Matar a un ruiseñor: Argumento, personajes, autor y más

“Matar a un ruiseñor” es el título de una de las obras de la literatura clásica imprescindible, que nos presenta su autora Harper Lee, donde se expone la discriminación y los prejuicios raciales hacia las personas de raza negra a principios de siglo en los Estados Unidos; con lecciones de vida interesantes sobre la moral, el bien y el mal, vistos desde la perspectiva de una niña pequeña, quien siente en carne propia las injusticias de una época oscura de la cultura reinante en un tranquilo pueblo de Alabama.

Matar a un ruiseñor

Acerca del Libro

“Matar a un Ruiseñor” es un libro de la reconocida autora Harper Lee, ganador del Premio Pulitzer del año 1961 por esta magnífica novela ambientada en una época turbulenta de los Estados Unidos, donde las personas eran tratadas de acuerdo a su color de piel, y la justicia y los derechos humanos no eran para todos por igual.

La autora nos expone un relato sobre un tema un tanto complicado pero que ella ha plasmado de forma espectacular, entretenida y fácil de leer;  en esta obra Harper Lee explora aspectos tan serios como la honestidad, la moralidad y la equidad entre las personas. Nobles sentimientos que muchas veces se pueden ver opacados por atropellos y tratos injustos hacia personas que no se consideran como iguales.

Una época vergonzosa está retratada en el libro “Matar a un ruiseñor”, el ambiente cultural que se vivía en los años de esclavitud y maltrato hacia los negros, quienes tenían que soportar actitudes irracionales solo por tener la piel oscura, en los años treinta el sur de Estados Unidos veía ante la mirada indiferente de sus habitantes que la raza y la clase social iban de la mano con la miseria y la injusticia.

En Alabama existía una conciencia colectiva impregnada de prejuicios, era común que las personas blancas tuvieran mejor calidad de vida que las personas de raza negra, la hipocresía estaba presente constantemente en el trato diario hacia los negros ya que según el razonamiento de algunos ellos eran inferiores y estaban para servir.

Muchas veces ante una acusación los negros eran juzgados y condenados de manera injusta, sin pruebas ni derecho a defensa, se consideraban culpables de una vez se ejecutaban sin remordimientos de manera pública, para infundir miedo y ponerlos como ejemplo ante cualquier tipo de brote violento que se pudiera llegar a enfrentar.

El libro de Harper destaca el concepto de prejuicio en las personas, el cual llega a ser como una enfermedad que infecta y se esparce rápidamente; las opiniones preconcebidas sobre las personas, especialmente las del tipo negativo, hacen que sea complicado llegar a tener una existencia de igualdad y paz para todos.

Y es que la suposición viciada de pensamientos de odio hacia los demás hace que no haya cabida a la razón ni al sentido común. La sociedad ciega e hipócrita actuaba solo para beneficiar los intereses de una mayoría cómoda e impasible, ante el sufrimiento de otro ser humano.

Pero no todo estaba perdido, hay veces que aparecen personas dispuestas a luchar contra lo que les parece injusto y arbitrario, hay quienes tienen la fortaleza de enfrentar a su manera las injusticias cometidas y colaborar con su grano de arena para establecer la equidad perdida, como es el caso relatado en el libro “Matar a un ruiseñor”.

El libro de Harper Lee ha sido premiado con múltiples reconocimientos por su excelente narrativa, su impecable argumento y su mensaje de reflexión ante una realidad cruda basada en un pasado trágico y problemático, donde los prejuicios dictaminaban el futuro de las personas y los negros eran considerados como inferiores solo por su color de piel.

Desde su publicación en el año 1960, ha sido uno de los libros preferidos por el público, logrando calar en el gusto de millones de lectores alrededor del mundo, para lo cual ha sido traducida a más de cuarenta idiomas y ha llegado a alcanzar ventas increíbles de más de cuarenta millones de ejemplares, volviéndose un éxito sin precedentes y una lectura obligada entre las obras contemporáneas de la literatura.

Según la autora, su inspiración para la novela la obtuvo de su experiencia en la niñez con el trato de sus familiares y vecinos en el año 1936, cuando ella contaba con apenas 10 años de edad.

A pesar de tener que describir un relato sobre temas tan duros como la violación, el atropello y el racismo, la autora lo nivela dando algunos toques de humor y diálogos cálidos, esperanzadores sobre la igualdad entre todos los seres humanos.

El personaje de “Matar a un ruiseñor” llamado Atticus Finch es considerado como un ejemplo de moralidad e integridad como persona y como abogado profesional, al no dejarse llevar por los prejuicios y realizar su trabajo de la mejor manera posible, sin que le importe la condición social ni que el acusado es de raza negra.

Este aspecto de la novela causó un impacto profundo y aún en nuestros días, es el libro más leído sobre el tema del racismo que existió en Estados Unidos, la autora presenta a uno de sus personajes principales como un héroe que lucha por los derechos de alguien sin esperanza.

Algunos consideran a “Matar un ruiseñor” como una novela educativa, debido a los conceptos sobre los valores humanos que se deben cultivar en cada uno de nosotros desde pequeños, orientando a nuestros niños a comprender lo importante de la justicia social, cuando por sobre todas las cosas es necesario inculcar que todos somos seres humanos creados con igualdad de derechos y deberes para la convivencia en un mundo en paz.

Matar a un ruiseñor

Debido a esto, el libro de Harper Lee se utiliza ampliamente en las escuelas como lectura obligatoria y su posterior discusión sobre temas relevantes y fundamentales para formar un pensamiento crítico con tolerancia y respeto.

“Matar a un ruiseñor” es una obra literaria  sorprendente, algunos críticos consideran que es uno de los libros que todo adulto debe leer antes de morir. Ha sido tal el éxito del libro, que poco tiempo después de su publicación se realizó una versión para el cine y el teatro, dejando clara la relevancia de la obra con temas que siguen vigentes hasta el día de hoy.

Argumento

Scout Finch es una niña pequeña, que vive, juega y sueña junto con su hermano Jem, que aunque es un poco mayor que ella, todos los días sale a explorar con su hermanita y su amigo Dill, para entretenerse y hacer menos aburrido el verano. Ambos chicos son huérfanos, hace algunos años su madre murió y ahora los cuida su papá, un exitoso abogado, a quien todos conocen en el pueblo.

En el tranquilo pueblo de Maycomb existen personajes interesantes que despiertan la curiosidad de los niños, como por ejemplo la casa de Bob Radley, que es siniestra y misteriosa, le pertenece a un vecino que tiene un comportamiento que según los niños da la impresión de que tiene mucho que ocultar.

Este verano es diferente, ya que su padre Atticus acepta trabajar como abogado defensor en un caso controversial, donde un hombre negro es acusado de violar a una mujer blanca.

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Inmediatamente se habla de esta noticia en todo el pueblo, nadie se explica cómo un abogado respetable, buen padre de familia y habitante estrella del pueblo, va a aceptar defender a un negro.

Este hecho hace evidentes los prejuicios que tiene la gente en el pueblo y Atticus comienza a percibir la negatividad y el odio por parte de sus vecinos, hacia él directamente y hacia su familia, pues sus hijos también comenzaron a escuchar insultos y sufrir atropellos en el pueblo, ya que sus vecinos blancos ven como una falta grave que haya aceptado el caso, pero no por la posibilidad de que sea culpable, sino porque es un hombre negro.

El acusado se llama Tom Robinson y tiene frente a sí mismo un duro camino por recorrer; a pesar de ser completamente inocente de lo que se le acusa, debe enfrentar un juicio totalmente parcializado, donde absolutamente nadie cree que sea inocente, solo quieren hacer formal y legal su paso a la horca.

Atticus es un buen abogado, investigó el caso a fondo, reunió evidencia, armó sus alegatos y se embarcó en una odisea donde estando convencido de la inocencia de su cliente lo defendería hasta conseguir que el jurado lo absolviera de toda culpa, para Atticus es una meta personal y quiere hacer lo correcto y justo.

Mientras se realiza el largo juicio, Atticus demuestra la inocencia de Robinson, y no solo eso, sino que deja al descubierto las mentiras de la supuesta víctima, llamada Mayela Ewell, quien junto a su padre, alcohólico y problemático, llamado Bob, han armado toda una red de intrigas que le quitarían la vida a una persona inocente.

A pesar del excelente trabajo y las buenas intenciones de Atticus, el resultado del juicio es una condena para Robinson, quien en vista de que se ha perdido su última esperanza de salir absuelto, en un ataque de desesperación trata de escapar y lo hieren en el intento.

Luego de estos hechos vienen las represalias por parte de las personas del pueblo contra Atticus, pues les ha tocado una fibra cuestionable que la mayoría de sus vecinos comparte, y es el racismo, tanto odio a las personas solo porque tienen un color de piel diferente, es vergonzoso y hasta grotesco.

Entre tanto, Bob Ewell está ofendido porque su credibilidad quedó en entredicho durante el juicio, en el que se consideró la palabra de un negro de más peso que la suya, así que quiere vengarse por lo que él considera una humillación pública. Busca la manera de hacerlo y después de varios intentos fallidos con Atticus, trata de hacerle daño a los pequeños Jem y Scout.

