La ciudad y los perros es la primera novela que escribió Mario Vargas Llosa. Su publicación se llevó a cabo en el año 1963, fecha en que coincidió con el inicio del famoso “Boom latinoamericano”. Conoce todos los detalles de esta importante obra literaria y su repercusión en el mundo entero.
Resumen de La ciudad y los perros
La ciudad y los perros cuenta con múltiples premiaciones y reconocimientos por parte de la crítica literaria, a tal punto de ganar el Premio Nobel de Literatura en el año 2010. La ciudad y los perros fue uno de los tantos títulos en los que pensó Vargas Llosa para llamar su primera obra textual.
La adolescencia del autor estuvo muy marcada, principalmente cuando ejerció estudios en el reconocido Colegio Militar llamado Leonardo Prado. Hay otros escritores que relatan sus vivencias tanto positivas como negativas en sus obras, así como hizo Antoine de Saint Euxpéry al momento de escribir El principito, ya que sufrió un aparatoso accidente que lo hizo aterrizar forzosamente en el desierto del Sahara.
Vargas Llosa estuvo muy consciente que en su primera producción literaria debía retratar toda su experiencia juvenil mientras estudió en el Colegio Militar. A pesar que presentó muchos inconvenientes a la hora de escribir La ciudad y los perros, fue en España donde decidió continuar con su propósito, al mismo tiempo que emprendía sus estudios universitarios en la condición de becado.
Vargas Llosa al saber muy bien que la literatura en España era bien acogida, tomó la decisión de presentar su primer borrador ante la opinión de los críticos, las cuales no fueron las esperadas por el autor. Su obra no contaba con la censura pertinente, por lo que fue uno de los diversos impedimentos para que los críticos no apreciaran el talento de Vargas Llosa en primera instancia.
La ciudad y los perros anteriormente no se llamaba así, sino La morada del héroe y más adelante, la obra sufre una nueva modificación, para llamarse Los impostores. Su tercer y último título surgió cuando se encontró en Perú a uno de sus mejores amigos, quien también era escritor, llamado José Miguel Oviedo.
Oviedo había recomendado a Vargas Llosa una serie de títulos tentativos. Uno de los que más llamó la atención del autor fue “La ciudad de las neblinas” debido a que en la zona donde estaba ubicado el Colegio Militar, estaba cubierta por la neblina en la mayoría de las ocasiones, principalmente en las mañanas. Vargas Llosa no estaba del todo conforme, entonces Oviedo asignó La ciudad y los perros, cuyo último término refiere a los soldados que estudiaban el tercer año en dicho plantel educativo.
La secuencia de las acciones en La ciudad y los perros da inicio cuando el cadete Cava se roba un examen de química, como una ordenanza orquestada por su grupo de amigos. Este círculo de jóvenes se caracterizó por ser desordenado y conflictivo, cuya premisa consistía en romper con todas las reglas estipuladas en el Colegio Militar. Así de inquieto era Zezé, un pequeño niño de tan sólo 5 años que sufrió de muchas carencias, en Mi planta de naranja lima, de José Mauro de Vasconselos.
Tarde o temprano se descubre que Cava robó el examen, ya que al momento de tomarlo, dejó rastros del vidrio forzado que comunica al salón. Los directivos del Colegio Militar comienzan a sacar sus propias conclusiones y llegaron a la conclusión que el clan más rebelde del salón tenían las manos hasta el cuello sobre el robo. No sólo ellos podrían pagar por la fechoría, sino todo el salón por haber sido cómplices y por saber sobre este plan y ocultarlo.
Uno de esos afectados es Ricardo Arana, quien es constantemente humillado por el circulo de amigos que comanda Cava. El joven es denominado como El Esclavo por parte del grupo rebelde. Para su mala suerte, fue uno de los expulsados de su salón al no decir nada al respecto sobre el robo del examen.
Más adelante, Ricardo regresa al Colegio Militar al cumplir con sus días reglamentarios de expulsión, pero su retorno duraría muy poco, debido a que muere por un balazo en la cabeza en una de las prácticas militares que desempeña la institución. En ese momento se descubrió que Ricardo fue el autor indirecto sobre el robo del examen de química y la desconfianza comienza a sembrarse en todos los compañeros, al asegurar que su muerte fue una venganza.
