremediable. Percibimos cómo Sansón cae a los pies de su amada y ella se dispone a recortar el principal mechón de su cabello.

Además, en el lado correcto, detrás de una entrada se puede ver a los luchadores preparados para sacarle los ojos cuando Samson esté más frágil. La representación de Delilah se lleva a cabo en el molino de la magnificencia que Pedro Pablo Rubens solía proporcionar a las damas que pintaba, de las que hay varios modelos en su amplia creación pictórica.

Sin lugar a dudas una de las articulaciones más extremas es su pintura de Las Tres Gracias. La excelencia, la tersura de la piel y la novedad que desprende su cuerpo resaltan enormemente en la figura del anciano que tiene detrás. Esta anciana no aparece en la narrativa de la Biblia.

Sin embargo su ofensiva y su ceño fruncido que habla de venderse sirve para contrastar la maravilla de la juventud y la disminución de la edad madura. Pedro Pablo Rubens puede hablar con el apasionado segundo en el que cada personaje se encuentra con la situación de sus manos. Por ejemplo, la mano izquierda de Sansón cae vencida y apática.

Una Postura

Mientras que las manos del personaje masculino que le cortará el cabello están en una postura bastante enredada, imagen del arreglo de heridas que incubaron los filisteos para vencer a su oponente. Hay numerosas sutilezas diferentes de intriga dispersas por toda la mesa. Por ejemplo, en los personajes principales se ve un modelo de Venus y Cupido en una especialidad.

Algo que sin duda insinúa la sugerente carga entre los dos héroes de la escena. El asombroso sombreado también es común en Pedro Pablo Rubens, algo que se licencia en las texturas de seda y seda brillante que se miran. Estas texturas ricamente tejidas son una imagen más de la cualidad excitante que unía a Sansón y Dalila.

También predomina una tonalidad que es el rojo serio, una referencia inconfundible a la energía, pero además de la tonalidad de la sangre, ya que si antes de recortar el pelo de tu amada se espera que haya sexo, después del afeitado habrá una desgracia grotesca. Además, en cuanto a la estructura general, se puede ver muy bien que la mitad izquierda está involucrada por los héroes.

Un espacio cargado de luz y sombras. Mientras que en el territorio correcto todo es prácticamente aburrido, con la luz principal de la luz que transmiten los oficiales. Sin duda un claroscuro regularmente rococó, pero al mismo tiempo totalmente diferente de los realizados por el italiano Caravaggio.

Por ejemplo en otra escena bíblica con un corte perverso como La decapitación de San Juan Bautista. Por cierto, es intrigante mirar las dos obras de Pedro Pablo Rubens en vista de sus numerosas similitudes y los contrastes inventivos entre estos dos extraordinarios pintores barrocos.   

Pedro Pablo Rubens                    

Saturno 

Saturno es una obra de Pedro Pablo Rubens con increíble autenticidad, que indica al dios “Saturno”, del folclore romano y habitualmente aclimatado a otros seres divinos griegos. En la escena, el personaje se está comiendo a uno de sus hijos, ya que fue educado que uno de ellos lo detendría, el único que quedó con vida fue Zeus.

Quien lo derrocó exitosamente en capacidades y significación. Conocida es la variante de Goya de un título similar, a pesar de que no muestra un triste vestigio de la habilidad mostrada por Pedro Pablo Rubens.                            

Reconocimientos a Pedro Pablo Rubens            

Pintor europeo Pedro Pablo Rubens, figura inconfundible del estilo extravagante de la escuela flamenca, concebido en el dominio del Sacro Imperio Romano Germánico, actualmente Alemania, de admisión católica. Bajo su tutela, tuvo como suplentes a artesanos excepcionales, por ejemplo, Anton van Dyck.

Impartido en una situación humanista e inundado de mentalidad renacentista, lo que denotaba su clara adoración por la magnificencia de la antigua Grecia. Hombre receptivo y profundo, creía que su composición estaba animada por Dios y un socio importante en el mensaje cristiano, lo que lo llevó a ser un héroe de la Contrarreforma católica.

El pincel de Pedro Pablo Rubens es contundente y ágil; trata de captar un momento dentro de una ocasión, hizo este recado con tal afán que desde el primer punto de partida de su vocación tuvo el reconocimiento de los principales maestros pictóricos flamencos, la honorabilidad y el gobierno de la época.

Una vez conocida la deslumbrante historia de Pedro Pablo Rubens, le invitamos a deleitarse con el siguiente vídeo, donde podrá apreciar las bellas obras de arte de este destacado artista. De igual manera le sugerimos leer sobre la arquitectura de la antigua Grecia y sus importantes templos

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