Con este incidente queda demostrada la poca calidad humana y el nivel de odio que tiene Bob Ewell dentro de sí, en su intento de herir a los niños, desata todo un incidente, pero sorpresivamente Jem y Scout recibieron la ayuda de Bob Radley, a pesar de todo lo que ellos pensaban de él por comportarse de manera diferente y solitaria, los defiende y en medio de la trifulca donde Ewell saca la peor parte y es herido de muerte.

En medio de la confusión no está claro quién lo ha herido, pero luego de reconstruir los hechos, se determina que el pobre Ewell es el culpable, ya que en su frenesí de odio, cayó sobre su propio cuchillo terminando él mismo con su miserable vida.

Al final, la mayoría concuerda que enviar a un inocente a un juicio aunque se sabía que todos lo encontrarían culpable, por las ideas racistas y prejuicios inútiles, era como “Matar a un ruiseñor” , un pájaro hermoso, pequeño y dulce que no hace daño a nadie.

Análisis literario

Uno de los elementos importantes que se deben tomar en cuenta a la hora de realizar un análisis de la obra “Matar un ruiseñor” es destacar quién es el narrador de la historia; en el presente es una mujer adulta que hace una remembranza de acontecimientos que sucedieron cuando era una niña, tenía 6 años de edad y pasaba largos y apacibles veranos en Alabama, es por esto que el relato tiene el punto de vista inocente de una pequeña.

Ahora bien, esto convierte a Scout en un narrador omnisciente durante el desarrollo de la trama de “Matar a un ruiseñor” además de ser al mismo tiempo la protagonista de la historia, quien vivió en carne propia lo que sucedió en Maycomb.

Generalmente, la autora emplea la primera persona del plural en el tiempo verbal del pasado cuando se quiere referir a su familia; en cambio usa la tercera persona, igualmente en pasado para referirse a los otros personajes, vecinos y amigos de la infancia. Cuando se refiere a sí misma, exponiendo sus ideas y pensamientos lo hace en primera persona.

Estructura

“Matar a un ruiseñor” tiene una estructura bien definida, donde la autora presenta la historia en dos partes que se unen perfectamente para contar el relato en su totalidad; en cada una de estas partes es donde encontramos los 31 capítulos de los cuales se compone la obra, inicialmente encontramos los 11 capítulos pertenecientes a la primera parte y luego los 20 restantes que corresponden a la segunda parte.

Entre ambos bloques de capítulos existe una diferencia interesante, ya que en el comienzo de la novela los capítulos son más extensos, pues la autora se dedica a explicar el ambiente, ella describe los paisajes, las grandes casas, los extensos campos donde principalmente se planta algodón y la quietud de un pueblo, que resultó tener la bestia del racismo latente en cada uno de sus ciudadanos.

En esta parte también se dan a conocer las personalidades de los niños y de sus aventuras, quienes corriendo y jugando por el pueblo nos dan la opinión de primera mano sobre sus vecinos. En medio de estos interminables y calurosos veranos, donde el tiempo pasa lentamente, sus travesuras nos comienzan a abrir la visión personal de que en este pueblo nada es como parece.

También hay una parte específicamente escrita para que conozcamos todo el panorama que se le presenta a Atticus, cuando decide tomar el caso y defender a Tom. Esto dio pie para que se mostraran las verdaderas intenciones de mucha gente y dejaran la hipocresía para dejar ver su lado más oscuro; digno de la sociedad racista y clasista que existía en ese entonces.

En la segunda parte, los capítulos están escritos de manera diferente, ya que hacen la lectura más breve, ágil y fluida, dando más fuerza a los hechos y menos a las descripciones, donde rápidamente se van desencadenando los sucesos uno tras otro para captar totalmente la atención del lector enganchándolo de un capítulo al otro.

“Matar a un ruiseñor” está escrito de manera que los hechos se presentan ordenados cronológicamente y existen elementos que hacen referencia a datos presentados en el capítulo anterior, logrando así poder concatenar perfectamente la trama, haciendo que el lector esté ansioso por el desenlace siguiente.

A pesar de que al comienzo del libro el lector es rodeado de descripciones y elementos cargados de información pertinente, la lectura se agiliza a medida que avanza la historia, este tipo de inicio es necesario para lograr que el lector sepa verdaderamente el concepto de la obra. Pero esto se ve compensado en la segunda parte, donde la acción vertiginosa genera expectativas que llevan rápidamente al desenlace final.

El libro “Matar a un ruiseñor”  fue redactado en un lenguaje sencillo, sin palabras rebuscadas o complicadas figuras literarias que desvíen la atención del lector. En esta obra el aspecto emocional, la acción, el misterio y la inocencia, exponen la propia sensibilidad de la autora; quien logró completamente su objetivo: entregar al público un texto interesante que hace reflexionar a quien lo lee.

En cuanto a los personajes del libro, podemos observar una evolución en todos y cada uno de ellos, los hechos relatados cambiaron muchas conciencias e hicieron transformaciones en la perspectiva sobre cómo se manejan las cosas, ya que algunas veces lo que piensa la mayoría no siempre es lo verdadero.

La historia de “Matar a un ruiseñor” se desarrolla en un lugar creado por la mente de la autora, pero que tiene muchos elementos en común con las ciudades que se podían encontrar en esa época, en la parte sur de los Estados Unidos.

Durante la historia los niños crecen, maduran y poco a poco van comprendiendo el comportamiento de sus semejantes, entendiendo lo bueno y lo malo de las costumbres presentes en los años de su infancia, donde se forma la sensibilidad hacia los temas sociales y la empatía hacia los demás.

Estilo 

En las obras de literatura, el estilo de la escritura es lo que da la esencia al trabajo que presenta un escritor, es la forma de expresar las ideas que se han formado a partir de su fuente de inspiración, en un lenguaje característico propio y totalmente diferente para cada autor.

Este estilo dependerá de diversos factores, como la época en que se quiere enmarcar la obra, la relación que se tendrá entre el lector y el texto a escribir, las normas que regirán el contexto, la identidad social y el efecto en el público.

Fundamentalmente el estilo de escritura tiene que ver con la elección correcta de las palabras, la forma de estructurar las oraciones para lograr trasmitir el significado del trabajo literario y crear el efecto que se quiere obtener con el trabajo literario.

En cuanto al elemento de estilo que resulta más característico en la autora de “Matar a un ruiseñor” está la excelente narrativa, talento que de manera innata le imprime a todo texto que realiza. En una oportunidad la Revista Times se refirió al estilo presente en la narrativa de Lee como una brillantez táctil; con un especial talento para escribir relatos y contar sus magníficas historias.

Especialmente es evidente su arte visual y su fluidez similar a la cinematografía, la cual hace que con sutileza, una escena vaya detrás de otra de manera simple y sutil, sin sobresaltos en dicha transición.

Estilo de “Matar a un ruiseñor”

En el libro “Matar a un ruiseñor” haciendo gala de su estilismo, Harper Lee combina la narración que proviene desde el punto de vista de una niña pequeña que observa todo lo que sucede a su alrededor desde un enfoque inocente, con la versión de los mismos hechos relatados por ella misma hecha adulta, quien hace una reflexión sobre sus experiencias de la infancia.

La autora también recurre a la técnica de la analepsis (flashback), la cual consiste en crear una escena retrospectiva, que altera la sucesión cronológica de los acontecimientos de la historia, llegando a conectar momentos distintos en diferentes épocas, es decir, básicamente nos traslada al pasado.

Esta técnica se utiliza de manera muy frecuente, como una ayuda para explicar eventos que son consecuencias de acciones pasadas o para lograr establecer detalles del personaje, profundizando en sus características para delinearlo perfectamente, haciendo una vuelta repentina al pasado de donde la mayoría de las veces provienen muchas de las actitudes del personaje en el presente.

En “Matar a un ruiseñor” se utiliza la dualidad del punto de vista narrativo explicada anteriormente para intercalar ambos tiempos logrando un efecto perfecto, incluyendo los viajes en retrospectiva del relato.

Utilizando este método narrativo, se crea una atmósfera que permite al lector disfrutar de una obra escrita de manera inteligentemente engañosa, que entrelaza lo simple del punto de vista infantil con situaciones de temas adultos muy delicados, tales como las intrigas, las mentiras, los actos de segregación racial, el alcoholismo y la violencia.

Sin embargo, algunas veces estos saltos entre diversos puntos de vista del narrador del relato hacen que el lector llegue a cuestionar el nivel intelectual y la plena capacidad de una pequeña para comprender los hechos como si fuera un adulto, utilizando un razonamiento y un vocabulario propio de una mujer adulta. Recordemos que en esta historia los niños presencian los pormenores de un juicio viciado a un hombre negro por violencia sexual, lo cual es bastante complejo de interpretar cuando se tienen 6 y 10 años.

En el estilo literario presente en el libro “Matar a un ruiseñor”, la autora utiliza de un modo ingenioso los elementos de humor a pesar de que se trata de una historia trágica de muerte e injusticia de una persona inocente, expone su argumento añadiendo aspectos graciosos que contribuyen a retomar la ligereza de la lectura, mostrando la degradación de los valores sociales pero de manera que no resulte deprimente.

Ejemplo de esto son las afirmaciones, cuestionamientos y observaciones de Scout sobre el comportamiento de las personas adultas que conoce, la niña asume con firmeza la posición de exponer su criterio ante los comportamientos de sus vecinos.