Para evitar que las habladurías mancharan la reputación del Colegio Militar, las principales autoridades académicas acordaron sostener la versión que Ricardo murió accidentalmente. Arana tenía un amigo llamado Alberto, que a su vez es conocido como El Poeta, cuyo historial da fe sobre su hipocresía y falta de lealtad con varios de sus compañeros. Otro relato que es conocido por una serie de asesinatos, envueltos en un mundo fantástico es Cazadores de sombras, escrita por Cassandra Clare.
Alberto no estaba ni con Dios, ni con el diablo, sólo seguía sus propios intereses y se cobijaba al árbol que mayor sombra le proporcionaba. Un día decidió romper su pacto ante el grupo de Cava y culpa al Jaguar por haber planeado la muerte de Ricardo. La acusación la realiza ante el Teniente Gamboa, cuya rectitud y objetividad eran su lema diario.
Pronto el caso de Arana sería cerrado, cuando no se desmintió que su muerte fue accidental. Alberto trataba por todos sus medios de abrirle los ojos al Teniente, pero todo estaba en su contra, ni el Colegio Militar quería indagar más sobre la versión que dieron a conocer ante las autoridades competentes. Cabe mencionar que el crimen y las muertes son un tema fijo en las obras de Ernesto Sabato, primordialmente con El Túnel, en la cual su protagonista masculino asesina a sangre fría a su esposa.
Los directivos del colegio amenazaron a Alberto para que mantuviera su boca cerrada al respecto. Si el muchacho hablara más de la cuenta, ellos mostrarían a sus padres la recopilación de historietas pornográficas que él ha escrito a escondidas de ellos, así que no tuvo más remedio que guardar silencio. Si te interesa conocer otros resúmenes del género novela negra, La carta robada es una excelente historia de Edgar Allan Poe.
Resumen de La ciudad y los perros por capítulos
La ciudad y los perros está constituida por 16 capítulos repartidos en dos partes, cuyas secciones se dividen en 8 capítulos cada una. Otra historia que posee un vasto número de capítulos es Campos de fresas, de Jordi Sierra, la cual cuenta con 95 capítulos.
Capítulo I
La ciudad y los perros inicia su trama cuando los cadetes en el patio del Colegio Militar arman un plan para robarse el examen de química antes de presentarlo. Entre todos los muchachos, debía ofrecerse un voluntario para entrar al salón y robarse la prueba académica. Como sus otros compañeros declinaron, Cava se suma como voluntario en el robo.
El Jaguar da órdenes a Cava y éste las cumple casi a la perfección, pero el plan falló cuando Cava deja evidencias de su delito, con unos trozos de vidrio en el suelo. En otro escenario, Alberto El Poeta, se imagina al escuadrón robándose el examen, además piensa en que necesita 20 soles y no sabe cómo conseguirlos, si robando o escribiendo cartas. Alberto es de carácter débil y generalmente es manipulado por sus otros compañeros con gran facilidad.
Capítulo II
Este capítulo menciona a los constantes abusos a los cuales estaba sometido Alberto. Se lleva a cabo el robo y Alberto tiene la sospecha que fue Cava y su grupo de amigos quienes tuvieron algo que ver en el delito. El Esclavo fue visto mientras le pasaba las respuestas del examen a Alberto y es expulsado por 3 días.
El relato da un vuelco hacia el pasado para describir cómo son humillados los nuevos cadetes, quienes son considerados como los “perros”. El grupo de 3er año constantemente sufría de vergüenzas públicas por parte del circulo de Vaca y El Jaguar, mientras que el grupo de 4to año se unía al círculo para establecer las pruebas correspondiente a las que debían someterse los nuevos ingresos. El Jaguar quiere vengarse de El Esclavo por delatarlos, lo llama debilucho.
Capítulo III
Nuevamente se expone las torturas que sufrieron los perros, que cada día eran mayores, a tal punto de sufrir mutilaciones en su cuerpo, como la pérdida de un dedo o una caída aparatosa desde lo más alto del Colegio Militar. Los cadetes de 4to sostuvieron una guerra a muerte con los de 5to año y en el capítulo III se explican cada uno de estos encuentros que terminaron en fuertes peleas y discusiones.