Otros elementos utilizados con frecuencia en el relato son la parodia y la ironía. Mediante las afirmaciones de los niños la autora aprovecha esta candidez infantil y hace uso de lecciones de vida utilizando la sátira, como en el caso en que Jem y Scout piensan que la mejor manera de compartir y gozar de la atención de su amigo Dill es pelearse con él, este tipo de razonamiento es usado como una ironía perfecta referida a las relaciones interpersonales.

Otro de los momentos en el libro que logra captar la atención del lector es cuando Scout se presenta el primer día de clases a la escuela, cuando llena de cinismo la maestra le dice que ahora ella va a tener mucho más trabajo, ya que debe enmendar el daño que hizo Atticus enseñando a leer a su hija, y le prohíbe seguir haciendo cualquier cosa que pueda brindar a la niña cualquier tipo de conocimiento.

Una vez más la ironía es utilizada por Harper para exponer situaciones horribles; como cuando Jem y Scout analizan cómo la sociedad del pueblo está sumida en el más oscuro racismo, y se muestra ante todos como una población decente que hace lo correcto. En este sentido también se destacan a lo largo del desarrollo de la historia críticas abiertas al sistema educativo y a los valores morales presentes en los ciudadanos de Maycomb.

Para el desarrollo de la trama se recurre a los toques entretenidos en el relato, por ejemplo cuando Atticus tiene que estar fuera de la ciudad y deja a sus niños al cuidado de su trabajadora del hogar llamada Calpurnia, quien reprende a los niños por su mal comportamiento; los lleva a la iglesia y los acompaña para asegurarse de que no se metan en problemas, lo cual se convierte en el momento indicado para que salgan a la luz detalles de la vida personal de la criada, comunes en la mayoría de la población de raza negra de la región.

Género literario

Dada la estructura de su argumento, “Matar un ruiseñor” entra en la clasificación de novela gótica sureña, la cual ha sido escrita en el género narrativo pues para contar la historia el autor se vale de personajes protagónicos y secundarios, los cuales intervienen en el desarrollo de los acontecimientos por medio de diálogos, mientras el narrador, hace el trabajo de contar lo que sucede para colocar el hilo conductivo de la historia relatada.

“Matar a un ruiseñor” también es considerada como un bildungsroman, el cual es un término en idioma Alemán que hace referencia al momento cuando a las personas reales o ficticias pasan de la inocencia de la infancia hacia la fase de madurez, son conocidas también como novelas de aprendizaje, por su contenido aleccionador.

En este tipo de trabajos literarios, los temas, el ambiente y el contexto pueden ser diferentes, no obstante lo importante en este aspecto del análisis literario es la evolución de los personajes, donde se nota el crecimiento personal y las ideas, pensamientos y acciones que tienen son influenciados por el aprendizaje previo de lecciones que han ido aprendiendo en el transcurso del libro.

También existe un aspecto gótico en la novela  que viene dado por las circunstancias y las características que muestra el personaje de Bob Radley; su deseo de estar aislado, su casa alejada, impenetrable y misteriosa, crean una atmósfera enigmática que hace volar la imaginación de los pequeños protagonistas de la historia.

Pueden considerarse como góticas las características presentes en el juzgado de la ciudad de Maycomb, desde la arquitectura hasta el ambiente oscuro que rodea a un lugar que está marcado por la injusticia y la desigualdad social.

Al igual que otras obras que se ambientan en la parte sur de Estados Unidos, como ‘El guardián entre el Centeno’ y las ‘Aventuras de Huckleberry Finn’, el libro de Harper Lee contiene un elemento que se considera gótico, como son los enigmáticos forasteros, parte que está presente en el argumento de “Matar a un ruiseñor”.

Desde la perspectiva de Scout, su padre Atticus es como un héroe, una persona con una calidad humana extraordinaria, protector y benévolo; una autoridad que tiene valores mucho más elevados que el resto de los habitantes del pueblo, ya que él se deja guiar por su consciencia, hace lo que debe hacer y se preocupa por lo que es correcto y justo, sin importarle las consecuencias que esto le pueda traer a él y a su familia, que son víctimas del ostracismo social.

Para plasmar algunos tópicos difíciles como el alcoholismo, el incesto y la violencia racial y sexual, la autora se rige por presentar los hechos de manera puntual y como casos aislados, sin drama excesivo, exponiendo una sociedad real en la cual se pueden presentar este tipo de situaciones, debido a los rasgos de cada persona de manera individual, no dando la idea de que toda la colectividad se comporta de esta grotesca manera.

Tema Literario

Cuando hablamos de tema literario nos referimos al contenido de una obra, sin importar el género en el cual su autor haya estructurado el libro, sino más bien se trata de la esencia universal que nos deja la lectura de este texto.

Los temas en la literatura son fundamentalmente universales y hasta cierto punto de naturaleza abstracta, como por ejemplo son muy frecuentes las obrar literarias que tienen como tema central el amor, la muerte, la vida, el paso del tiempo, la guerra, el odio, la venganza, la ira, y la avaricia; como podemos observar son temas de comprensión y reflexión de cada uno de los seres humanos a nivel general, los cuales son llevados a cada contexto cultural, conforme a los valores y tradiciones que existan en el universo del público lector.

El tema literario gobierna el asunto principal sobre el cual gira la trama y se articula el guión en la estructura del libro, todo esto nos lleva a darle término a los conflictos, acciones y motivaciones ideadas por el autor para dar un cierre a la historia que se plasma en su libro. No obstante, muchas veces se plantean temas secundarios que están estrechamente relacionados con el tema principal y que durante toda la historia interactúan de manera coherente para contribuir con el argumento principal del libro.

El libro “Matar a un ruiseñor” ha tenido una gran popularidad desde que fue publicado, pero a pesar de las ventas y las críticas positivas con respecto al argumento, el tema no ha sido motivo de análisis intensivo. Muchos consideran que la obra de Harper Lee es sumamente poderosa, fundamentalmente es un ícono que tiene un influjo de emotividad, que logra calar en el ser de todo el que tiene la oportunidad de leerlo.

La comunidad de lectores creen que es innecesaria una exhaustiva interpretación analítica sobre el tema de “Matar a un ruiseñor”, lo cual da la justificación perfecta a su autora de mantenerse indiferente a las interpretaciones sobre la novela, ella desde sus inicios ha preferido mantenerse en silencio en este aspecto.

Sin embargo, en una carta al editor del año 1960, Harper Lee dio su punto de vista sobre los temas tratados en su obra maestra, impulsada quizá por el apasionado fervor de sus lectores, afirmando lo siguiente:

Seguramente resulte claro a la más simple de las inteligencias que ‘Matar un ruiseñor’ explica detalladamente en palabras que rara vez son de más de dos sílabas, un código de honor y conducta, cristiano en su ética, que es herencia de todos los sureños“.

Cuando se publicó “Matar a un ruiseñor”, de inmediato la crítica expresó que según su criterio el libro está dividido en dos partes en cuanto a su temática, y se cuestionaba la habilidad de la autora para conectar debidamente ambas entre sí.

A continuación presentamos algunos de los temas presentes en el libro “Matar a un ruiseñor”:

La Vida sureña

Al comienzo del libro, en su primera parte se nos presenta el tema de la vida que se llevaba en el sur de los Estados Unidos, en los niños se ve el reflejo de sentirse protegidos dentro de la seguridad que les provee el pueblo y sus habitantes.

El interés de los niños por la vida y obra de los vecinos, en especial por su enigmático vecino llamado Bob Radley, hacen que de las páginas del libro emerjan frases inteligentes y cándidas, de parte de Scout y Jem, sobre lo extraño que resultan algunas actitudes de personas que tienes cerca de ti y debes tratar de manera cotidiana.

Durante el relato de la historia, nos encontramos descripciones detalladas sobre las personas en Maycomb, símbolos y signos del más puro regionalismo sureño, considerados por algunos como muestra del sentimentalismo melancólico de la propia Harper Lee, el cual incluye elementos característicos de esta zona, para explicar las acciones y posiciones de todos los habitantes del pueblo.

Un ejemplo de esto es la explicación de las faltas y fortalezas de los vecinos de Maycomb, utilizando las características de su árbol genealógico, para la justificación de algunas actitudes, como la tendencia a dejarse llevar por el juego, la violencia o el alcoholismo.

También puede notarse este tema literario cuando se describe en detalle la historia de la familia protagonista ‘Los Flinch’, a su vez unidos con la historia de Maycomb, rica en anécdotas y elementos fascinantes que nos regalan una gran historia.

El tema regional también se muestra abiertamente cuando durante el juicio salen algunos sucesos a colación, como el momento en que Atticus en medio de sus alegatos de defensa frente al juez, jurado y ante los ojos de todo un pueblo, pone en evidencia por ejemplo la empatía que tiene Mayella Ewell por Tom Robinson, la cual permanece en secreto, ya que en pueblo no es bien visto tener ese tipo de sentimientos.

Es en este momento cuando Atticus utiliza la definición de ‘buena gente’ para referirse a las personas que con buenas intenciones, quienes viven su vida haciendo lo que es mejor, utilizando lo que tienen a su alcance y sobretodo sin hacerle daño a nadie.

El racismo

Por muchos años a las personas de raza negra no les queda otra opción más que enfrentar las difíciles condiciones para lograr sobrevivir, siendo estas peores en la parte sur de Estados Unidos; ya que en estos lugares, se manifestaban como tradiciones las costumbres horribles de tratar a otro ser humano como inferior, solo porque tiene un color distinto de piel. El tabú sobre los temas de igualdad y otros tópicos presentes en la sociedad, hacen que en esta época sea algo común, tener indiferencia ante el sufrimiento de los demás.