De igual manera, La ciudad y los perros en su tercer capítulo narra la infancia de Alberto, quien creció bajo el seno de una familia acomodada económicamente, en una de las mejores urbanizaciones de Miraflores. Por otra parte, está El Esclavo, cuyo verdadero nombre es Ricardo Arana, de personalidad volátil y sobreprotegido por su madre. Su padre recrimina su actitud poco masculina y la falta de carácter.
Capítulo IV
Al crecer y mudarse de ciudad, la madre de Alberto cambió su actitud por completo, al transformarse de una mujer conocedora de la buena sociedad, a una esposa sumisa y manipulada por su nuevo esposo. Alberto fungía como recadero de Ricardo Arana, El Esclavo. Era él quien llevaba las cartas de amor que escribía para Teresa. Ricardo anhelaba llevar a su enamorada al cine, pero no pudo, debido al castigo que el Teniente Gamboa le asignó.
Teresa pertenecía a una clase social modesta. No vivía rodeada de grandes lujos, pero tampoco pasó por necesidades. Junta ella estaba su tía, quien la vestía para esperar que Ricardo pasara por ella e ir al cine, pero en su lugar llega Alberto con las epístolas que escribió El Esclavo. Alberto traiciona a su mejor amigo cuando invita a Teresa al cine y gasta todo el dinero que le dejó.
Cuando Alberto regresó a su casa, encontró a su madre envuelta en un mar de lágrimas y con 50 soles en sus manos para irse a una casa de mala muerte. Alberto sigue malgastando el dinero que le dio Ricardo para fines distintos de lo acordado.
Capítulo V
En el quinto capítulo de La ciudad y los perros hace acto de presencia Paulino, un hombre vicioso que vende caramelos en el Colegio Militar. Además, incita a los cadetes romper con el reglamento e ingerir alcohol y tabaco. Es él quien acompaña a Ricardo a cumplir con su condena, cuando Alberto no podía visitarlo. El Poeta le oculta a Ricardo que gastó su dinero para llevar a su enamorada al cine y mucho menos que llegaron a un acuerdo para citarse nuevamente a sus espaldas.
Ricardo sufre cada día por su distanciamiento con Teresa, alega que la ama y la extraña. El Esclavo piensa que mientras los verdaderos culpables del robo están libres de culpa, él que no tuvo relación directa con el acto delictivo, permanece encerrado y sin poder recibir visitas con autorización de Gamboa.
Capítulo VI
El capítulo VI de La ciudad y los perros es la continuación del calvario que vive Ricardo Arana mientras permanece encerrado y sin levantarse su castigo. Cada momento, cada lágrima derramada representa un episodio de humillación al que ha sido expuesto desde su permanencia en el Colegio Militar. Piensa en Teresa, sobre qué opinará al creer que ha sido plantada por no haberla acompañado al cine. Quiere liberarse del encierro y de él mismo, sacar a flote las agallas que tanta falta le han hecho para defenderse.
El Esclavo estaría dispuesto a confesar que Cava fue el autor material del robo, mientras que El Jaguar fue el autor intelectual y pionero de la idea con la firme esperanza de salir en libertad y buscar a Teresa. Alberto por su parte, no asiste a una de sus clases y permanece aislado escribiendo novelas pornográficas. Cava es detenido mientras que Ricardo queda en libertad para buscar a su enamorada, ésto llena de celos a Alberto.
Capítulo VII
Este capítulo se aleja un poco de las acciones para referir el pasado de El Jaguar y de Teresa. De igual modo, cuando el rebelde realizó una serie de bromas pesadas al profesor Fontana. Describe los modos poco femeninos de Teresa, quien no hacía empeño en su imagen para gustar a los hombres. No le gustaba usar vestidos ni rubor en su rostro.
Boa, quien también pertenece al círculo de inadaptados, recalca que El Jagua es lo más similar al demonio y considera que es mejor tenerlo de aliado que de enemigo. El capítulo VII de La ciudad y los perros concluye con otro esbozo sobre la infancia de Alberto.
Capítulo VIII
Con el octavo capítulo finaliza la primera parte de La ciudad y los perros. Aquí se explican con más detalle cada una de las prácticas militares que desempeña el colegio. Gamboa y otro grupo de tenientes estaría a cargo de la supervisión de las prácticas, para que se hicieran lo más eficientes posibles.
Todos los cadetes tenían una tarea especial, unos se encargaban de vigilar la zona, otros de disparar y el resto de ejecutar las obras escapistas. Una de las balas alcanza a Ricardo, quien queda tendido en el suelo. Los tenientes responsabilizan a Cava por haberle disparado al esclavo, por lo que despojan de sus insignias al joven delante de sus otros compañeros.
Segunda parte
La segunda parte de la obra contiene 8 capítulos al igual que la primera. Este esquema permitió a Vargas Llosa poder maniobrar mejor el hilo conductor de la historia y diferenciarlas por estructuras y divisiones. A lo largo del mundo literario, se han dado a conocer muchos clásicos entrañables, tal como es el caso de 100 años de soledad, una obra cumbre de Gabriel García Márquez.
Capítulo I
Ricardo es llevado de emergencia hasta la enfermería, los tenientes no permiten que nadie pueda verlo. Alberto siente remordimientos y quiere acceder hasta su habitación, al igual que los padres del joven. Ambos padres discuten, al sentir culpas por haber criado a su hijo bajo la sobreprotección.
Capítulo II
Inicia con el velorio y sepelio de Ricardo Arana, alias El Esclavo. El director del Colegio Militar pone en alto el prestigio de su institución y llama a todos sus militares para sostener la versión menos escandalosa: el disparo fue accidental. La autopsia reveló que la bala que impactó a Ricardo provino de un cadete que estaba en su espalda, aunque el director maquilla el resultando alegando que fue un error médico.
Capítulo III
Alberto efectuó un viaje hacia Lima para olvidar todo lo ocurrido en la última práctica militar. En su mente siempre estaba Ricardo, recuerda cuando lo traicionó al utilizar su dinero para invitar al cine a Teresa. Por esta razón, El Poeta explica a la muchacha que no podrán verse hasta haber pasado un tiempo prudencial y respetar la memoria del fallecido Ricardo.
El Poeta acusa formalmente al Jaguar por matar a Ricardo con toda la mala intención, por haberlo delatado sobre el robo del examen.
Capítulo IV
Gamboa investiga todo lo relacionadl a la muerte de Ricardo, mientras que Alberto estaba convencido sobre la culpabilidad de El Jaguar, pero no tenía las pruebas suficientes para hacer su acusación formal. El director del Colegio Militar pide a Gamboa que no siga escudriñando sobre la muerte de El Esclavo, porque eso podría acarrear una serie de escándalos que no estaba dispuesto a soportar.
Capítulo V
Gamboa inspecciona cada arma utilizada en la práctica, para recaudar más pruebas que validaran el testimonio de Alberto. En otro escenario, los amigos de El Jaguar decidieron acusarlo sobre el crimen y es trasladado al calabozo, donde es interrogado por Gamboa. El Jaguar recibe una reprimenda por parte de los otros reos, al mismo tiempo que recuerda las palabras de su madre, quien lo señala como una mala semilla proveniente del demonio.
Capítulo VI
Uno de los coroneles apoya la decisión del director en cuanto mantener en absoluto hermetismo el caso de Ricardo Arana. El director por boca de un subalterno, descubre que Alberto escribe novelas pornográficas y lo cita en su despacho para insultarlo llamándolo pervertido sexual.
El Jaguar sigue negando tajantemente que tuviera las manos implicadas en la muerte de Ricardo.
Capítulo VII
El tema sobre la muerte de Ricardo fue olvidado gracias a la influencia del director académico del Colegio Militar. Alberto se retracta de su denuncia, aunque en su interior sabe que actuó mal y favorecer la impunidad.
Capítulo VIII
Alberto encara a El Jaguar al decirle que fue él quien puso la denuncia en su contra, mientras que el revoltoso alega que los soplones son los seres más infames que pueden existir en el mundo. El Jaguar al final confiesa que si mató a Ricardo, con el objetivo de no ver que Gamboa sea despojado de sus insignias injustamente.
Alberto conoce a Marcela, una chica de la cual se enamora y es de clase pudiente, mientras que Jaguar se casa con Teresa, la antigua enamorada de El Esclavo. El hombre se regenera y se convierte en defensor de las causas justas.