Para señalar el tema de la segunda parte de la novela tomaremos sección de la afirmación del crítico literario LeMay “La vergüenza que corroe el espíritu del sureño blanco civilizado en sus relaciones con el negro“, lo cual se refiere a que principalmente la novela “Matar a un ruiseñor” expone una dura crítica para la actitud de las personas sureñas con respecto al racismo.

Se debe tomar en consideración que el libro de Harper Lee está inspirado en los eventos que sucedieron en Alabama, influyendo en gran medida en la creatividad de la autora para realizar la novela; es aquí donde el racismo mostró su terrible cara por más tiempo.

Alabama es el lugar de nacimiento de Rosa Parks, cuyo nombre verdadero era Rosa Louise McCauley, quien fue un ícono para el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos; ya que un día estando sentada dentro de un autobús, debía cederle su asiento a un hombre blanco que acababa de subir, teniendo que trasladarse hasta el fondo del transporte público. Por primera vez una persona de color, dijo NO, fue un acto sin precedentes en la historia contra el racismo y ocurrió en Montgomery Alabama el 1 de Diciembre del año 1955.

La respuesta negativa de la señorita Parks, fue tomada como un acto de rebeldía y generó el boicot de autobuses de Montgomery de 1955, y un poco después desencadenó los disturbios que tuvieron lugar en el año 1956 cuando la Universidad de Alabama aceptó por primera vez a dos estudiantes negras, llamadas Autherine y Polly Myers.

Si analizamos el contexto histórico en el que se desarrolla la historia de “Matar a un ruiseñor”, podemos decir que sin duda alguna es una obra escrita en medio de un ambiente de transformación en cuanto a los temas sociales, el conflicto entre los que querían continuar con la discriminación racial en perjuicio de las personas que por su color de piel eran consideradas inferiores, y por otro lado están los que dijeron ya basta y esperaban contribuir con un cambio.

En el libro “Matar a un ruiseñor” encontramos contenido realista, a pesar de que la ambientación para el argumento se trabaja desde la perspectiva de la década de 1950, donde se habla de los conflictos, tensiones y temores inyectados en una población que tenía miedo a una transición, pues la incertidumbre de cómo sería una vida con condiciones de igualdad entre negros y blancos era para muchos algo impensable.

Bajo esta perspectiva, el personaje de Tom Robinson sufrió innumerables vejaciones, injusticias y violencia, además de que su opinión no importaba y su versión de los hechos era poco importante para la autoridad del momento. Este personaje envuelve el concepto común del violador negro que sin remordimientos causa daño a una mujer dulce, pura, vulnerable e indefensa, que representa la femineidad sagrada de las mujeres blancas del Sur.

Y es que se daba por sentado que al traspasar la línea entre negros y blancos, ocasionando un contacto sexual de cualquier índole, el negro siempre sería tratado como violador, ya que era inconcebible que una mujer blanca diera su consentimiento y se involucrara con una persona que no era de su raza. Cuando se presentaba un hecho como este, lamentablemente siempre terminaba de la misma manera, con pena de muerte para el acusado.

Para ilustrar este hecho, en el juicio a Tom Robinson el jurado estaba constituido enteramente por granjeros blancos, vecinos de toda la vida de la familia de la acusada, quienes a pesar de toda la evidencia abrumadora que se presentó y que exculpaba al acusado de ese horrible crimen que le estaban imputando, lo declararon culpable, siendo apoyados por la ciudad en pleno, que bajo ninguna circunstancia creyó en la inocencia de Robinson ni por un momento.

Muchos han criticado el libro de Harper Lee, ya que elaboró un personaje que estereotipa de manera negativa lo que es ser un hombre negro, cayendo en un motivo recurrente entre los escritores blancos de la época del auge del racismo sureño, presentando a Robinson como un hombre indefenso, poco inteligente, dependiente de la caridad e incapaz de hacer algo por sí mismo; sin embargo al darle un poco de iniciativa cuando escucha el veredicto y decide escapar, terminan asesinándolo violentamente.

Finalmente vemos el tema del racismo en forma simbólica, donde indirectamente se hace referencia a la injusticia y a la violencia que sufren los negros, por ejemplo cuando Atticus debe dispararle a un perro rabioso en el pueblo, que tiene una alegoría implícita, el perro representa al pueblo de Maycomb, y el que Atticus le dispare solo con todos los vecinos de testigo es para enfatizar que el racismo estaba presente en cada uno de los habitantes de ese pueblo.

Mientras se realiza el juicio, entre los alegatos de cierre de Atticus nos damos cuenta de que en la corte frente al juez y al jurado en la sala de justicia, nuevamente lo vemos enfrentando una y otra vez al perro rabioso, el racismo existente en esa sala niega totalmente cualquier vestigio de humanidad hacia el personaje de Robinson; logrando que el odio y la discriminación lleguen a alcanzar a Atticus y su familia.

Clases Sociales

En la obra de Harper Lee encontramos afirmaciones que desafían el orden social que se ha establecido y que obedece a manifestaciones que destacan la cantidad de bienes materiales, riqueza, vidas de lujo y poder adquisitivo. La autora cree firmemente en el valor de las personas sin etiquetarlas en una clase social, ya que sin importar el dinero que tengan, deben recibir un trato de respeto e igualdad.

Esto puede verse reflejado en pequeñas actitudes de los niños, por ejemplo, cuando Scout se burla con disimulo de la condición social de Walter Cunningham, su compañero en la escuela, por ser de familia pobre. Cuando Calpurnia, su ama de llaves, se da cuenta de lo que ella hizo, la reprende inmediatamente, dándole consejos y lecciones que le servirán de por vida para que nunca se atreva a humillar a otro por su condición social.

Atticus el comprensivo, orgulloso y dedicado padre de Scout, respeta la lección que la cocinera le da a su hija, y la apoya en todo momento, incluso cuando otro miembro de la familia quiere despedirla, por atreverse a educar a la niña.

De hecho, Scout critica a las mujeres que tienen una forma de ser que según ella carecen de iniciativa, son demasiado permisivas, dependientes de los hombres o poco estudiadas; la niña no quiere ser identificada con este tipo de figura femenina, por el contrario, desea tener la libertad de escoger y de dirigir su propia vida.

Según el criterio de la autora, el objetivo de su escrito tiene como prioridad afirmar a la sociedad que el orden preestablecido no puede estar por encima de los derechos humanos; es necesario instituir el respeto al ciudadano, la cortesía, las leyes justas y el trato de igualdad a las personas, sin importar su clase social.

​El enfoque de Harper Lee en esta serie de temas delicados, como la segregación de los miembros de la sociedad entre los que tienen dinero y los que no, y la desigualdad de los derechos entre las personas blancas y negras, es complejo y dinámico; pero ha trascendido en el tiempo pues las bases de las relaciones humanas existentes tienen valores que serán pertinentes en cualquier época, impulsando la calidad humana solidaria y equitativa.

En “Matar a un ruiseñor” la presencia de la voz que narra la historia de Lee y que pertenece a la clase media, permite que el lector establezca una relación íntima con el texto, promoviendo en cierto sentido la igualdad entre todos los habitantes del pueblo sin importar su clase social.

Muestra de eso, son los personajes que nos presenta la autora como la señora Dubose quien es una ultra conservadora, los Ewell que son una familia de muy bajos recursos económicos, y los Cunninghan que a pesar de llevar una vida de pobreza y austeridad se comportan de manera muy diferente a los Ewell.

El señor Raymond tiene una cuantiosa fortuna pero es un ermitaño, Calpurnia y  otros miembros de la comunidad negra, en medio de las privaciones e injusticias, tratan con cortesía y buenas intensiones a todo el que los rodea.

Una de las enseñanzas que nos deja el libro “Matar a un ruiseñor” es el no juzgar a una persona, hasta conocer sus razones y comprender la experiencia que esa persona ha tenido, la cual determina su comportamiento actual.

La compasión y la valentía

Son muchos los pasajes presentes en el libro que nos muestran valores tan nobles como la compasión y la valentía,  por ejemplo la formidable posición de Scout ante el hecho de que con el juicio en progreso, algunos en el pueblo insultan y se burlan de su padre Atticus, por defender a una persona negra.

Atticus es la imagen moral de la novela, al tener que aguantar maltratos por parte de los vecinos, sus pequeños con gran valentía lo defienden; sintiendo de corazón empatía y compasión por la seguridad y el futuro incierto de Robinson. 

Otro ejemplo de compasión es cuando Atticus da lecciones sobre la dignidad y el respeto por otro ser humano, dando una enseñanza básica de vida, cuando le dice a Scout  “…nunca comprendes verdaderamente a una persona hasta que consideras las cosas desde su punto de vista, hasta que te metes en su piel y caminas en ella”.

Cuando durante el juicio, Mayella Ewell deja claro que es una persona solitaria y sin amigos, Scout siente compasión por ella y por el señor Radley, que según la apreciación de la niña, es solitario y triste.

A pesar de que la novela trata sobre la injusticia y la tragedia de ser negro en una época donde la segregación racial es dura y colectiva, también le deja al lector una fuerte impresión de que en todos y cada uno de nosotros existe la compasión y la necesidad de comportarnos de la mejor manera, para constituir una sociedad con más calidad humana.