Película de La ciudad y los perros
Años posteriores a la publicación de la novela, el director Francisco José Lombardi llevó hasta el séptimo arte La ciudad y los perros del afamado escritor Vargas Llosa en 1985. Cabe destacar que este director fue premiado en el Festival de San Sebastian como mejor adaptación. La película fue muy receptiva en cuanto a la opinión pública, porque refleja exactamente las intenciones plasmadas de Vargas Llosa en la novela.
La filmación contó con las actuaciones de artistas reconocidos en el medio peruano tales como Alberto Ísola, Gustavo Bueno, Juan Manuel Ochoa, Luis Álvarez y muchos más que engalanan esta majestuosa producción cinematográfica. Otra novela que ha sido transportada al cine es La guerra y la paz, escrita por León Tolstoi, que refleja la violencia generada por la guerra napoleónica.
Editorial de La ciudad y los perros
A pesar que La ciudad y los perros tuvo una enorme repercusión tanto en Perú como en el resto de Latinoamérica, fue en España donde se publicó el relato en el año 1963 por la Editorial Seix Barral. Esta reconocida casa de publicaciones cuenta con un jurado calificado que designa si una obra es merecedora de ser publicada por la Editorial.
Esta Editorial nació como una casa en búsqueda de jóvenes talentosos que escribieran pequeños ensayos y les interesara la literatura Posteriormente, Seix Barral fundó varias bibliotecas para recuperar todos los trabajos recibidos de los aspirantes. General,ente se premian a las historias originales que no desprendan en su interior, otras intenciones llevadas por otros autores.
La Editorial LM también es bastante reconocida, al publicar la interesante novela distópica, 1984 de George Orwell, que explica el monopolio político que ejerce El Gran Hermano con toda su ciudadanía, infundiendo gran respeto y temor para todos aquellos que osaran a romper sus estatutos.
Argumento de La ciudad y los perros
La historia de La ciudad y los perros se lleva a cabo en un Colegio Militar llamado Leoncio Prado. Dicho plantel educativo funge como un campamento militar, donde sus estudiantes estaban sometidos a una serie de normativas bastante rígidas. Todos los personajes que hacen vida en este lugar, son constantemente sobajados y humillados; principalmente, cada alumno nuevo del 3er año era sometido por los demás alumnos que cursaban 4to y 5to año.
Alguos alumnos aprovechan la rudeza que aprenden en el Colegio Militar para cometer actos delictivos, tal como es el caso de El Jaguar, quien ordena el robo de un examen de química. El robo es el principal detonante que desencadena una serie de acciones favorables y desfavorables para los distintos personajes de la obra. También se muestra la fragilidad de El Esclavo, quien es dominado y avergonzado por el resto de sus compañeros por la falta de carácter y determinación.
Vargas Llosa de alguna manera introduce una crítica personal en cuanto a la vida rudimentaria que mantienen todos los personajes del colegio, porque en la obra reflejó un alto grado de agresividad y de violencia en cuanto al maltrato y las humillaciones. La injusticia y el encubrimiento de información hacen de La ciudad y los perros una novela negra, donde cada personaje sufre los estragos de una sociedad complicada que posee muchas ataduras.
Personajes de La ciudad y los perros
-Alberto “El Poeta”: es uno de los personajes principales de La ciudad y los perros. Adopta ese seudónimo porque en sus ratos libres escribía novelas pornográficas con gran destreza y entusiasmo. Es el mejor amigo de Ricardo Arana, aunque lo traiciona cuando se interesa por Teresa, el amor de Ricardo. Es un alumno sobresaliente y reconocido por los demás militares.
-El Jaguar: es un muchacho que creció en un mundo violento y dicha violencia la refleja en el Colegio Militar cuando humilla constantemente a Ricardo y al resto de sus compañeros. Su madre en el fondo no lo quiere, pues alega que es una mala semilla que creció en el mundo, causador de muchas desdichas y dolor. Es el asesino de Ricardo, aunque al final cambia su actitud y se casa con Teresa.
-Ricardo “El Esclavo”: es el personaje que más humillaciones recibe por parte de El Jaguar y su clan de amigos revoltosos. Siempre es sumiso y fácil de dominar. La falta de carácter lo hae objeto de burlas en todo el Colegio Militar. De madre sobreprotectora y padre psicorrigido. Estuvo enamorado de Teresa, aunque la amó siempre desde el anonimato y tras las rejas del calabozo. Asesinado por El Jaguar en las prácticas militares por delatarlo.
-Teresa: uno de los pocos personajes femeninos de La ciudad y los perros o tal vez el único con más peso en la historia. Vive dentro de una familia modesta, pero no pobre. Su pulcritud y belleza cautivaron a Ricardo, a Alberto y al Jaguar, casándose con este último al final de la novela cuando se regenera.
-Tenniente Gamboa: es el militar más correcto y objetivo del colegio. Ayuda a Alberto a esclarecer los sucesos sobre la muerte de Ricardo. No confía en El Jaguar. Detecta con facilidad cuando los estudiantes le mienten.
-El Boa: es el mejor amigo de El Jaguar y el colider del grupo. Siempre sigue las órdenes de su amigo.
Otros personajes secundarios
- Paulino
- “Pies dorados”
- Capitán Garrido
- El Coronel
- El Mayor
- Fontana
- Teniente Huarina
- “El Rulos
- Porfirio Cava
Análisis de La ciudad y los perros
Al estudiar La ciudad y los perros se puede observar que uno de los temas más sobresalientes es el carácter autoritario y rudo de una sociedad que lucha por subsistir y precisamente el Colegio Militar es una herramienta que se les facilita a todos los jóvenes para que aprendan a ser valientes y seguros de si mismos.
La rebeldía se pone en manifiesto con el personaje de El Jaguar, quien imparte respeto a todos sus compañeros por su rudeza y agresividad. Es el personaje más problemático del colegio, al fomentar la violencia a través de un clan de amigos iguales de salvajes que él. Su personalidad es totalmente comprensible, al crecer en un arrabal peruano.
Las injusticias que se cometen para tapar un delito también se dilucida cuando Ricardo Arana muere en una práctica militar. Las principales autoridades del plantel hicieron caso omiso de las quejas pronunciadas por Alberto. Es por ello que el favor “el qué dirán” juega un papel importante papel importante, porque el director prefirió ocultar la verdadera razón de la muerte del joven para no manchar la reputación de su instituto.
Género de La ciudad y los perros
El gnénero que enmarca a La Ciudad y los perros de Vargas Llosa es el narrativo y también puede considerarse como una novela negra. Dichas novelas son aquellas que nos muestran una realidad social y política que, generalmente, son muy adversas. Por ejemplo, una novela en la cual se comete homicidios, delincuencia, injusticias o inclusive los relatos policiales cuyo fin es atrapar a uno o varios asesinos, puede considerarse como una novela negra.
La ciudad y los perros encaja perfectamente en este género lleno de tramas oscuras, cuando sus personajes principales se ven involucrados en constantes humillaciones en el Colegio Militar, la rudeza con que actúa y se expresa El Jaguar, la acentuada sumisión con que actúa El Esclavo y el tema social del autoritarismo castrador que sirvió como premisa de los militares para formar hombres valerosos.
Mensaje de La ciudad y los perros
El mensaje que introduce Vargas Llosa, que a su vez actúa como crítica es que las máximas autoridades no siempre ejercen la justicia como debe ser, al momento que asesinan a El Esclavo, todos los directivos militares prefirieron callar el asesinato y mantenerlo como un accidente para no manchar el prestigioso nombre del Colegio Militar.
También muestra la venganza como arma para todos aquellos que delatan los actos delictivos como en el mismo Ricardo, quien no desaprovechó la oportunidad de descubrir a El Jaguar y por ello fue asesinado.
Estructura de La ciudad y los perros
La novela está dividida por 2 partes y cada una de esas divisiones está compuesta por 8 capítulos, para totalizar 16 episodios de la historia completa. También posee un epílogo, en el cual se detalla que El Jaguar si fue quien asesinó a El Esclavo.
Los espacios en blanco que se detallan en el libro sirven para que el lector sepa que el capítulo que está leyendo va a finalizar y en breve pasará a leer un nuevo capítulo.
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Actualizado el 28 marzo, 2023