Significado de los géneros

A través de los ojos de Scout y su hermano Jem, Harper Lee explora el tema del rol del hombre y la mujer en la sociedad, a este respecto la niña intenta comprender el papel de la mujer y en algunos casos ve lo injusto del trato hacia ella, Scout cuenta con fuertes figuras femeninas que la orientan en este sentido, como lo son: Calpurnia, quien a pesar de lo difícil que es ser una mujer negra en una sociedad racista, tiene valores morales bien formados, y a su vecina Maudie, quien se caracteriza por tener determinación y no parece depender de nadie.

Muchos de los personajes tanto femeninos como masculinos ejercen algún tipo de influencia sobre Scout. De Mayella Ewell observa la cobardía y la sumisión, mientras que de la señora Duboise siente rechazo hacia sus opiniones racistas y lo que según ella es lo correcto.

Otro tema que se presenta en algunas partes de la novela, son las familias con madres ausentes y los padres abusivos; la madre de Scout y Jem fallece cuando ellos eran muy pequeños, también la figura femenina de la casa Ewell, todas dejaron un vacío que cada padre de una u otra forma debía llenar.

En cuanto a los hombres, existen personajes que son descritos por la autora como abusivos; por ejemplo, Bob Ewell tiene un comportamiento abusivo para con su hija, y el señor Radley encerró a su hijo de por vida, por no compartir su elección sobre cómo llevar la identidad sexual.

Finalmente Atticus es el ejemplo claro de una masculinidad perfecta, tal y como lo describe la autora de “Matar a un ruiseñor”, el abogado encarna sinceridad, solidaridad, valentía, es protector de su familia y contribuye con una dedicación a la justicia en la sociedad en la que vive, formando a sus hijos con respeto y con valores morales que los haga futuros adultos de bien.

Temas Legales 

“Matar a un ruiseñor” hace alusiones a temas legales, no solo en las partes del libro que hacen referencia al juicio como tal, sino también en los diálogos fuera de la corte, donde el lector encuentra críticas firmes hacia el trato desigual.

Es curiosa la manera como los niños de la obra hacen frente a las leyes preestablecidas, la mayoría de las veces las encontraban injustas, pues frecuentemente se veían obligados a tener que hacer cosas que no les gustaban o que no veían como importantes solo porque la ley y las buenas costumbres así lo ordenaban.

La forma como sellaban los acuerdos los niños era escupiendo en su mano, y aún así, Atticus se esmera porque ellos entiendan lo que sucede en el juicio, y llega al punto de discernir junto a ellos las leyes existentes y sus consecuencias directas en la sociedad, asimismo los hace pensar si es correcta o no la forma en que son aplicadas muchas de las ordenanzas y leyes que protegen y benefician a los blancos, dejando a los negros con la peor parte.

Los códigos sociales existentes en la época de la segregación racial y el odio a todo lo que asoma alguna característica diferente actuaban como una espada cruel que cortaba todo a su paso, haciendo que la mente de los vecinos se transforme en un tribunal férreo que dicta sentencias de por vida, que sin estar escritas, deben cumplirse.

Como ejemplo de estas afirmaciones, tenemos el caso de Dolphus Raymond quien debe vivir en el exilio social ya que sus vecinos no pueden tolerar que se haya enamorado de una mujer negra, siendo todavía peor su pecado, cuando tuvo hijos con su esposa en medio de un hogar constituido de amor y respeto.

La cara contraria de la moneda es Mayela Ewell, quien a pesar de sufrir por años al vivir con un padre abusivo, prefiere ocultar sus verdaderos sentimientos de afecto hacia Robinson por ser negro, y siguiendo los consejos de su padre, se involucra en una maraña de mentiras que intenta ocultar las verdaderas razones por las que una persona inocente es llevada a juicio acusada de haber cometido un horrible crimen.

Pérdida de la Inocencia

El apellido de Atticus y su familia es Finch (palabra en inglés para denominar un tipo de ave pequeña e inofensiva), el cual hace una clara referencia a los pájaros cantores y al simbolismo asociado a ellos.

Debido a esto tenemos a la imagen de un ruiseñor que aparece por primera vez cuando lo ve el abogado Atticus, después de haberle regalado rifles de juguete a sus hijos como regalo de navidad y permitirle al tío Jack enseñarles a disparar, advirtiéndoles que “pueden dispararles a las urracas que encuentren, pero tengan en cuenta que es pecado matar a un ruiseñor“.

Scout se confunde un poco con la advertencia de su padre, y decide aclarar sus dudas con la señorita Maudie, quien con mucha paciencia le explica lo que quiso decir su padre; “los ruiseñores no causan ningún daño al resto de las criaturas vivas, solo hacen una cosa y es cantar, con todo su corazón para nuestro deleite”. 

Por estos motivos matar a un ruiseñor es eliminar aquello inocente e indefenso, similar a lo ocurrido en el caso de Tom Robinson, donde la mentira, la intriga y la cobardía, sellaron el destino de un hombre inocente.  Eses es solo uno de los ejemplos de personajes que son asesinados, dañados o destruidos de alguna manera durante la novela, todos con la característica en común de ser inocentes, buenas personas que no le hacían agravio a nadie.

En el argumento de la novela, Scout cambia su modo de pensar acerca de Bob Radley, al principio ella lo ve como un ser siniestro, del que debe cuidarse; no obstante sigue en contacto con este hombre cada vez que puede y poco a poco descubre que no es malvado, aunque no comprende el motivo de su aislamiento social, al final ella lo considera como un ruiseñor al que no se le debe matar por ser inocente de lo que se le acusa, su pecado es ser diferente a todos y defraudar con esto a su familia y a la sociedad.

Cuando se acerca el final de la historia, Scout conversa con su padre sobre conceptos de moralidad y el deber ser, presentes en cada uno de nosotros. La niña llega a una clara reflexión sobre las personas a las cuales su entorno no llega a entender del todo, ante la presión social y la carga personal de sentirse como una vergüenza que pone en peligro la integridad de la familia.

Al analizar cómo es que cada personaje se enfrenta a su trágico destino, Harper Lee muestra su perspectiva construyendo todo un esquema y perfilando a cada quien según sus acciones y motivaciones.  Los lectores son llevados entre la adoración a los ejemplos morales existentes en el libro y los falsos e hipócritas que bajo una apariencia de personajes de sociedad viven según las costumbres y tradiciones fundamentadas de la convivencia en armonía, basándose en prejuicios tontos.

Cuando Scout tiene la oportunidad de presenciar una reunión de la Missionary Society, en la cual los miembros se encuentran para decir chismes y juzgar las acciones de los demás sin importar el daño que hacen, ellos tienen una actitud retrógrada, clasista y racista disfrazada de moralidad y decoro.

Por otro lado, cuando fue dictada la sentencia y el prisionero es condenado injustamente, todos se van de la corte murmurando y pensando que era lo correcto, es entonces cuando se ve el agradecimiento extremo que tienen los familiares y amigos de Tom Robinson hacia Atticus; ya que en la sala se quedaron sus hijos y las personas que estaban en el balcón desde donde los negros presenciaban el juicio.

Cuando Atticus finalmente se fue, todos lo miraban de pie, como haciendo honor a su retirada, un gesto de agradecimiento a sus esfuerzos por tratar y defender los derechos de una persona en desventaja social.

Recepción del libro

Para el momento de la publicación del libro, a los editores no les parecía que se podían obtener grandes ganancias, de hecho les preocupaba que ni siquiera se vendiera; pero como por arte de magia, apenas salió a la venta la respuesta del público fue positiva, logrando obtener aclamación y buenas críticas, y llevando a la autora a un estatus de celebridad.

“Matar a un ruiseñor” es un libro que logro un éxito contundente, tuvo varias reimpresiones y estuvo ampliamente disponible para ser fácilmente adquirido por el público, comenzando su ola de éxito en el pueblo natal de Monroeville en Alabama.

Las críticas que obtuvo el libro al poco tiempo de ser publicado fueron positivas e interesantes; entre todas las opiniones acerca del libro, destacamos que “The New Yorker” lo ha declarado como un libro excelente, sin pretensiones y completamente un éxito ingenioso.

El Atlantic Monthly al referirse al libro, afirma que es una lectura agradable, muy bien escrita pero poco exigente, con lo cual es posible perder interés, también le dedicó unas líneas al aspecto presente en la naturaleza de la voz narrativa, ya que desde su perspectiva una niña de 6 años que tiene el estilo y la comprensión de un adulto instruido, es totalmente inverosímil.

El Chicago Sunday Tribune expone que “Matar a un ruiseñor” es una novela de importancia contemporánea para todos los ciudadanos de Estados Unidos y tal vez del mundo entero. Un punto a favor para la escritora de la novela, es la posición imparcial desde donde se relatan los acontecimientos del libro, donde solo expone elementos de injusticia racial primordialmente.

Al celebrar el 50 aniversario de la publicación del libro “Matar a un ruiseñor”, se recabaron reflexiones acerca del impacto que ha tenido desde su publicación, algunos de los elogios que se destacan para conmemorar esta fecha es el de Chicago Tribune, quienes felicitaron a la autora por el uso de un rico lenguaje durante toda la obra.

Impacto social y desafíos

Hay extensos análisis que han causado controversia desde su publicación en el año 1963.  La polémica se ha desatado desde ese tiempo debido a los comentarios fuertes sobre el racismo en la parte sur de Estados Unidos; también contiene frases duras con blasfemias y expone los detalles de la supuesta violación de una chica que miente, producto del trauma del abuso que continuamente le propina su propio padre.

Este ha sido un motivo de discusión, ya que algunos son partidarios de que el libro sea una lectura obligada en cada colegio y los puntos en contra que hemos comentado en el párrafo anterior, llevan al cuestionamiento de si es apropiada y recomendable su lectura en bibliotecas y salones de clase.

En 1966 se reportó un incidente en Hanover (Virginia) el que se responsabilizaba al libro por la protesta desatada por padres de un instituto educativo, y dio pie para que fundamentalistas afirmaran que era algo totalmente inmoral que una novela tuviera una trama argumental basada en un hecho de violencia sexual.

“Matar a un ruiseñor” abordó problemas fuertes y complicados desde todo punto de vista, la visión del trato racista en el pueblo de Maycomb, es criticada por no dejar un mensaje que condenara de manera igualmente dura a los involucrados en tal bajeza. El concepto sobre el racismo que tenía la mayoría cuando transcurría la década de los setenta presentó un cambio sustancial, haciendo que muchas de las mentes de las personas en la sociedad se dieran cuenta de lo equivocados que habían estado durante años.

En este contexto se ha determinado que la percepción del libro “Matar a un ruiseñor” ha sido mayormente positiva, aunque si se divide por razas, la opinión es que deja mensajes positivos en los lectores blancos, pero no tiene tanta aceptación por parte de los negros.

A pesar de que su popular tema está enfocado en la segregación y la injusticia racial, causa descontento entre algunos que los personajes negros no están desarrollados a todo su potencial. Aunado a los epítetos raciales que se pueden leer a lo largo del libro, muchos detractores dicen que sus personajes son demasiados estereotipados, y que no están ni siquiera un poco cerca de la realidad.

En el libro se puede observar el trato que le da la autora a los personajes negros, por ejemplo las alusiones a las superstición, la excesiva pasividad, y específicamente en el personaje de Calpurnia, quien parece el retrato de una vida de esclavitud constante pero satisfactoria, lo cual es una muestra fehaciente de que el argumento del libro mantiene marginados a los personajes de color.

Además en muchos de los diálogos que sostienen los personajes sobre el racismo, la autora usa la perspectiva de Scout para suavizar los hechos a los lectores y que estos permanezcan inocentes o no vean a profundidad el horror del racismo. La voz narrativa de Scout pone una especie de velo sobre los acontecimientos, para que el lector que se sienta identificado fije la posición que se acerca más a su percepción de la realidad.

Así, según la posición que se tenga, lo que puede parecer fantástico para un lector, puede resultar ofensivo o denigrante para otro;  de hecho a algunos estudiantes negros la novela les parece desmoralizante.

Para finalizar podemos decir que la novela fue publicada en el momento justo, para contribuir con la lucha de las buenas personas del Sur de la nación y discernir sobre la tensión racial existente para la época.

El movimiento que impulsa los derechos civiles fue relacionado directamente con la novela “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee, creando una colaboración entre ambas influencias, que logró incrementar la aceptación de las mismas por parte del público.

Existen estudios donde el libro y la biografía de Harper Lee se incluyen en escritos y análisis sobre el movimiento por los derechos civiles, uno de los líderes del movimiento llamado Andrew Young afirma que a pesar de que ni la autora ni la novela formaron parte de este movimiento, “Matar a un ruiseñor” se constituye como una manera eficaz para inspirar esperanza en medio de todo el caos originado por un movimiento considerado por muchos como transgresor.

En cierto modo la novela da a la gente del Sur, una forma de entender la desigualdad racial, cambiando valores que les han sido inculcados durante años, contribuyendo a que se les abra la mente y busque otras alternativas.

Muchos de los habitantes de esta región tenían una personalidad tranquila, no causaban un caos o una tragedia dondequiera que iban, el libro contribuye a que estas personas neutrales entiendan qué está mal en su escala de valores, ayudándolos a comprender la perspectiva del otro, de sus sacrificios y cómo tienen que cargar con un destino marcado por la desdicha desde antes de nacer.

Una historiadora de la campaña de Birmingham, hizo severas críticas a la obra “Matar a un ruiseñor”, pues según su análisis en el libro se condena al racismo como si se tratara de un concepto abstracto que corroe el alma, como si fuera un mal que inevitablemente existe en nuestra sociedad, cuando esto no es cierto y se aleja bastante de la verdad.

Según la historiadora y ganadora del Premio Pulitzer McWhorter, cualquier niño nacido y criado en la región sur de los Estados Unidos puede tener una experiencia cercana con el racismo, pues la desigualdad social es vergonzosamente notoria, pero si se corrige a tiempo no tiene porque añadir a su comportamiento habitual gestos racistas ni por costumbre ni por seguir un patrón social, es más, debe cuestionar las creencia con las que ha crecido y poner a prueba su validez.

Harper Lee estableció patrones de como deben abordarse temas tan delicados y complejos, para no herir susceptibilidades y lograr apelar al sentido común de cada persona, con cada fibra que se toque con planteamientos que hagan reflexionar de manera positiva al lector, se estará plantando una semilla de raciocinio e igualdad en cada mente y corazón de un ser humano.

Reconocimientos obtenidos

El éxito del libro “Matar a un ruiseñor” fue casi inmediato a su publicación, luego de la salida a la luz pública, la autora de la novela obtuvo un reconocimiento con gran popularidad. Los lectores enfocaron su atención en un texto novedoso, ingenioso e inteligente que contenía reflexiones de las que se podía comentar y discutir.

Fueron innumerables las entrevistas a personalidades para efectuar análisis del contenido literario del libro y del argumento de la obra, haciendo foros de discusión y debate en las escuelas y centros de capacitación de jóvenes sobre los temas tratados en el libro.

En el año 1961, luego de llevar 41 semanas liderando la lista de los libros más vendidos para la época, logra obtener el Premio Pulitzer, sorprendiendo gratamente a su autora.

Ese mismo año “Matar a un ruiseñor” resultó ganador del Premio a la Fraternidad de la National Conference of Cristians and Jews, para luego alzarse con el primer lugar en el Premio al Libro del año para la revista BestSellers. 

Al principio Harper Lee estaba asombrada y a la vez encantada con el nivel de popularidad que estaba alcanzando su libro; pero también estaba preocupada por la insistencia en cada entrevista de preguntar las mismas cosas todo el tiempo, en ningún momento quería que su nuevo estatus de celebridad llegara a opacar el brillo del libro, así que en el año 1964 no vuelve a conceder ninguna entrevista y públicamente deja de hablar sobre cualquier aspecto de “Matar a un ruiseñor”.

En cuanto a la idea de escribir una introducción al libro, la autora ha sido tajante en su posición, ella está totalmente negada a la idea de escribir este complemento para anexarlo a su escrito original, según sus propias palabras, ella opina: “Las introducciones inhiben el placer, matan la alegría de la anticipación, frustran la curiosidad. La única cosa buena de las introducciones es que en algunos casos retrasan lo que está por llegar. Matar a un ruiseñor aún dice lo que tiene que decir; se las ha arreglado para sobrevivir sin un preámbulo”

Al hablar de reconocimientos, la autora considera entre los más relevantes además del Premio Pulitzer, cuando le concedieron pertenecer a la Academia de Honor de Alabama, donde el Alcalde de Chicago impulsó un programa de lectura en las bibliotecas de la ciudad, escogiendo de entre todas las obras al libro “Matar a un ruiseñor”, como insignia del primer programa llamado “Una ciudad, un libro”; lo cual según la autora es el mayor honor que se pueda recibir.

Para el año 2004, alrededor de 25 comunidades implementaron con éxito el mismo programa de lectura mencionado antes, resultando con mayor presencia en estos planes de lectura la novela de Harper Lee, siendo escogida como la obra líder en estos programas debido al interés del público.

Las personas simplemente se conectan con la obra, pues relacionan aspectos de la vida diaria con los aspectos raciales, legales y vivencias expuestos en la novela, apreciando la belleza común del argumento de “Matar a un ruiseñor”.

​Ya más recientemente, para el año 2006, la autora de la obra fue galardonada con un doctorado honorífico de la prestigiosa Universidad de Notre Dame. Cuando se realizó la ceremonia de entrega del reconocimiento, en un acto simbólico para honrar a Harper Lee, los estudiantes que llenaron en pleno el recinto portaban todos una copia del libro “Matar a un ruiseñor”.

En otro tributo relevante, Lee recibe la Medalla Presidencial de la Libertad el 5 de Noviembre del año 2007, fue el presidente George Bush quien se encargó de entregar el galardón, y al preguntarle sobre su opinión acerca de la obra dijo lo siguiente: “Matar un ruiseñor tuvo éxito por el sensato y amable corazón de su autora, que se deja ver en cada página… Matar un ruiseñor ha influido positivamente en el carácter de nuestro país. Ha sido un regalo para el mundo entero. Como modelo del buen escribir y de la sensibilidad humana, este libro será leído y estudiado siempre“.

Adaptaciones del libro 

“Matar a un ruiseñor” ha sido un todo un éxito literario, que además de calar en el gusto popular generó todo un fenómeno social en su época debido a su argumento, que algunas veces se consideró polémico y hasta controversial. Por estas razones los lectores no tuvieron que esperar mucho para disfrutar de las versiones del libro que fueron llevadas a la pantalla grande y al teatro.

Película

En el año 1962 se realizó una versión dramática estadounidense del libro “Matar a un ruiseñor”, una película dirigida por Robert Mulligan; la cual contó con un guión de Horton Foote, quien trató de seguir fielmente a la novela de Harper Lee, tan profundo como interesante, la película plasma casi textualmente las páginas del libro.

La película fue considerada una muestra cultural, con características históricas y estéticamente significativas, por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, después de un tiempo fue seleccionada para su preservación en el National Film Registry. 

Ya para el año 2007, la agencia AFI (Americam Film Institute)realizó una lista de las cien mejores películas filmadas en los Estados Unidos en los últimos cien años, la versión cinematográfica de “Matar a un ruiseñor” ocupó el puesto número 25 en ese conteo, también fue premiada en la categoría de mejor Drama Judicial, formando parte del Top 10 de dicha lista.

Después del estreno de la película, se comenzaron a cosechar los éxitos, recaudando en taquilla más de 20 millones de dólares, lo cual contrasta con los 2 millones que se utilizaron como presupuesto.

La película “Matar a un ruiseñor” ganó tres premios Oscar, en las siguientes categorías: al mejor actor por la magnífica actuación de Gregory Peck en el papel de Atticus Finch, en la mejor dirección artística y el mejor guión adaptado para Horton Foote. Aparte de estos premios obtenidos, la película fue nominada a 5 premios más de la academia, incluso para el importante papel de Mary Badham, y su impresionante actuación como la vivaz e inquieta Scout.

En una entrevista Harper Lee se mostró muy complacida con la película, sobre la cual dijo: “En la película el hombre y la pieza se encuentran… he tenido muchas, muchas ofertas para adaptar la obra a un musical, a la televisión o al teatro, pero siempre las he rechazado. Esa película fue una obra de arte“.

Resumen de “Matar a un ruiseñor” 

A continuación presentamos para el deleite del lector un completo resumen por capítulos del libro “Matar a un ruiseñor”, una excelente obra de la literatura clásica, considerada como de lectura obligatoria por su hermoso mensaje y su contenido formativo, ideal para despertar pensamientos de reflexión sobre la igualdad de las personas y la importancia de los derechos humanos.

“Matar a un ruiseñor”, se desarrolla en un pueblo ficticio que está ubicado en la parte sur de los Estados Unidos. Este lugar se caracteriza por ser tranquilo, no hay bullicio ni sobresaltos, sus habitantes son dueños de grandes casas con terrenos y plantaciones extensas.

Este pueblo se llama Maycomb y es donde vive la familia protagonista de la historia; primeramente está la pequeña Scout Finch, quien apenas tiene 6 años y vive con su hermano Jem y su padre llamado Atticus, quien es un brillante y reconocido abogado, muy respetado en la ciudad. La familia no está completa, ya que la madre de los niños murió hace algunos años dejándolos huérfanos a una muy tierna edad.

La historia se basa en las vivencias de la niña, quien desde su perspectiva inocente, trata de entender lo que pasa en su entorno en pleno verano durante la Gran Depresión y en la época en que el racismo está en auge.

Un día las cosas toman un giro interesante, ya que Atticus acepta el trabajo de defender ante la ley a un hombre negro, que es acusado de violar y asesinar a una mujer banca, en pleno sur de los Estados Unidos, donde a vista de todos este hombre merecía la muerte aún antes de haber realizado un juicio justo.

A partir de este punto, en el libro de “Matar a un Ruiseñor” describe a detalle lo viciada que estaba la comunidad donde se desarrolla la historia por culpa de los prejuicios raciales, específicamente ellos ven como una desagradable sorpresa que un hombre blanco quiera defender a un negro que supuestamente hizo daño a una mujer blanca; esto genera desconfianza y aversión entre los vecinos y conocidos del abogado.

A todo esto se le puede añadir que las leyes existentes no tenían garantías para la población negra y sus derechos humanos eran prácticamente nulos.

Frases del libro

En este apartado del artículo ofrecemos una selecta lista, con las mejores frases extraídas del libro de Harper Lee “Matar a un Ruiseñor”:

  • “Nuestros tribunales tienen sus defectos, como los tienen todas las instituciones humanas, pero en este país nuestros tribunales son los grandes niveladores, y para nuestros tribunales todos los hombres han nacido iguales.”
  • Uno es valiente cuando, sabiendo que ha perdido ya antes de empezar, empieza a pesar de todo y sigue hasta el final pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence.”
  • “Por la bondad divina, cuando un niño te pregunte algo, contéstale. Los niños son niños, pero sorprenden una evasiva con mayor presteza que los adultos, y las evasivas solamente sirven para atontarles.”
  • “Si mi mente hubiese albergado los simbolismos místicos relativos a las montañas que parecían obsesionar a jueces y abogados, la hubiera asimilado al Monte Everest: durante los primeros años de mi vida, fue fría y distante.”
  • “Los ruiseñores no se dedican a otra cosa más que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.”
  • “La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno.”

Trasfondo Biográfico

Constantemente la autora Harper Lee ha dejado claro que el libro “Matar a un ruiseñor” no es una obra autobiográfica; según ella se trata más bien de que se dedicó a escribir sobre lo que sabe, en lo que tiene experiencia y también se debe escribir la verdad.

Sin embargo algunos biógrafos y críticos literarios, han establecido coincidencias entre la vida privada de la autora y los detalles descritos en su más célebre libro, de hecho la infancia de Harper Lee es casi exacta a la de Scout.

Por ejemplo, el padre de la autora era un respetado abogado, muy similar al personaje principal de la novela Atticus Finch; en el año 1919 el progenitor de Harper Lee defendió ante la justicia a dos hombres negros sobre quienes pesaba una acusación de homicidio, lamentablemente el resultado del juicio fue devastador, ya que sus clientes fueron condenados a una muerte horrible. Este hecho marcó para siempre el futuro profesional del padre de Lee, quien nunca más trabajó en otro caso criminal.

Además de las coincidencias antes descritas, también está el hecho de que Harper Lee había perdido a su madre; aunque la madre de Scout murió en una etapa muy temprana de su niñez, la madre de la autora murió de una enfermedad nerviosa cuando ella tenía 25 años de edad.

Lo que si ha admitido la autora en innumerables ocasiones es que su propio hermano llamado Lee Edwin fue la fuente de inspiración para escribir el personaje de Jem, el hermano mayor de Scout.

Personajes

Tal y como hemos podido apreciar hasta este momento, la historia relatada en el libro “Matar a un Ruiseñor” está enriquecida con la presencia de diversos actores, niños y adultos, de distintas razas y clases sociales, pero todos hacen vida en el pueblo donde se desarrollan los hechos que llevarán a la reflexión a todos los lectores. A continuación se describe con detalles las características de cada uno de ellos y la relevancia que tiene su existencia en esta obra literaria.

Scout (Jean Louise Finch)

Fundamentalmente es uno de los personajes más importantes de la obra, ya que es la narradora de la historia y la protagonista del relato. Al inicio del libro ella como mujer adulta, comienza a contar una historia sobre las vivencias de su infancia, en el pequeño pueblo de Monroeville en Alabama, cuando contaba con apenas seis años.

Todos por cariño le dicen Scout, y en esencia es una niña muy madura, que se siente diferente y cuestiona todo cuanto observa a su alrededor, es así como siempre da su opinión sobre las cosas, quieran escucharla o no. En el fondo es un espíritu libre, con algunas actitudes masculinas, pero lo más característico en ella es su rebeldía, ya que no acepta un ‘Porque sí’ como respuesta.

Scout se muestra frente a todos como una chica con temperamento fuerte, acepta cualquier desafío y se mide con quien sea y cuando sea. A veces tanta candidez de su parte es tomado como grosería y malos modales, pero en el fondo, si hay algo que define a esta niña es la sinceridad.

Scout cree en la bondad en el corazón de la gente, su posición ante los terribles acontecimientos que se desatan en el pueblo es admirable, pues se preocupa por temas como la igualdad entre los seres humanos y el derecho de recibir un trato justo para todos, sin tomar en cuenta su color de piel. Este personaje representa la honestidad, la solidaridad y la esperanza en un mundo mejor.

Atticus Finch

Es el gran héroe de la historia, viudo y padre de los dos pequeños llamados Scout y Jem, es un hombre justo, considerado, serio y con elevados valores morales, que será el modelo a seguir por sus hijos y un hombre admirado por la mayoría de los vecinos del pueblo.

Atticus es un abogado de profesión que incansablemente busca ejercer el derecho de manera justa para todos los ciudadanos; es un hombre al que le gusta hacer las cosas de manera correcta, según lo dicte su corazón y su moral.

Este hombre tiene un espíritu optimista y una voluntad de hierro, la cual emplea para defender las causas que considera justas. Su inquebrantable fe en la consciencia del prójimo a veces lo hace un poco ingenuo, pero según su criterio, es mejor esperar siempre que se manifieste el lado bueno y sensible de las personas. Su deseo de justicia, libertad y paz es inquebrantable, y lucha cada día por aportar su grano de arena para contribuir con un mundo mejor.

La vida de Atticus da un vuelco cuando decide defender en un juicio a un hombre negro, para lo cual investiga, habla con los testigos y hace su trabajo lo mejor posible; para él es un hombre que está acusado injustamente y necesita la mejor defensa que demuestre esta verdad, pero en el camino se encuentra con una serie de obstáculos que le hacen su trabajo más difícil, como lo son: el racismo, la ignorancia y el estigma de la separación según la clase social.

Jem (Jeremy Finch)

Jem es el hermano mayor de Scout, cuenta con casi diez años de edad, tiene personalidad seria y protectora, sobretodo con su hermana, la defiende de todos y la quiere con todo su corazón. Junto a Scout viven en carne propia las amenazas de algunos de los vecinos del pueblo cuando se desarrolla el juicio y su padre defiende a Tom Robinson.

Jem es un muchacho tranquilo, reservado, que observa y medita las cosas que suceden en ese pequeño pueblo del Sur, es muy exigente en su trato con los demás y ha heredado de su padre los altos valores morales que le dan un espíritu conciliador y con esperanza de un mundo equitativo.

A veces su fuerte carácter se ve afectado cuando no puede conseguir lo que quiere, pues le cuesta mostrar lo que verdaderamente siente.

Dill (Charles Baker Harris)

Dill es un amigo muy querido de los niños Finch, es un fiel compañero de aventuras, curioso y analítico, es apenas un poco mayor que Scout, pero en su mente se siente como todo un hombre; es un poco bajo para su edad por lo que a veces es molestado por los demás compañeros.

Este chico es un niño con una imaginación fértil, le encanta la aventura y descubrir cosas que le intriguen, siempre quiere estar descubriendo un misterio, de hecho es Dill quien inicia la primera expedición hacia la misteriosa casa de los Radley, la cual les despertaba la más ferviente curiosidad a todos por igual.

Es el mejor amigo de Scout, y siempre acostumbra a pasar los veranos con su tía en el pueblo de Monroeville, quien vive al lado de la casa de los Finch, es así como a través del tiempo se hace un compañero de aventura inseparable para los hermanos, con el que siempre se puede contar.

Boo Radley

Es un hombre enigmático y completamente solitario, no habla con nadie y no le gusta tener a nadie cerca. Siempre está muy serio, las pocas veces que se le ve no comparte con nadie en el pueblo, siempre está en casa.

Sus padres son en extremo religiosos, desde niño lo han mantenido encerrado en casa lejos de la mirada crítica de las personas del pueblo, un preso en su propio hogar; hace mucho tiempo tuvo un altercado con su padre y terminó por clavarle una tijera, desde ese hecho, no se le ha visto en público.

Pero como suele ocurrir, en el pueblo se comenzaron a inventar historias entorno a su persona, había relatos que lo comparaban con un monstruo horrible que deambulaba por las noches en las calles solitarias, viendo por las ventanas de las casas, buscando la oportunidad de hacer daño por placer.

Tom Robinson

Es un hombre bueno, paciente, joven, fuerte y afroamericano, la mala fortuna lo llevó a encontrarse en una situación de la que le va a ser imposible escapar. Se le acusa de un acto terrible de violencia en contra de Mayella Ewell, una joven mujer blanca.

Ya sabemos lo que significa una acusación de este tipo en un lugar como Alabama, por causa del racismo presente en los habitantes de este lugar, era enfrentar una sentencia de muerte aún antes de que se realizara un juicio.

Cuando el abogado Atticus decide tomar el caso, en el fondo sabía que iba a ser muy difícil probar la inocencia de este hombre, pero hizo su mejor esfuerzo, ya que todos los hombres deben tener los mismos derechos y obtener justicia, además era la oportunidad perfecta de señalarle a sus vecinos lo equivocados que estaban, exponiendo su degradación moral al tratar a los negros como seres inferiores.

Calpurnia

Es una mujer buena, de sentimientos nobles, y fundamentalmente ha dejado de ser el ama de llaves del señor Finch para pasar a ser una figura materna para los niños de la familia; ella los cuida, los aconseja, los consuela y los corrige cuando hacen algo mal, debido a su trato, se ha ganado el respeto de todos en la familia y en el pueblo.

Acerca de la autora

Nelle Harper Lee nació en Monroeville, Alabama, el día 28 de Abril de 1926; fue una autora exitosa, que pasó su infancia y primeros años de juventud en el sur de los Estados Unidos, en un lugar que solo tenía 6.500 habitantes, donde todo transcurría de manera apacible y lenta.

Lee es reconocida mundialmente por su novela “Matar a un Ruiseñor” publicada en el año 1960, que le otorgó la satisfacción de ser galardonada con el prestigioso Premio Pulitzer.

Durante 55 años fue su única publicación, hasta que en el año 2015 sale a la luz “Ve y pon un centinela”, que había sido escrita a mediados de los años cincuenta y según ella misma ha señalado, era el borrador de su primera novela.

Harper Lee creció y se educó en el sur, donde conoció y entabló una amistad con el también escritor Truman Capote, naciendo entre los dos una estrecha relación de amigos que duró toda la vida.

Para su educación asistió al Huntingdon College de Montgomery y luego de salir de allí se fue a estudiar derecho en la Universidad de Alabama. Durante este período se dedicó a realizar trabajos de redacción para varias revistas literarias, como la Huntress en Huntingdon y la revista de corte humorístico Rammer Jammer que existían en la Universidad.

En ocasiones también escribió relatos alusivos al tema racial, la discriminación y la injusticia en el trato hacia los negros, cosa que era muy extraña de encontrar, pues ningún escritor respetable quería ni siquiera mencionar estos temas que causaban controversia, menos en la época en la que vivían, por miedo a las represalias.

Para el año 1950 Harper Lee se trasladó a la ciudad de New York, donde consiguió un trabajo como empleada administrativa de British Overseas Airways Corporation, y estaba encargada de hacer las reservas para esta prestigiosa aerolínea.

En paralelo a este trabajo comenzó a escribir una serie de ensayos y relatos cortos sobre un tema para ella ampliamente conocido, narrando anécdotas e interesantes historias sobre las personas que vivían en Monroeville. Estos escritos fueron recopilados con la esperanza de que pudiesen ser publicados; así que la autora los presentó en el año 1957 a un agente literario, siguiendo el consejo de su amigo Capote.

Uno de los editores de J.B. Lippincott & Co. al leer su trabajo, le dio un sabio consejo, que dejara su actual ocupación y se dedicara a escribir exclusivamente, cosa que hizo a expensas de tener que vivir de la caridad de sus amigos y familiares, durante un año solo se dejó llevar por su musa inspiradora y de manera ininterrumpida escribió.

Esencialmente le tomó casi tres años poder terminar “Matar a un ruiseñor”, el cual en algunos momentos le causó crisis nerviosas y frustración, incluso hubo veces en que lanzó su escrito lejos como para no verlo jamás, pero su círculo cercano y principalmente su editor la apoyaban para que siguiera y terminara su trabajo.

Finalmente llegó el día de la publicación del libro, el 11 de Julio de 1960; al inicio del proyecto el nombre que le había colocado a su primer trabajo editorial fue Atticus, pero ella misma tomó la decisión de cambiarlo, al considerar que “Matar a un ruiseñor” no está centrado en un personaje, es todo un conjunto de ideologías y principios de igualdad entre los seres humanos.

La que fuera editorial de Matar a un ruiseñor para entonces, identificada como Lippincott no tenían grandes expectativas con el libro de Lee, de hecho en una advertencia conformista le dejaban saber que probablemente solo se venderían unos cuantos ejemplares.

En el año 1964 la autora recordó cuáles eran sus esperanzas con respecto a la acogida que tendría el libro luego de su publicación, en ese momento afirmó “Nunca esperé ninguna clase de éxito con ‘Matar a un ruiseñor’… esperaba una muerte de tipo misericordiosa y rápida a manos de los críticos, pero al mismo tiempo esperaba que a algún lector le interesara lo suficiente como para darme ánimos. Ánimos públicos. Como dije solo esperaba unos pocos, pero recibí un montón, y eso fue tanto o más a aterrador que la muerte misericordiosa que yo me estaba esperando”.

Sus expectativas estaban totalmente equivocadas, pues en vez de obtener una ‘muerte piadosa’, el Reader’s Digest Condensed Books eligió a “Matar a un ruiseñor” para realizar una reimpresión, lo que generó una nueva oleada de lectores, ampliando los índices de venta de la obra, la cual desde su publicación original nunca ha dejado de imprimirse y sigue siendo uno de los títulos más conocidos alrededor del mundo.

Una de las características de la personalidad de la autora es que no le gustaba dar entrevistas, no le atrajo para nada la vida de celebridad luego de haber publicado su reconocida novela, solo en algunos casos puntuales donde era invitada especialmente a recibir premios por su publicación, como por ejemplo el 5 de  Noviembre del año 2007, a la avanzada edad de 81 años, se presentó en Washington para recibir de las manos del propio presidente de los Estados Unidos para ese año George W. Bush la “Medalla Presidencial a la Libertad” en la casa Blanca.

Harper Lee murió mientras dormía el 19 de Febrero del año 2016, a los 89 años en una residencia para personas ancianas llamada ‘The Meadows’; terminó sus días en su ciudad natal Monroeville en Alabama, sin haberse casado nunca y sin dejar descendencia alguna.

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Actualizado el 14 marzo, 2023

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